LOS ÁNGELES -- En el mismo plató donde Bob Barker hizo historia con "The Price is Right", "El juego del calamar" cobra vida.
El miércoles, Netflix presentará su experiencia en vivo más reciente, basada en la exitosa serie distópica en la que surcoreanos desesperados competían en un concurso brutal de juegos escolares sencillos para ganar un premio de 45.600 millones de wones (alrededor de 38 millones de dólares). Los vencedores seguían adelante para obtener el dinero. Los perdedores morían. La atracción en vivo imita tanto la iconografía popular de la serie (la alcancía enorme llena de dinero, una muñeca animatrónica gigante llamada Young-hee, el dormitorio austero blanco) y los juegos infantiles.
Por 30 dólares, los fanáticos de "El juego del calamar" competirán en alrededor de 70 minutos de juegos, con giros inesperados que pondrán a prueba su moralidad y seis actividades grupales, incluyendo la carrera del patio escolar Luz roja, luz verde y una versión no letal del reto pavoroso del Puente de Vidrio, el cual obligó a los concursantes de la serie a elegir entre dos cuadros de vidrio para dar cada uno de sus pasos y avanzar a lo largo de un puente. Si escogían incorrectamente, se desplomaban cientos de metros hacia su muerte.
Para que se sientan todavía más como uno de los personajes de la serie, los clientes pueden comprar un mono igual al uniforme del programa por 50 dólares y usarlo durante la experiencia. También hay una opción de boleto vip de 100 dólares: como guiño a la historia original, puedes ver a las masas desafortunadas competir en los juegos mientras bebes cocteles en una sala ostentosa.
Greg Lombardo, vicepresidente de experiencias en vivo de Netflix, mencionó: "Es toda la diversión, pero sin la muerte".
Netflix planea expandir las experiencias en vivo a otras ciudades, pero aún no se ha confirmado ninguna ubicación adicional. Es una de varias adaptaciones de "El juego del calamar" que la compañía ha ideado con la esperanza de mantener enganchados a los espectadores durante la larga espera entre la primera temporada de la serie, la cual se estrenó en septiembre de 2021, y la segunda, que se está grabando en Corea del Sur y se emitirá el próximo año.
Una de ellas es un programa de concursos en inglés, "El juego del calamar: El desafío". Los primeros cinco episodios se estrenaron el 22 de noviembre, la segunda parte estará disponible el miércoles próximo y el capítulo final se podrá ver a partir del miércoles 13 de diciembre.
También pronto se lanzará un videojuego en el cual los jugadores podrán competir con personajes de la serie. Un juego de realidad virtual ya está disponible y, en Brasil, Burger King ha estado ofreciendo paquetes de comida temáticos de "El juego del calamar" en cuatro ciudades. (¿Le gustaría acompañar su malteada con un aro de cebolla en forma de paraguas?).
Los productos derivados de la marca siguen una fórmula que Netflix ha empleado con éxito para otras series populares, como "Bridgerton" y "Stranger Things". Una obra de teatro de "Stranger Things" que el servicio de emisión en continuo ayudó a desarrollar se estrenará en el West End de Londres el 14 de diciembre.
No obstante, Hollywood está analizando con mucho más rigor la expansión de propiedades intelectuales como la marca de "El juego del calamar". En años recientes, la apuesta más segura para cualquier estudio de entretenimiento ha sido una franquicia derivada de una pieza popular de propiedad intelectual: una película que genera una secuela que genera una atracción de parque temático que genera una línea de productos de consumo. Ahora, una cierta fatiga se ha asentado en las audiencias.
Las razones por las que Netflix está tratando de expandir "El juego del calamar" son obvias. No solo es el programa más visto en la plataforma, sino que se empezó a vender mercancía no oficial del juego, incluyendo monos y muñecas de Young-hee, casi de inmediato tras el estreno. Netflix ahora trabaja con dos socios globales para cumplir con la demanda de ropa deportiva verde; en especial, en la época de Halloween.
Aun así, algunas personas cuestionan si debería existir un programa de telerrealidad basado en la visión sombría del cineasta surcoreano Hwang Dong-hyuk sobre las luchas de clase de su país y las desigualdades globales del capitalismo actual.
Aunque "El juego del calamar: El desafío" debutó en lo más alto de la lista de programas de televisión en inglés de Netflix con 20,1 millones de reproducciones y el programa original volvió a colocarse en los diez más populares, las reseñas de la serie de telerrealidad han sido pobres. La mayoría criticó la temporada de diez episodios por carecer de la crítica más extensa de la cultura capitalista que es el núcleo de la serie nihilista.
Miranda Banks, coordinadora del Departamento de Cine, Televisión y Ciencias de la Comunicación de la Universidad Loyola Marymount, opinó: "Considero que es obviamente un intento de expandir y monetizar una franquicia, pero parece en particular absurdo dado el mensaje anticapitalista de la serie".
Banks agregó: "'El juego del calamar' era una serie surcoreana influenciada por la política de la cultura de ese país. Así que parte de esto no es solo una traducción del género, sino también la traducción de una nación. Y, al hacer eso, no es sorprendente (y podría decirse que es bastante gracioso) que se convierta en un sueño procapitalista cumplido".
Los productores del programa de telerrealidad están conscientes de la ironía. Sin embargo, afirmaron que al acercarse lo más posible al original --el mismo número de concursantes (456) y una cantidad de premios en dinero que podría cambiarles la vida (4,56 millones de dólares)-- sentían que podían crear un buen producto televisivo a pesar de que había menos en juego.
El productor Stephen Lambert aseguró: "Este era un drama que trataba principalmente del hecho de que las personas que eran eliminadas morían. Está claro que nunca vamos a hacer eso, pero tener un premio acumulado tan grande significaba que, cuando eras eliminado, tus sueños morían y eran sueños muy grandes los que la gente tenía".
(La grabación de la serie de telerrealidad ha generado su propio drama, ya que ha habido quejas de varios concursantes sobre condiciones "inhumanas". Cuando se les preguntó sobre las inconformidades, los productores expresaron mediante un comunicado: "Nos tomamos muy en serio el bienestar de nuestros concursantes").
Aun así, ¿acaso permitir que los fanáticos sigan el juego de una sátira social no degrada la integridad de su mensaje?
Banks no lo cree así.
La académica aseveró: "Creo que tal vez hay fanáticos a quienes les gustan los comentarios sociales, el drama y el estado del juego. Y luego está la gente a la que le encanta participar en juegos. Podrían ser diferentes grupos de edad. Podría tratarse de diferentes sectores demográficos".
Para Marian Lee, directora de mercadotecnia de Netflix, los productos derivados de la marca están haciendo su trabajo (atraer una atención renovada a "El juego del calamar"), pero reconoce los riesgos de crear tantas versiones que dependan de la misma fuente.
Lee declaró: "Tenemos un programa enormemente popular que en esencia captura el espíritu cultural de la época, pero la muñeca, toda la iconografía, se traslada a un terreno que se desarrolla sin guion. Nosotros, como equipo de mercadotecnia, ¿cómo podemos asegurarnos de que la gente entienda que esta es una versión sin libreto y todavía no es la segunda temporada? Tienes que asegurarte de que los fanáticos comprendan todo: 'Oh, esta es la versión sin guion. Oh, esta es la experiencia en vivo. Oh, se acerca la segunda temporada'".
Lee concluyó: "Los fanáticos están ahí. Se trata simplemente de asegurarnos de poder crear momentos distintos para cada una de esas cosas".
Competidores participan en el "Festival de la cosecha" en "El juego del calamar: El desafío", la nueva atracción en Los Ángeles, el 28 de noviembre de 2023. (Jenna Schoenefeld/The New York Times).
Un competidor interactúa con el Líder en "El juego del calamar: El desafío", la nueva atracción en Los Ángeles, el 28 de noviembre de 2023. (Jenna Schoenefeld/The New York Times).