Superación sin límites: cómo es el entrenamiento del corredor ciego que desafía la maratón de Nueva York

Un choque accidental entre corredores en Central Park reveló la inspiradora historia de Francesco Magisano, que junto a su guía Nev Schulman serán parte de los más de 500 corredores con discapacidades (y sus acompañantes) que se enfrentarán a los 42 kilómetros de “la ciudad que nunca duerme”

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Ashley Mateo corre con sus
Ashley Mateo corre con sus zapatillas Adizero Adios Pro Evo 1 de Adidas en Denver, Colorado, el 30 de octubre de 2023. (Kevin Mohatt/The New York Times)

NUEVA YORK - Una mañana reciente, dos hombres corrían uno al lado del otro en Central Park cuando uno de ellos chocó con una mujer al pasar junto a esta. La mujer se puso furiosa por un instante, pero la expresión de su rostro se suavizó una vez que vio la cuerda que unía a los hombres por la cintura.‌‌

Francesco Magisano, el hombre que había chocado con ella, es invidente y su guía, Nev Schulman, se disculpó nerviosamente por el accidente. Los hombres corrían juntos por primera vez en preparación para el maratón de la ciudad de Nueva York, que se realizará el domingo 5 de noviembre.

Magisano, a quien le diagnosticaron un cáncer ocular poco común cuando era bebé y perdió la visión cuando era adolescente, estará entre los más de 500 corredores con discapacidades y guías que participarán en la carrera de este año.‌ Los maratones son desafíos físicos y emocionales, pero el maratón de la ciudad de Nueva York tiene un conjunto único de dificultades para los corredores ciegos y sus guías.

La enorme cantidad de espectadores y corredores que gritan - los funcionarios de la carrera esperan cerca de 50.000 finalistas este año - dificulta que los guías conduzcan a los corredores ciegos a lo largo del apretujado recorrido de 42 kilómetros.‌ Es por eso que Magisano, de 28 años, y Schulman, de 39, intentaban prepararse lo mejor que podían en Central Park.‌

La comunidad de corredores con
La comunidad de corredores con discapacidades encuentra en el Maratón de Nueva York una plataforma para mostrar que los límites están hechos para ser superados (Getty)

”¿Cuál lado prefieres?”, Schulman le preguntó a Magisano antes de correr, de pie cerca de la entrada de Central Park en West 100th Street y Central Park West.‌”Me cepillo los dientes con la mano derecha, así que tengo mis guías en el lado derecho”, bromeó Magisano.‌ Con la cuerda asegurada alrededor de sus cinturas y la mano derecha de Magisano apoyada en el hombro izquierdo de su guía, el dúo comenzó a caminar hacia la ruta.‌

Ya comenzaron a montar la línea de meta”, señaló Schulman poco después de que comenzaron a correr. (La carrera, que pasa por todos los distritos de la ciudad, comienza en Staten Island y termina en Central Park, en Manhattan) ”Ya hay gradas instaladas a la izquierda”, añadió Schulman, dándole a Magisano una idea del entorno.‌

A Magisano le diagnosticaron retinoblastoma cuando tenía 10 meses de nacido. Siempre tuvo poca visión, pero no fue sino hasta noveno grado que la perdió por completo en un periodo de tres semanas.‌ ”Caminaba a casa desde la escuela todos los días y veía cómo las líneas en la calle se hacían cada vez más borrosas”, contó.‌ No empezó a correr hasta mucho después, en 2017, tras una conversación inesperada en un supermercado en el Upper West Side de Manhattan. Estaba parado con su bastón frente a unos pimientos, un alimento útil, dijo, porque se puede comer crudo. Entonces, un hombre mayor le tocó el hombro.‌

”¿Usted corre?”, le preguntó el hombre, recordó Magisano. El hombre procedió a hablarle de Achilles, un grupo de corredores con discapacidades que se reunía dos veces por semana para correr en Central Park.‌ ”Siempre me ha interesado probar cosas nuevas; nunca antes en mi vida había corrido”, dijo Magisano. Esa semana salió a correr con el grupo. Poco después se inscribió en su primer maratón.‌‌

El Maratón de Nueva York
El Maratón de Nueva York se convierte en un lienzo donde historias de coraje y colaboración como la de Francesco Magisano y Nev Schulman se pintan con cada paso REUTERS/Lucas Jackson/File Photo

Ahora trabaja como director de las sedes de Achilles en la región metropolitana de la ciudad de Nueva York, y el domingo será la sexta vez que corre el maratón de la ciudad de Nueva York. Su objetivo es correr a un ritmo de 3 horas y 30 minutos, lo que equivale aproximadamente a 5 minutos por kilómetro. A principios de este año, completó un triatlón de 517 kilómetros - natación, carrera y ciclismo - durante tres días en Florida.

Los corredores con discapacidades visuales pueden tener como máximo dos guías en el maratón de la ciudad de Nueva York. Los guías no tienen que pagar una tarifa de inscripción, no reciben puntuación y no reciben un tiempo de finalización oficial. Deben usar un dorsal de guía y no pueden empujar ni tirar del corredor hacia adelante, según los lineamientos de New York Road Runners, el cual organiza el maratón.‌

Magisano correrá con dos guías. Uno se asegurará de que coma y beba lo suficiente durante toda la carrera. Le gusta correr con un guía nuevo y con alguien con quien ha corrido antes.‌ ”Eso lo mantiene interesante”, dijo Magisano, quien le dijo a Schulman: “Tú eres el más nuevo, lo que significa que eres el divertido”.‌

Schulman es el productor y presentador de “Catfish” de MTV, un show de telerrealidad sobre si las personas que se conocen en línea son realmente quienes dicen ser. Decidió ser guía este año porque quería que su séptima vez corriendo el maratón de la ciudad de Nueva York fuera diferente. Recordó cómo su ritmo en su primer maratón fue más lento de lo que esperaba y cómo se volvió cada vez más lento a medida que avanzaba la carrera.‌

La ruta del Maratón de
La ruta del Maratón de Nueva York se llena de inspiración cuando corredores con discapacidades visuales y sus guías se preparan para una carrera que es mucho más que un evento deportivo (Imagen ilustrativa Infobae)

Escuché desde atrás: ‘¡Corredor ciego! ¡Corredor ciego a tu derecha!’ y dos guías, y lo que creo era una mujer de unos 50 años, pasaron como un rayo a mi lado”, contó Schulman. Eso le propinó una dosis de humildad y supo que algún día le gustaría ser guía.‌ Mientras Schulman contaba la historia, un grupo de corredores que estaba delante de ellos -al escuchar la frase “corredor ciego”- se separaron para abrirle paso a él y a Magisano, suponiendo que les estaba hablando a ellos.‌

Pero una mujer, al parecer hipnotizada por cómo un rayo de sol se posaba en un árbol cercano, se detuvo en medio del camino para tomar una fotografía. Schulman agarró suavemente el codo de Magisano y movió su propio cuerpo hacia la derecha para guiarlo alrededor de ella.‌

Según Schulman, ser guía añadirá un nuevo nivel de satisfacción al maratón. Dijo que su objetivo era “simplemente transitar con éxito el recorrido sin incidentes, hasta llevarnos a Francesco y a mí a la línea de meta”.‌ La mujer que tomaba la foto no fue el único obstáculo a superar. Schulman también hizo cálculos sobre cómo transitar alrededor de personas que pronto alcanzarían o que se acercaban a ellos. Estuvo atento a los peatones y ciclistas que intentaban cruzar de un lado al otro del camino. En un momento, Schulman le dijo a Magisano que se agachara para evitar una rama baja.‌ Fue una buena práctica.

Magisano ha formado a cientos de guías y Achilles siempre está buscando más. Bromeó diciendo que antes de empezar a correr, su ejercicio era escribir ensayos sobre la historia del fútbol. Ahora hace un ejercicio físico real y ha construido una comunidad sólida de amigos. Y, por supuesto, se pueden extraer lecciones de vida de correr un maratón.‌”Hay que luchar y sentir dolor”, dijo Magisano. “Eso se relaciona un poco con la discapacidad, pues la vida es una lucha pero hay que superarla, de lo contrario fracasarás”.

*Reportajes Especiales - Lifestyle / ©The New York Times 2023

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