Assassinations and Attempted AssassinationsPrisons and PrisonersMurders, Attempted Murders and HomicidesGangsBlinken, Antony JVillavicencio, Fernando (1963-2023)Lasso, GuillermoEcuadorColombia
Los asesinatos, ocurridos en prisión, agudizan la percepción de que el país vive bajo el control del narcotráfico, vinculado al gobierno.
Los seis hombres colombianos acusados de asesinar a un candidato presidencial ecuatoriano fueron hallados muertos el viernes en una prisión de la ciudad portuaria de Guayaquil, informó la autoridad penitenciaria de Ecuador en un comunicado.
El asesinato del candidato, Fernando Villavicencio, a la salida de un acto de campaña en agosto fue un sobresalto dramático para un país conmocionado en los últimos años por una industria del narcotráfico cada vez más poderosa.
Franjas enteras del país se han transformado, a medida que las mafias extranjeras de la droga han unido fuerzas con las bandas locales de las cárceles y las calles, extorsionando a empresas, reclutando a jóvenes, infiltrándose en el gobierno y asesinando a quienes les investigan.
Villavicencio, quien se había desempeñado como periodista, activista y legislador, figuraba en las encuestas en una posición intermedia en el grupo de ocho candidatos cuando fue asesinado. El ataque ocurrió 11 días antes de la primera vuelta de las elecciones presidenciales, que se llevaron a cabo el 20 de agosto. Fue uno de los aspirantes a la presidencia que denunció de manera más abierta los vínculos entre el crimen organizado y el gobierno.
La muerte de las seis personas imputadas por el asesinato se produjo ocho días antes de la segunda vuelta de las elecciones, previstas para el 15 de octubre, en las que se enfrentarán un empresario de centroderecha, Daniel Noboa, y una izquierdista del establishment, Luisa González.
Durante algún tiempo, se especuló de forma generalizada que los colombianos eran sicarios y que el asesinato era un encargo de personas poderosas. El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, declaró la semana pasada que Estados Unidos ofrecía una recompensa de hasta 5 millones de dólares por información que condujera a la detención o condena de los autores intelectuales, y de hasta 1 millón de dólares por información que condujera a cualquier jefe de banda responsable.
Al darse a conocer la muerte de los acusados del asesinato, el presidente Guillermo Lasso dijo que regresaría a Ecuador desde Nueva York y que se reuniría de inmediato con el gabinete de seguridad.
“Ni complicidad ni encubrimiento”, escribió en X, el sitio antes conocido como Twitter. “Aquí se conocerá la verdad”.
En su comunicado, la autoridad penitenciaria se comprometió a “identificar a los responsables intelectuales del crimen” contra el excandidato.