Una noche de lunes del mes pasado, pocas horas después de que OpenAI realizó un evento para desarrolladores en el centro de San Francisco, cientos de aficionados a la inteligencia artificial abarrotaron un club nocturno de tres pisos ubicado a varias manzanas de distancia para celebrar una visión más relajada y menos corporativa del futuro de la inteligencia artificial.
Bajo luces y pantallas coloridas que mostraban imágenes de anime, las personas, de las cuales la mayoría eran jóvenes y de los cuales la mayoría eran hombres, bailaron la sesión de DJ que preparó Grimes, mejor conocida en los círculos del sector tecnológico como la ex de Elon Musk. Una gran pancarta en la pared decía "Acelera o muere". Otro cartel mostraba un diagrama de una red neuronal de inteligencia artificial engalanada con el lema "Ven y tómalo". Una empresa emergente de inteligencia artificial repartió folletos promocionales en los que se leía "EL MENSAJERO DE LOS DIOSES ESTÁ DISPONIBLE PARA TI".
La fiesta se llamó "Mantengamos abierta la inteligencia artificial" y fue un festejo de la presentación del aceleracionismo efectivo, uno de los grupos disidentes más extraños e interesantes que han surgido del auge de la inteligencia artificial.
El aceleracionismo efectivo (a menudo abreviado "e/acc" [que se pronuncia "e-ack"] del inglés "Effective Accelerationism") es un movimiento poco organizado que se dedica a la búsqueda sin limitaciones del progreso tecnológico. El grupo cree que a la inteligencia artificial y otras tecnologías emergentes se les debe permitir avanzar lo más rápido posible, sin barandales ni guardianes que se interpongan en el camino de la innovación.
El grupo se formó en redes sociales el año pasado y estableció vínculos en Espacios de Twitter y chats grupales sobre memes, conversaciones nocturnas y desprecio compartido por las personas a las que llaman "decels" y "doomers": la gente preocupada de la seguridad de la inteligencia artificial o los reguladores que quieren frenarla. También se ha trasladado afuera del internet, con fiestas y "hackatones" en el área de la bahía y más allá.
El aceleracionismo efectivo comenzó como una respuesta descarada a un movimiento más antiguo y consolidado --el altruismo efectivo (EA, por su sigla en inglés)-- que se ha convertido en una fuerza importante en el mundo de la inteligencia artificial. El EA empezó promoviendo un enfoque basado en los datos para las donaciones filantrópicas, pero en los últimos años se ha preocupado por la seguridad de la inteligencia artificial y ha promovido la idea de que una inteligencia artificial poderosa podría destruir a la humanidad si no se le pone freno.
La batalla entre los e/accs y los altruistas efectivos es uno de los muchos cismas cuasirreligiosos que se están dando estos días en la escena de la inteligencia artificial de San Francisco, donde la gente con información privilegiada debate sobre la velocidad en la que está avanzando la tecnología y lo que debería hacerse al respecto.
E/acc prefiere un enfoque con el pedal a fondo y sin frenos. Sus adeptos están a favor de que el software de la inteligencia artificial sea de código abierto en vez de que esté bajo el control de las grandes corporaciones y, a diferencia de los altruistas efectivos, no consideran que se le deba temer a una inteligencia artificial poderosa ni que haya que protegerse de ella. Creen que los beneficios de la inteligencia artificial superan por mucho sus daños y que lo que se debe hacer con una tecnología tan importante es quitarse de en medio y dejarla volar.
Algunas de las ideas que ha adoptado e/acc, como su oposición a la regulación, son el evangelio tecnolibertario estándar. Otras se parecen a los dogmas de antiguas subculturas de Silicon Valley, como los transhumanistas y los extropianos, quienes también valoraban el progreso y se resistían a los intentos por contener la tecnología. El movimiento también se inspira en las obras del filósofo británico Nick Land, quien hace años escribió que las fuerzas aceleradoras del capitalismo y la inteligencia artificial a final de cuentas iban a colisionar en una "singularidad tecnocapital", un punto en el que la tecnología superaría nuestra capacidad para contenerla. (Hace menos tiempo, Land ha perdido popularidad después de respaldar ideas de extrema derecha sobre la raza y el autoritarismo).
En un manifiesto publicado en línea el año pasado, los fundadores de e/acc --todos los cuales utilizaban seudónimos de bromas privadas como "Bayeslord" y "Based Beff Jezos"-- describieron sus objetivos en términos grandilocuentes e idealistas, como al escribir que su meta era "abrirle el paso a la próxima evolución de la conciencia, creando formas de vida impensables de nueva generación".
Por supuesto que la mayoría de la gente quiere conservar las formas de vida que ya tenemos y a los detractores de e/acc les irrita la idea de que debamos rendirnos y dejar que los robots nos superen. Peter S. Park, investigador de inteligencia artificial del Instituto Tecnológico de Massachusetts y director de Stakeout.AI, un grupo de defensa de la seguridad de la inteligencia artificial, me comentó que para él e/acc es "una peligrosa ideología irresponsable inspirada en el remplazo de la humanidad con la inteligencia artificial".
La primera vez que supe de e/acc fue hace un año. En aquel momento, el movimiento parecía estar formado principalmente por trabajadores aburridos del sector tecnológico que se reunían a altas horas de la noche para mantener conversaciones estimulantes sobre política y filosofía, debatir las noticias y quejarse de la incipiente narrativa de que la inteligencia artificial era una amenaza inminente para la humanidad.
"Muchos de mis amigos en persona trabajan en tecnologías poderosas y como que se deprimen porque todo el sistema les dice que son malas", mencionó en un Espacio de Twitter a inicios de este año Guillaume Verdon, un físico francocanadiense de 31 años que alguna vez trabajó en un laboratorio experimental de Google, lo cual transcribió uno de los presentes. "Yo pensaba que nosotros debíamos crear una ideología en la que los ingenieros y los constructores fueran héroes".
En un inicio, descarté al movimiento como una novedad marginal: un grupo de entusiastas de la tecnología adictos a Twitter con complejos de persecución que convertían a un rancio Ayn Rand en memes provocadores.
Sin embargo, unos meses después, luminarias del sector tecnológico como Marc Andreessen, cofundador de la empresa de capital de riesgo Andreessen Horowitz, empezaron a aparecer en los Espacios de Twitter de e/acc y a proclamar que también creían en el aceleracionismo efectivo. (El perfil de Andreessen en la plataforma X, antes conocida como Twitter, incluye ahora "e/acc" y Andreessen mismo alistó a Based Beff Jezos y Bayeslord como dos de sus "santos patrones" en el manifiesto tecnooptimista que publicó en octubre).
Garry Tan, presidente de la influyente incubadora de empresas emergentes Y Combinator, expresó su apoyo a e/acc. Sam Altman, director ejecutivo de OpenAI, respondió a un tuit de Based Beff Jezos y bromeó: "No puedes acelerarme más". Y el movimiento se expandió poco a poco más allá de la inteligencia artificial, al punto que incluso algunos líderes se manifestaron a favor de las criptodivisas o la fusión nuclear.
Pronto, el movimiento fue ganando fuerza en Silicon Valley y las autoridades de Washington advirtieron de su influencia creciente. Para los seguidores de e/acc, fue una señal inequívoca de que habían troleado a las personas adecuadas.
Hace poco tiempo, Forbes reveló que Based Beff Jezos era en realidad Verdon, quien ahora dirige una empresa de hardware de inteligencia artificial llamada Extropic. (Verdon, quien ya tuvo suficiente exposición mediática por una semana, se negó a ser entrevistado para esta columna). Su desenmascaramiento le quitó algo de mística a e/acc, pero no pareció disminuir el entusiasmo de los seguidores.
Hace poco, entrevisté a varios simpatizantes de e/acc, desde los que se unieron al movimiento en sus inicios hasta los conversos más recientes. Todos ellos elogiaron el movimiento pues lo consideraron un antídoto refrescante contra el pesimismo de los partidarios de la seguridad de la inteligencia artificial.
Amjad Masad, director ejecutivo de la empresa emergente de cifrado de inteligencia artificial Replit (e inversionista en la empresa emergente de Verdon), me comentó que le gustaba e/acc "como un meme de contrapeso de toda la fatalidad y pesimismo hacia la inteligencia artificial".
Julie Fredrickson, una inversionista en empresas emergentes, mencionó que e/acc era "una abreviatura divertida de un futuro que prioriza el progreso y las soluciones".
Por supuesto que son veredictos sobre las vibras que proyecta e/acc, no sobre sus ideas, algunas de las cuales siguen siendo demasiado extremas para que mucha gente se las trague. Los detractores han señalado el hecho de que algunos de los líderes de e/acc, incluido Verdon, en realidad parecen coincidir con los altruistas efectivos en que una inteligencia artificial desbocada podría acabar con la humanidad, pero no les molesta la idea, pues una inteligencia artificial sobrehumana podría representar un siguiente paso lógico en la evolución. Y algunos se han dado cuenta de que el movimiento se ha vuelto más partidista y serio a medida que ha crecido.
"Me gustaba cuando era un contramovimiento irónico en vez de algo que parece estarse transformando en un movimiento libertario serio", opinó Aidan Gomez, director ejecutivo de la empresa de inteligencia artificial Cohere.
Una fotografía de Dylan Patel de una pancarta que bromea con la caricatura "Únete o muere" de la época de la Guerra de la Independencia en una fiesta rave del aceleracionismo efectivo (e/acc) en San Francisco. (Dylan Patel vía The New York Times)
Una fotografía de Dylan Patel de una pancarta que representa una red neuronal de inteligencia artificial en una fiesta rave del aceleracionismo efectivo (e/acc) en San Francisco. (Dylan Patel vía The New York Times)