“Nuestro camino ahora está cambiando”. “Seguimos siendo mejores amigos”. “La decisión fue amistosa y mutua”. “Avanzamos con profundo amor, amabilidad y respeto mutuo”.
En la actualidad, si ves un comunicado oficial o un pie de foto en Instagram con una versión de estas frases positivas, lo más probable es que no sea por la noticia más positiva.
Por si no te habías dado cuenta, 2023 es el año de las rupturas entre famosos, con decenas de actores, cantantes y estrellas de la telerrealidad —además de un exalcalde de Nueva York— que anuncian su ruptura, separación o divorcio. Las rupturas de estrellas del pop como Ariana Grande, Taylor Swift y Britney Spears han mantenido a los usuarios de internet en vilo durante semanas. Y algunas de las declaraciones de los famosos han estado impregnadas de un optimismo tan agresivo que pueden parecer forzadas.
Tradicionalmente, las rupturas, sobre todo los divorcios, han llevado consigo el hedor de la vergüenza y el fracaso, y el efecto puede verse magnificado cuando la relación ha sido muy sometida al escrutinio público. Pero también pueden representar la liberación de una relación infeliz e insatisfactoria. En cualquier caso, son estresantes, así que ¿por qué no ser sinceros?
Es fácil culpar a la vieja cortina de humo de las relaciones públicas por todo el lenguaje positivo. Pero, por sí sola, la preocupación cultural por la imagen no puede explicar la prevalencia de la desvinculación consciente al estilo de Gwyneth Paltrow.
Según Alex Kapp, gestor de divorcios en Los Ángeles, tomar el camino del divorcio colaborativo compensa a largo plazo. “Lo que siempre les digo a mis clientes es esto: al final, cuando consigas el divorcio, ¿cómo quieres recordarlo?, ahora que de repente estés en una nueva fase de la vida”, comentó Kapp. “¿Cómo quieres recordar tu comportamiento y cómo quieres que tus hijos recuerden tu comportamiento?”.
“No es algo alegre”, añadió, “pero, sin duda, la gente puede ser civilizada y razonable”.
Este mes, el actor Hugh Jackman y su esposa, Deborra-Lee Furness, anunciaron que, tras 27 años de matrimonio, se separaron para “ir tras el crecimiento individual” y añadieron: “Nuestra familia ha sido y será siempre nuestra máxima prioridad. Emprendemos este próximo capítulo con gratitud, amor y bondad”.
La cantante Teyana Taylor también anunció, con un pie de foto en una publicación en Instagram, su separación de su marido, el exjugador de baloncesto Iman Shumpert, en el que aseguró que seguían siendo “grandes socios de negocios” y “un gran equipo cuando se trata de la copaternidad”. Añadió que habían sido capaces de “separarse con éxito y pacíficamente”, a pesar de los rumores de lo contrario.
A lo largo del año, muchas exparejas —incluyendo a Ricky Martin y Jwan Yosef, Billy Porter y Adam Smith, Reese Witherspoon y Jim Toth, así como Sofía Vergara y Joe Manganiello— emitieron comunicados de ruptura similares en los que mostraban su consideración mutua, reflexionaban sobre los muchos y maravillosos años juntos y proclamaban que seguirían adelante con amor y amabilidad.
Aunque el anuncio conjunto se ha convertido en algo habitual, todavía puede parecer poco sincero. En una sociedad acostumbrada a la acritud, los seguidores están ansiosos por elaborar teorías sobre por qué terminó una relación y quién tuvo la culpa. Los divorcios necesitan un villano y una víctima.
Melissa Lenon, terapeuta y capacitadora en materia de divorcios en Santa Clara, California, dijo que este estilo de “desacoplamiento reactivo”, con parejas que acuden a los tribunales con la esperanza de conseguir “destrozar al otro”, era lo que el público se acostumbró a esperar.
“Lo hacemos utilizando nuestro lóbulo frontal”, explica, refiriéndose a una parte del cerebro que controla el pensamiento crítico y el juicio, “en lugar de nuestra amígdala”, una parte que procesa las emociones.
Hay ocasiones en que la sala del tribunal es la única opción, pero para las personas públicas, la mediación o la colaboración son útiles, según Lenon. “Uno quiere controlar lo que se dice al respecto, pero también quiere controlar el resultado”, señaló, “porque eso es lo que va a repercutir en tu vida y también en cómo se siente respecto a la otra persona.”
No todos los famosos optan por hacer una declaración. En 2022, la actriz Busy Philipps reveló que ella y Marc Silverstein, su marido durante catorce años, ya no estaban juntos en un episodio de su pódcast que se publicó más de un año después de su separación. Dijo que no quería seguir la “idea convencional de lo que se supone que debe hacer una persona de cara al público cuando termina su relación”.
“Haces una declaración, te comprometes a seguir siendo amigos, ‘Por favor, respeten nuestra intimidad y la de nuestra familia en estos momentos’”, dijo. “Pero la verdad es que piensas: ¿quién inventó la regla de que así es como se hace?”.
Puede que el concepto de divorcio amistoso nunca haya ocupado tanto espacio en la conversación cultural como en 2014, cuando Paltrow y su entonces marido, el cantante Chris Martin, anunciaron que se separaban e introdujeron el término “disociación consciente” en el léxico general.
En una entrada de blog con ese título en el sitio web de Paltrow, Goop, la pareja escribió que, a pesar de “trabajar duro durante más de un año” para que funcionara, habían llegado a la conclusión de que “aunque nos queremos mucho, seguiremos separados”.
Paltrow y Martin continuaron haciendo hincapié en que siempre serían una familia y padres de sus dos hijos. (Su nota ha sido sustituida desde entonces en la web de Goop por información sobre la disociación consciente, un término acuñado en 2009 por la terapeuta matrimonial y familiar Katherine Woodward Thomas).
¿Qué significa un matrimonio si una persona se alegra del divorcio? Por su parte, Lenon no cree que una reducción del estigma del divorcio y una actitud positiva respecto a la desvinculación conduzcan necesariamente a una falta de compromiso con el matrimonio.
“El hecho de proponer una manera de divorciarse o de decir que hemos llegado a un acuerdo amistoso y que estamos cuidando de nosotros mismos y de la familia mientras nos reestructuramos, ¿va a cambiar el número de personas que se divorcian?”, dijo. “Creo que se mantendrá más o menos igual hasta que descubramos más factores subyacentes sobre cómo hacer que las relaciones funcionen a largo plazo”.
(c) 2023 The New York Times Company