DogTV es televisión para perros, excepto cuando es para la gente.

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El talento empezaba a agotarse en el trabajo. Las temperaturas habían superado los 32 grados Celsius en una tarde de julio en Ramapo Mountain State Forest, al norte de Nueva Jersey, y los actores tenían calor y estaban literalmente jadeando. Si tenían que actuar mucho más tiempo, el director podría enfrentarse a un motín.

El director, Ron Levi, levantó las manos.

“Díganles que el sindicato trabaja ocho horas”, gritó. “¿Cómo que ya no quieren seguir?”.

¿Una historia de terror escuchada en un mitin reciente del Sindicato de Actores de Cine-Federación Estadounidense de Artistas de Radio y Televisión? No exactamente. El director, para empezar, estaba bromeando. En cuanto a los actores... no entendieron la broma.

Las estrellas —Beasley, Darby, Fuji y Whidbey— son algunos de los protagonistas de cuatro patas de DogTV, un servicio de televisión de paga diseñado especialmente para perros que se quedan solos en casa. En las próximas semanas, las imágenes de Ramapo se volverán a colorear, editar y adaptar para sus espectadores daltónicos, que se distraen con facilidad y tienen dificultades para entender narrativas, un proceso que, según los creadores de DogTV, optimiza el material para atraer y calmar a un público cada vez mayor de perros aburridos y ansiosos de todo el mundo.

No era la típica visita a un plató. Pero por eso estaba allí: para ver, como dijo mi jefe, “cómo se hace el Snausage” para una cadena cuyo público principal no sabe manejar un control remoto. Una cosa que estaba aprendiendo era que cuando tienes miembros caninos en el reparto, son ellos —no el equipo ni el gremio— los que en última instancia llevan la voz cantante. Todo el mundo estuvo de acuerdo en dar por terminado el rodaje.

“Estos perros son los mejores con los que hemos trabajado, y son capaces de ofrecerte lo mejor”, comentó Levi, que también es fundador de DogTV, mientras su adiestradora, Chrissy Joy, llevaba a los perros de vuelta a su camioneta con aire acondicionado para darles agua fresca y, presumiblemente, rascarles la panza, porque se lo merecían.

“Pero lo entiendo”, añadió Levi. “Hoy hace mucho calor y tenemos que ser considerados”.

Son tiempos de auge para DogTV. Durante el apogeo de la pandemia de COVID-19, casi 23 millones de hogares adoptaron mascotas, según una encuesta realizada en 2021 por la Sociedad Estadounidense para la Prevención de la Crueldad contra los Animales: una nueva y enorme audiencia potencial a la cual dirigirse.

Los estadounidenses que trabajaban desde casa también veían mucho la televisión, a menudo, al parecer, con sus mascotas. En respuesta, DogTV empezó a ofrecer un montón de nuevos videos dirigidos a los humanos, sobre todo con consejos de expertos sobre cómo adiestrar a todas estas nuevas mascotas. Las suscripciones a su aplicación de emisión en continuo han aumentado a 388.000 desde mediados de 2020, según la empresa. (DogTV también está disponible a través de muchos proveedores de televisión por cable y satélite).

“La gente estaba en casa y empezó a preguntarnos por contenidos también para ellos”, explicó Levi. “Pensaban: ‘Muy bien, tengo un perro nuevo, ¿ahora qué hago con él?’”.

Ahora DogTV espera desempeñar un nuevo papel, pues cada vez más trabajadores vuelven a la oficina y sus nuevos perros, muchos de los cuales nunca han conocido la vida sin un humano en casa a tiempo completo, se enfrentan a una intensa ansiedad por separación. La cadena está produciendo contenidos hechos a la medida para ese tipo de ansiedad, entre los perros y, cada vez más, entre sus dueños que sienten culpa.

Yo soy una de esas personas culpables. Me suscribí a DogTV en 2013, como padre soltero de mi querido perrito Sailor. Años más tarde, después de que Sailor partió a ese gran parque para perros en el cielo, cancelé mi suscripción.

Cuando, en 2021, mi pareja y yo adoptamos a una nueva cachorrita rescatada llamada Evie, volví a suscribirme, solo para descubrir que DogTV había crecido a pasos agigantados. A veces llegaba a casa cansado del trabajo y me daba cuenta de que había estado viendo DogTV en el sofá durante veinte minutos. El concepto básico era el mismo —videos cortos y sencillos, sobre todo para perros—, pero la creatividad y los valores de producción se habían disparado. Quería saber más sobre este mundo que de manera inesperada me estaba gustando, aunque tuviera que confiar ciegamente en que mi nueva perrita de acogida indiferente también lo estaba disfrutando.

Fue entonces cuando me puse en contacto con Levi.

DogTV cuenta con equipos de directores, operadores de cámara, compositores, editores y perros. Pero si DogTV tiene un único mago loco detrás del telón, ese es Levi. Antes de DogTV, trabajó en televisión humana en Israel, incluso fue guionista de la versión de ese país de “The Amazing Race”. No lo extraña. “Esto es mucho mejor porque el perro realmente es el director”, me dijo. “La mascota también te enseña a ser un poco modesto”.

Durante una sesión de edición en un estudio de Manhattan en agosto, Levi, que también es el director de contenidos, reconoció haber adaptado el contenido en los últimos años para atraer más a los humanos. No se trataba solo de los nuevos videos de recomendaciones como “Tips & Tricks” ni de programas de telerrealidad como “Farm Girl”, protagonizado por Joy y sus perros. Del mismo modo que un buen programa infantil debe ser semitolerable, si no es que agradable, para los adultos, la televisión para perros debe someterse a una simple verdad: los espectadores principales no son los que desembolsan 9,99 dólares al mes.

Por ello, el equilibrio ideal de Levi es que los videos atraigan un 80 por ciento la atención de los perros y un 20 por ciento la atención de los humanos. Los efectos de sonido de juguetes chirriantes son para los perros. Los rodajes en Sicilia, Italia, son para los humanos.

En cuanto a los fanes de dos patas del canal, parece que no soy el único. El actor Billy Bob Thornton describió ver DogTV con su hija y dos Cavalier King Charles Spaniels como “una especie de momento zen” durante una aparición en 2016 en “Live With Kelly”. Y aunque yo nunca lo he visto mientras participaba en ciertas formas de relajación herbácea, hay muchas pruebas en las redes sociales que indican que algunos suscriptores de DogTV sí lo hacen.

¿Para quién era realmente DogTV?

Para responder a esa pregunta había que plantearse en parte si los perros sacan mucho partido de la suscripción. Guagliardo aseguró que DogTV había ayudado de manera considerable a sus perros cuando él empezó a reanudar sus reuniones en persona y a dejarlos solos en casa por primera vez desde el inicio de la pandemia. Se dio cuenta, aseguró, porque a menudo llega a casa y encuentra “un regalo” en el suelo si accidentalmente los deja en casa sin el programa.

Kate Senkier, de Nashville, Tennessee, dijo que sus dos perros, Piper y Puddles (a este último lo compró justo después de que empezara la pandemia), empezaron siendo fanáticos devotos de “Las chicas Gilmore” antes de descubrir DogTV. Ahora cuenta que, cada vez que sube a trabajar, “se sientan en el sofá, me miran y esperan a que encienda la tele”.

He visto a Evie ver DogTV, y a veces parece importarle. Por lo general, yo no noto la diferencia. En un estudio encargado por DogTV, Nicholas Dodman, profesor emérito de comportamiento animal en la Universidad Tufts, cerca de Boston, descubrió que los perros veían DogTV de manera visible alrededor del 14 por ciento del tiempo que estaba en la televisión. Más de lo que veían Animal Planet y bastante más que CNN. (Por suerte, los perros tampoco son los que pagan por el periodismo).

Sin embargo, CNN es quizá la mejor analogía para la forma en que Dodman cree que los perros ven DogTV. En general, los perros entienden su mundo principalmente por medio del olfato, luego por el oído y después por la vista. Según Dodman, no está claro hasta qué punto los perros escuchan DogTV, pero es lógico que lo hagan, igual que los humanos escuchan la televisión de fondo.

“Si estuviéramos viendo CNN mientras preparamos el desayuno —estamos ocupados con el sartén y todo eso— y de pronto alguien dijera: ‘Va a haber un terremoto’”, explica, probablemente levantaríamos la vista y prestaríamos atención. Los perros, razonó, podrían hacer lo mismo. Quizá siempre estén medio escuchando.

Eso tenía mucho sentido. Solo que no estaba seguro de lo que eso decía sobre los humanos como yo y Billy Bob Thornton que nos quedamos tan absortos en los videos.

DogTV espera captar una nueva y enorme audiencia de cachorros pandémicos, pero también se asegura de intentar atraer a espectadores que sepan manejar un control remoto. (Kyle Berger/The New York Times).

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