(DealBook)
Paradigm, la consultoría de iniciativas DEI de Joelle Emerson, trabaja con más de 500 empresas. Según Emerson, la respuesta negativa cada vez mayor respecto a las DEI "suele ser el primer punto a tratar en cada llamada".
Los detractores de las iniciativas de diversidad, equidad e inclusión (DEI) han intentado culparlas de todo, desde las quiebras de bancos regionales hasta la caída del panel de un avión Boeing mientras volaba el 5 de enero. Este debate se intensificó este mes cuando tres famosos multimillonarios se enfrentaron en redes sociales sobre los méritos de las DEI: Elon Musk y el director ejecutivo de Pershing Square, Bill Ackman, han atacado las iniciativas DEI tachándolas de "racistas", mientras el inversionista Mark Cuban argumentó que eran "buenas para los negocios".
La economía y el panorama político han cambiado desde 2020, cuando las empresas contrataron una multitud de representantes DEI en un momento de retribución racial después del asesinato de George Floyd. En fechas más recientes, los programas DEI se han vuelto menos visibles. Durante los últimos dos años, la contratación para puestos DEI se ha desplomado y ha disminuido la cantidad de llamadas con inversionistas en las que se mencionan las iniciativas DEI.
Esto plantea un cuestionamiento: ¿las empresas se han replegado en torno al tema de las DEI? ¿O simplemente han cambiado su manera de abordarlas y hablar de ellas?
Las iniciativas DEI ahora operan en un nuevo entorno. El año pasado, la Corte Suprema anuló la discriminación positiva en las admisiones universitarias, lo cual desencadenó una ola de demandas similares y amenazas legales en contra de los programas de diversidad en las empresas. Y, aunque las encuestas indican que la mayoría de los estadounidenses cree que es bueno que las empresas se centren en la diversidad, la equidad y la inclusión, hay una amplia división partidista: en una encuesta del Centro de Investigaciones Pew del año pasado, el 78 por ciento de los trabajadores que se identificaron como demócratas estuvieron de acuerdo con este sentimiento, mientras que apenas el 30 por ciento de los trabajadores republicanos pensó lo mismo.
La reacción negativa tal vez haya provocado un cambio de imagen, según profesionales de las DEI. En algunas empresas, la otrora "encuesta DEI" ahora podría publicitarse como "encuesta cultural", afirmó Emerson. O la capacitación de directivos que alguna vez se enmarcó dentro de las iniciativas DEI a lo mejor se plantea como un curso para ayudar a los directivos a realizar evaluaciones de rendimiento con más eficacia. "Parece que este término se ha malinterpretado de manera bastante generalizada, hasta un punto que no creo que ninguno de nosotros se había dado cuenta sino hasta hace un par de meses", comentó Emerson para referirse al término DEI, y agregó que tendría sentido que las empresas "fueran mucho más específicas para definir exactamente de qué estamos hablando".
Algunos programas corporativos de DEI ahora incluyen una variedad más amplia de grupos, mencionó Porter Braswell, fundador de 2045 Studio, una red de membresías para profesionales de color. "Creo que, en vez de decir que es un programa para empleados negros, sería más como: 'Este es un programa para aumentar la equidad en las tasas de ascensos en toda la empresa y todo el mundo puede postularse para ser parte de este programa, pero desempeñará papeles distintos'", comentó.
Algunas empresas ahora hablan de "IED" en lugar de "DEI", para poner énfasis en la inclusión.
Sin embargo, una caída en las ofertas de empleo en el campo de las DEI podría ser una señal de retroceso. Después de un repunte en 2020 y 2021, las ofertas para puestos DEI en los sitios web de empleo ZipRecruiter e Indeed cayeron en 2022 y 2023, según las empresas. En ZipRecruiter, la cantidad cayó un 63 por ciento en 2023. En Indeed, la cantidad cayó un 18 por ciento entre diciembre de 2022 y enero de 2023.
Es probable que la lenta rotación de empleos DEI (tal vez no era necesario que los empleadores que contrataron en 2021 contrataran de nuevo en 2022) y un mercado laboral que se enfrió --en especial en industrias como la tecnológica y financiera, que son más propensas a tener puestos DEI-- haya contribuido a la caída, comentó Julia Pollak, economista jefe de ZipRecruiter. Sin embargo, estos factores no explican por completo el giro.
Hay quienes consideran que la disminución de las ofertas de empleo es una señal de que las empresas se han retractado en sus compromisos con las DEI. Demuestra que el aumento de la contratación de puestos DEI tras el asesinato de Floyd "fue, en el mejor de los casos, performativo", opinó Misty Gaither, vicepresidenta de diversidad, inclusión, equidad y pertenencia en Indeed.
Braswell de Jopwell agregó que muchas empresas intentaron delegarle toda la responsabilidad de cambiar la cultura empresarial a un par de nuevos empleados; una estrategia que fracasó, como era de esperarse. "Están despidiendo a todas esas personas, ellas mismas están renunciando o se sienten agotadas", afirmó Braswell y agregó: "La única manera de que estas culturas cambien para ser más diversas, equitativas e inclusivas es que todos dentro de la empresa trabajen en ello".
También hay evidencias de que las empresas siguen comprometidas con las DEI. En una encuesta que divulgó la semana pasada el despacho jurídico laboral Littler, tan solo el uno por ciento de los 320 ejecutivos de alta gerencia señaló que había disminuido de manera significativa sus compromisos con las DEI en el último año y el 57 por ciento mencionó que había ampliado esas iniciativas.
En una encuesta a 194 directores de recursos humanos que publicó The Conference Board el mes pasado, ninguno de los encuestados respondió que hubiera planeado reducir las iniciativas DEI. Y, aunque ha disminuido la cantidad de veces que se mencionan las DEI en las conferencias telefónicas con inversionistas, la cantidad de menciones en los informes anuales está en un punto máximo, según AlphaSense.
¿Importa cómo hablan las empresas sobre las DEI? Los ejecutivos han dejado de hablar de sus iniciativas de sostenibilidad y de utilizar el término ESG (siglas en inglés para denotar cuestiones ambientales, sociales y de gobierno corporativo), pues ese tema se ha politizado más. (Larry Fink, de BlackRock, hace poco describió el término ESG como "totalmente politizado"). Cuando se trata de las DEI, a algunos profesionales no les molestan los cambios de imagen, siempre y cuando el trabajo continúe. "Los objetivos finales de estas iniciativas y programas de diversidad no cambiarán", afirmó Braswell.
Para otros, cambiar las palabras es una retirada en sí misma. "Tenemos que llamarlas por su nombre", concluyó Gaither. "Los datos señalan que todas estas cosas positivas ocurren cuando hay diversidad, equidad e inclusión. Así que no vamos a enmascararlo ni a llamarlo de otra manera".
Joelle Emerson, de Paradigm, una consultoría de iniciativas DEI, durante una capacitación sobre diversidad en San Francisco, el viernes 22 de septiembre de 2017. (Jason Henry/The New York Times)