Al día siguiente de que Lukasz Krupski apagó un incendio en un centro de entrega de automóviles Tesla en Noruega, incidente en el que se quemó gravemente las manos para evitar un desastre, recibió un correo electrónico de Elon Musk.
“¡Felicitaciones por salvar el día!”, le escribió Musk, director ejecutivo de Tesla, en marzo de 2019.
Pero lo que comenzó como una historia sobre un empleado heroico y un empleador agradecido se ha convertido en una batalla épica entre el fabricante de automóviles y Krupski, un técnico de servicio. La pelea ha generado demandas en Noruega y Estados Unidos y ha captado la atención de los reguladores de varios países.
En una entrevista con The New York Times, Krupski afirmó que, tras ser aclamado al inicio como un salvador, fue acosado, amenazado y finalmente despedido después de quejarse de lo que consideraba graves problemas de seguridad en su lugar de trabajo cerca de Oslo. Krupski, originario de Polonia, formaba parte de un equipo que ayudaba a preparar los Teslas para los compradores, pero se sintió tan frustrado con la compañía que el año pasado le entregó una gran cantidad de datos del sistema informático del fabricante de automóviles a Handelsblatt, un periódico de negocios alemán.
Los datos contenían listas de empleados de Tesla, incluido Musk, a menudo con sus números de Seguro Social y otras informaciones personales. Contenían miles de informes de accidentes y otras comunicaciones internas de Tesla que Handelsblatt utilizó como base para algunos artículos sobre fallas en el software de asistencia al conductor Autopilot de la empresa.
Los datos también proporcionaron la base para las historias de Handelsblatt y la revista Wired sobre los grandes problemas que estaba teniendo Tesla para fabricar la camioneta pickup Cybertruck, que según la compañía se entregará a los clientes a finales de este mes, luego de casi tres años de retraso (parte de la información provino de un segundo empleado de Tesla no identificado).
Krupski dijo que había obtenido acceso a datos confidenciales simplemente ingresando términos de búsqueda en un sitio web interno de la empresa, lo que generó dudas sobre la manera en que Tesla protegía la privacidad de miles de empleados y de sus propios secretos.
La Autoridad de Protección de Datos de los Países Bajos, donde Tesla tiene su sede europea, está investigando si la filtración violó las leyes de privacidad. Un portavoz de la autoridad confirmó que estaba investigando, pero se negó a hacer más comentarios.
Tesla y tres abogados que representan a la empresa no respondieron a las solicitudes de comentarios.
En Estados Unidos, Benson Pai, un extrabajador de producción de Tesla, ha demandado al fabricante de automóviles ante un tribunal federal de California con el argumento de que la escasa seguridad por parte de Tesla ha expuesto información de los empleados que podría venderse a delincuentes. Los abogados de Pai están buscando la aprobación de un juez para llevar el caso como una demanda colectiva en nombre de decenas de miles de empleados de Tesla.
Krupski compartió los datos con Aaron Greenspan, un destacado crítico de Tesla y vendedor en corto, quien lo instó a proporcionar la información que había recopilado sobre Autopilot a la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras de EE. UU. Esta agencia de seguridad ha llevado a cabo una larga investigación sobre el software, el cual puede conducir, acelerar y detener un automóvil por sí solo, pero requiere que el conductor esté listo para tomar el control en cualquier momento. Krupski dijo que la agencia lo ha entrevistado varias veces, lo que indica que su información fue tomada en serio.
Greenspan dijo que había empezado a cerrar sus posiciones cortas en Tesla poco después de escuchar a Krupski.
La agencia de seguridad estadounidense confirmó que está investigando si Autopilot desempeñó un papel en cientos de accidentes, algunos mortales, pero se negó a comentar sobre cualquier interacción con Krupski. Tesla ha sostenido que Autopilot hace que los automóviles sean más seguros y recientemente ganó una demanda que afirmaba que el software había sido responsable de un accidente mortal en California.
Krupski y Greenspan también escribieron una carta a la Comisión de Bolsa y Valores (SEC, por su sigla en inglés) en la que plantearon interrogantes sobre las prácticas contables de Tesla con base en parte en los datos que Krupski había recopilado. Krupski dijo que no sabía qué había hecho la comisión con la información.
La SEC no respondió a una solicitud de comentarios.
Krupski permaneció en el anonimato hasta la semana pasada, cuando habló oficialmente con Handelsblatt.
Tesla ha conseguido una orden judicial de un tribunal noruego que le ordenó a Krupski no distribuir más información de la compañía. El tribunal también confiscó su computadora portátil y se la entregó a Tesla. La empresa notificó a los empleados sobre la violación de datos el 18 de agosto, unos tres meses después de enterarse de que Handelsblatt tenía la información.
Es posible que se haya filtrado información que incluye direcciones de correo electrónico del trabajo, compensaciones y números de Seguro Social, le dijo Tesla a los empleados en un correo electrónico, pero agregó: “No tenemos evidencia de que alguna información personal haya sido utilizada indebidamente o vaya a utilizarse de una manera que pueda perjudicarlos”.
Krupski dijo que había sufrido depresión, ansiedad e insomnio como resultado de su batalla con Tesla, pero que se sentía aliviado de no permanecer más en el anonimato.
“Siento que el simple hecho de haber salido del anonimato me da una nueva oleada de energía”, dijo. “Tengo la motivación de que, sí, tal vez pueda empezar a construir mi vida de nuevo”.
© The New York Times 2023