Peso Pluma, estrella revelación de México, encuentra nuevos reflectores

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Tras bambalinas en los premios MTV Video Music Awards en el Prudential Center de Newark el mes pasado, la superestrella mexicana Peso Pluma reunió a su banda para una charla motivacional. Esa noche, el artista salido de la nada se convertiría en el primer mexicano en actuar en el espectáculo de los VMA. Pero antes del ensayo general de su canción “Lady Gaga” reservó unos 10 minutos para hacer memoria con los músicos que durante años lo han acompañado. Les dijo que nada de su éxito habría sido posible sin ellos. Al final, casi todos los integrantes salieron llorando de ahí.

Peso Pluma andaba con ánimo reflexivo a causa del hito que estaba por alcanzar. Pero también había algo de tristeza en el ambiente. Esa mañana se habían difundido noticias desde México sobre unos mensajes en Tijuana, unas mantas firmadas con las iniciales del Cártel Jalisco Nueva Generación, el poderoso rival del Cártel de Sinaloa. Exigían que Peso Pluma cancelara un concierto en la ciudad y amenazaban su seguridad si se presentaba.

Por ahí circulaba un puñado de guardias de seguridad personal pero, en ese momento, no había mucho que hacer excepto seguir adelante. Antes de que Peso Pluma pisara la alfombra roja, él y su representante, George Prajin, se reunieron brevemente para hablar de cómo manejar cualquier pregunta que no fuera sobre la música. Luego avanzó para quedar frente a una falange de paparazzi esgrimiendo juguetón la lengua, al estilo de Mick Jagger, y avanzó furtivamente para dar entrevistas alegres a Entertainment Tonight y El gordo y La flaca

Al día siguiente, en el Hotel Hard Rock de Midtown en Manhattan, Peso Pluma se despertó tarde luego de una larga noche en su posfiesta de los VMA. Pero estaba alerta e incisivo al destacar la importancia de la actuación de la noche anterior.

“Lo tomé como una oportunidad para enseñarle al mundo lo que tenía”, dijo. “Nada más quería que todos estos artistas me conocieran. Que conozcan lo que hago y que conozcan mejor el género que hago”.

El cantante, de 24 años, es el rey de los corridos tumbados, versiones modernas de la música tradicional mexicana, que han cosechado un gran éxito en los dos últimos años. Peso Pluma canta y rapea con claras influencias del hip-hop y el reguetón contemporáneos y una producción que se acerca a las formas tradicionales. (Peso Pluma es tanto su nombre artístico como la forma en que se refiere al proyecto musical y a la banda en su conjunto).

En julio, Génesis —su tercer álbum de estudio, pero el primero desde que perfeccionó su sonido y aumentó sus ambiciones— debutó en el número 3 de la lista Billboard de discos de todos los géneros, la posición más alta jamás alcanzada por un álbum de música regional mexicana. Y ha tenido poder de permanencia: más de una decena de semanas después, sigue en el Top 10. Solo en Spotify, sus canciones se han reproducido varios miles de millones de veces.

En la escena musical estadounidense ya hubo momentos ocasionales de mestizaje musical mexicano-estadounidense: el rap gangsteril de Kid Frost, las baladas emotivas de Selena, el R&B ligero y el hip-hop de Frankie J y Baby Bash. Pero los intérpretes mexicanos se han mantenido fieles a las tradiciones de lo que se denomina música regional mexicana, un término que reúne diversos estilos de varias partes del país y del suroeste de Estados Unidos. Peso Pluma ha transformado esa música regional en un fenómeno global. Ha colaborado con artistas de todo el mundo hispanohablante: el rapero puertorriqueño Eladio Carrión, la estrella dominicana del dembow El Alfa, el superproductor argentino Bizarrap. Su canción “Ella baila sola”, en colaboración con Eslabón Armado, fue la primera canción mexicana que alcanzó el Top 5 en la lista Billboard Hot 100 de todos los géneros.

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Peso Pluma, cuyo verdadero nombre es Hassan Emilio Kabande Laija, nació en Guadalajara y de niño pasaba temporadas en Sinaloa con su familia. Se inspiró en la obra de Chalino Sánchez, uno de los principales exponentes de los narcocorridos mexicanos, que relatan historias del tráfico de drogas. Dijo que se enamoró de “su voz rasposa, su forma tan particular de cantar corridos, su forma tan particular de cantar canciones románticas”. Sobre la influencia de Sánchez comentó: “Cuando sonaba este tipo de música en el coche, me quitaba los audífonos para escuchar lo que decía”.

A Peso Pluma también le atrajo el trabajo de Ariel Camacho, quien fue una joven estrella emergente en la década de 2010 y era muy conocido por su impresionante estilo al tocar la guitarra (Sánchez fue asesinado en 1992; Camacho murió en un accidente automovilístico en 2015).

Sin embargo, aunque el cantante disfrutaba de esa música, no se sentía muy cómodo con su estética, que tiende hacia la ropa tradicional al estilo vaquero, donde imperan los trajes bordados y las botas.

Afirmó que desde chico, sus géneros favoritos han sido el reguetón y el hip-hop. (Pasó parte de su adolescencia en San Antonio y Nueva York, donde se sintió atraído por la música de grandes artistas como Kanye West y Drake). “Por eso no uso sombreros. No uso botas. Yo no soy así”.

En cambio, se viste más como un rapero: usa ropa de diseño extravagante, joyas caras y relojes que un integrante de su séquito se encarga de guardar en los suaves estuches azules de Icebox, el diseñador de joyas para celebridades que está radicado en Atlanta.

Al escenario de los premios VMA subió vestido todo de negro, como una araña de lujo: chaleco mullido, ancho y anguloso, pantalones muy holgados y arrugados, guantes cortos de cuero y gafas de sol cuadradas. Tras bastidores, la personalidad de las redes sociales Christoosmoove le hizo varias preguntas graciosas sobre su atuendo en TikTok, un video que fue visto más de 10 millones de veces.

También ha sido el primer músico mexicano en grabar un episodio de Sneaker Shopping, una serie de YouTube en la que suelen participar raperos y celebridades de las redes sociales. En ese episodio gastó más de 32.000 dólares al comprar, entre otras cosas, tenis para todos sus compañeros de banda, lo que le situó entre los 10 músicos que más han gastado en la serie. Al día siguiente de los VMA, el presentador del programa, Joe La Puma, le envió un regalo: un raro par de Nike SB Dunks del Cinco de Mayo, fabricado en 2005, con los colores de la bandera mexicana.

El camino de Peso Pluma al escenario de MTV no fue lineal y también fue increíblemente rápido. Publicó un par de álbumes a principios de la década, justo cuando se estaba estableciendo la escena de los corridos tumbados. Y comenzó a trabajar extensamente con otros artistas: la mayoría de sus primeras canciones que aparecen en las listas fueron colaboraciones, incluso con Natanael Cano y Fuerza Regida, algunos de los jóvenes intérpretes que establecieron el movimiento hace apenas unos años. (En 2019, la colaboración de Cano con Bad Bunny en el remix de “Soy el Diablo” fue uno de los primeros crossover de los corridos tumbados).

Algunas de las canciones de Peso Pluma tienden a lo romántico, otras son jactanciosas y otras entran en la tendencia de los narcocorridos. (Esas canciones son las que han provocado las supuestas amenazas en su contra).

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Al principio, las figuras tradicionales de la música mexicana, mayores y ya establecidas, le dieron un frío recibimiento a las jóvenes estrellas de los corridos tumbados. “Yo sé que no es envidia, que no es nada de eso”, dijo Peso Pluma con amabilidad. “Es solo que no estaban seguros de cómo reaccionar”.

Aunque se ha hecho amigo de Cano, y siguen participando en colaboraciones juntos, se rumorea que hay tensiones con Jesús Ortiz Paz, de Fuerza Regida, uno de los grupos más destacados de la escena. (Peso Pluma se negó en gran medida a hablar de las fricciones a las que se ha enfrentado: “Me llega todo lo que dice la gente, pero intento concentrarme en las cosas positivas, no en lo negativo”).

Lo anterior le ha dado una línea narrativa a los medios de comunicación que documentan la escena, entre ellos el pódcast Agushto Papa, que lleva dos años cubriendo con entusiasmo el auge de la música mexicana.

“Creo que ha impulsado mucho la forma de hacer conciertos de estos artistas”, afirma Ángel López, uno de los presentadores del programa. “No creo que lo vayan a reconocer alguna vez. Pero después de ver cómo actúa Peso Pluma, todos han tenido que mejorar. No pueden limitarse a ponerse delante de un micrófono, tocar su instrumento o cantar. Tienen que agregar algo más”.

En el escenario, Peso Pluma es suelto y un poco excéntrico, siempre anda contoneándose; su banda también se mueve con júbilo. Jason Núñez, otro de los presentadores, añadió: “Otra cosa también son los bailes: nadie bailaba así. Y aunque a la gente le parecía raro y le tiraban odio, eso solo lo hacía más grande. Y también, siento que es una cosa pequeña, pero importa: el pelo”. (El pelo sí importa. Peso Pluma usa un mullet que se ha convertido en un sello de su estilo, y se relaciona, tal vez sin querer, con los peinados de Morgan Wallen y varias estrellas del K-pop).

La velocidad del ascenso de Peso Pluma ha sido vertiginosa y desorienta. “Mucha gente no sabe que tengo brotes de ansiedad”, dijo. “Es muy importante que la gente que tiene problemas mentales reciba tratamiento y hable de eso”.

El espectáculo de Tijuana se canceló al final por motivos de seguridad, aunque la policía aún no había confirmado públicamente la autenticidad de las mantas escritas a mano. “Hay muchas cosas que son falsas y muchas que no”, dijo el cantante.

Prajin, su representante, comentó que el equipo tenía que tomarse en serio cualquier amenaza. “Quiero asegurarme de que no solo está protegido económicamente, sino que también nos ocupamos de su salud mental y física”, afirmó. “Y, por supuesto, de su seguridad. No puede ir a ningún lugar sin tener un montón de seguridad: no lo dejo”.

Unas semanas después de la cancelación, Peso Pluma anunció conciertos en otras tres ciudades mexicanas. Dijo que se sentía seguro. “Lo más importante es estar cerquita de Dios. Y creo que por eso me siento seguro. Para mí es algo más espiritual”.

Prajin insinuó que al hacerse más conocido y ampliar su huella musical, los temas de los que canta Peso Pluma podrían evolucionar. “Nunca va a dejar de cantar esas canciones porque es con lo que creció, la cultura en la que creció”, dijo. “Pero sí veo que en términos de la música que está cantando definitivamente va en otra dirección. Hay muchas canciones de amor, muchas fusiones distintas”.

Dada la popularidad de Peso Pluma, las solicitudes de colaboración llegan con velocidad. “No tienes idea de cuántos raperos, cantantes de country, cantantes de R&B nos contactan”, dijo el artista.

Tiene planes de lanzar un EP de reguetón pronto y luego de eso, una colaboración estratégica con raperos de Estados Unidos. Prajin dijo que ya tenían pláticas con Cardi B, ASAP Rocky y Post Malone.

Estos caminos nuevos, desea, no solo serán para él sino también para los intérpretes de México que sigan sus pasos. Y gracias a sus éxitos, se abren nuevas puertas a los artistas mexicanos más allá de los VMA.

“Vi a Taylor Swift meneando la cabeza, bailando ayer con mi canción”, dijo, maravillado de la inverosimilitud de todo. “Eso ni me lo podía imaginar”.

Jon Caramanica es crítico de música pop para el Times y presenta el pódcast Popcast. También escribe la columna para hombres Critical Shopper en la sección Estilos de vida. Antes trabajó en la revista Vibe y ha escrito para el Village Voice, Spin, XXL y otras publicaciones. Más de Jon Caramanica