Un día reciente, en el suelo rocoso de Lorena, otrora región minera de carbón cercana a la frontera franco-alemana, un grupo de científicos guiaba una pequeña sonda a través de una perforación de poco más de 800 metros en la corteza terrestre.
En la capa freática espumeaba un hallazgo emocionante: burbujas del tamaño de las de champaña que indicaban el posible escondite gigantesco del llamado hidrógeno blanco, uno de los combustibles más limpios de la naturaleza.
“El hidrógeno es mágico: cuando lo quemas, liberas agua, por lo que no hay emisiones de carbono que calienten el planeta. Creemos haber descubierto uno de los mayores yacimientos de hidrógeno natural en el mundo”, explicó uno de los científicos, Jacques Pironon, investigador sénior y profesor de la Universidad de Lorena.
El descubrimiento de Pironon y otro científico, Philippe de Donato, ambos miembros del respetado Centro Nacional de Investigación Científica de Francia, causó sensación en ese país, donde el gobierno se comprometió a convertirse en un líder europeo del hidrógeno limpio.
Todavía hay muchos cuestionamientos en torno al hallazgo, como su tamaño exacto y la mejor manera de extraer el gas. Sin embargo, se ha sumado a una serie de pistas en otras partes del mundo que apuntan hacia un posible santo grial de la energía limpia que está escondido en la tierra, listo para ser extraído.
Hay gobiernos y empresas de todo el mundo que han apostado por el hidrógeno como el pilar fundamental en la lucha contra el cambio climático. Una industria multimillonaria, con un respaldo de miles de millones más en subsidios e inversiones privadas, ha surgido para apoyar la producción de hidrógeno, que en teoría podría sustituir a los combustibles fósiles para impulsar fábricas, camiones, barcos y aviones, y así eliminar casi la mitad de todas las emisiones que calientan el planeta.
No obstante, crear hidrógeno comercial implica dividir el agua en hidrógeno y oxígeno, una tarea que requiere energía. Si para esto se utilizan combustibles fósiles, el proceso genera emisiones de gases de efecto invernadero y el resultado se llama hidrógeno gris. Aprovechar la electricidad renovable de las turbinas eólicas y los paneles solares para producir el llamado hidrógeno verde es más limpio, pero también más caro.
Según los científicos, el hidrógeno natural, también llamado hidrógeno blanco debido a su pureza, podría cambiar las reglas del juego porque es una fuente potencial de energía limpia que genera la Tierra de manera continua. Los depósitos de hidrógeno se forman cuando el agua caliente se topa con rocas ricas en hierro. Según el Servicio Geológico de Estados Unidos, tan solo una pequeña fracción de estos depósitos podría proporcionar suficiente energía limpia para cientos de años.
"Si verifican este descubrimiento, entonces es muy significativo y tendría un gran impacto en la sociedad", comentó Geoffrey Ellis, geoquímico del Servicio Geológico de Estados Unidos y experto mundial en hidrógeno, para referirse al hallazgo francés. "Hay muchos otros lugares en el mundo donde también podrían hacerse hallazgos similares y la gente lo está estudiando porque en verdad podría tener un impacto".
En Lorena, los científicos afirmaron que sus pruebas sugirieron que podría haber entre 46 y 260 millones de toneladas métricas de hidrógeno natural escondidas bajo las minas de carbón, las cuales quedaron abandonadas en la década de 1970, cuando Francia cambió a la energía nuclear. En comparación, cada año se producen en el mundo unos 70 millones de toneladas métricas de hidrógeno para fines comerciales.
En fechas recientes, se han detectado reservas naturales de hidrógeno en partes de Estados Unidos, Australia, África, Rusia y también en otros lugares de Europa. No es raro encontrar hidrógeno al perforar en busca de gas o petróleo, pero en el pasado, las empresas ignoraban esos descubrimientos debido a la escasa demanda.
Los investigadores tampoco le daban mucho crédito al hidrógeno blanco sino hasta un descubrimiento fortuito en Bourakébougou, un pequeño pueblo de Malí, en 1987, cuando un trabajador incendió por accidente un pozo de agua al encender un cigarro sobre él. Se descubrió que el pozo contenía hidrógeno natural y ahora se utiliza para abastecer de energía a tiendas y hogares después de que un emprendedor local contrató a una empresa petrolera para aprovechar el gas.
“La gente no había buscado hidrógeno natural durante años y años porque todo el mundo estaba concentrado en la extracción de petróleo y gas”, comentó Julien Moulin, presidente de Française De l’Énergie, una empresa de energías limpias que trabaja con Pironon y De Donato para probar y desarrollar proyectos de hidrógeno blanco. “Pero parece que estamos al inicio de una nueva dinámica”, señaló.
La principal actividad de Française De l’Énergie ha sido recoger gas metano de las vetas de carbón y convertirlo en energía limpia para industrias de la región. Con el descubrimiento del hidrógeno, la empresa intensificará las labores para explorarlo y extraerlo, declaró Moulin. ”Ya tenemos el pastel, ahora es cuestión de averiguar cómo comerlo”, opinó. “Hay que crear las herramientas para desarrollar este recurso y ese será el trabajo de los próximos años”.
Las labores realizadas en Lorena reflejan el entusiasmo generalizado que se propaga por la industria de los combustibles limpios a causa del hidrógeno natural. La comprensión cada vez mayor de que la Tierra es su propia fábrica de hidrógeno ha desencadenado una pequeña fiebre del oro entre investigadores y empresas energéticas emergentes ansiosas por encontrarlo.
"La primera duda es cuál será el costo", afirmó Marco Alverà, director ejecutivo de Tree Energy Solutions, o TES, una empresa que planea producir e importar hidrógeno limpio a Europa. Para que el hidrógeno natural sea competitivo, "depende de muchos factores, como la presión a la que se encuentre el gas, la temperatura o el tipo de roca que se perfore", explicó.
Mientras tanto, Europa está construyendo una gran red de tuberías que podrían llevar hidrógeno manufacturado a fábricas y depósitos de combustible. Se espera que algún día el hidrógeno blanco pueda circular por ellas.
Si todo marcha según lo planeado en Lorena, el próximo año comenzarán nuevas perforaciones con una sonda avanzada que tomará muestras de gas de hasta 2,8 kilómetros bajo tierra --lo cual es más profundo que el largo del puente Golden Gate-- para probar la magnitud de la mina de hidrógeno, con el objetivo de extraer hidrógeno natural para 2027 o 2028.
Pironon y De Donato tienen grandes esperanzas. Cuando empezaron a buscar el gas metano que dejaban las minas de carbón, en realidad descubrieron hidrógeno conforme más se adentraban. A 800 metros de profundidad, encontraron mayores concentraciones de hidrógeno a las registradas en cualquier otro lugar del mundo, mencionó De Donato. ”Podríamos tener una auténtica fábrica de hidrógeno escondida bajo nuestros pies”, afirmó. “Es un motivo de entusiasmo auténtico”, agregó.