¿Es un caso de “deseo hecho realidad” o de: “Ten cuidado con lo que deseas”?
Los líderes demócratas de ciudades abrumadas por la gran afluencia de migrantes sin autorización para trabajar de manera legal recibieron con agrado la noticia de que el gobierno del presidente Joe Biden otorgará permisos de trabajo a cientos de miles de migrantes venezolanos que ya habían entrado a Estados Unidos.
Se espera que la medida permita que muchos venezolanos ganen suficiente dinero para salir de los albergues, donde el costo de alojarlos está sobrecargando a las grandes ciudades, en especial a Nueva York. Sin embargo, ¿podría resultar contraproducente al atraer a todavía más migrantes venezolanos a la frontera?
La autorización de trabajo les extiende el estatus de protección temporal (TPS, por su sigla en inglés) a más de 400.000 venezolanos que entraron al país a partir de marzo de 2021 y estaban en territorio estadounidense hasta el pasado 31 de julio. El secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, advirtió que cualquiera que hubiera llegado después de esa fecha sería “expulsado cuando se descubra que no tiene un fundamento jurídico para quedarse”.
Julia Gelatt, subdirectora del programa de política migratoria de Estados Unidos en el Instituto de Política Migratoria, un centro de investigación apartidista, comentó que las investigaciones no han establecido un vínculo claro entre el estatus de protección temporal y el aumento de la migración.
Gelatt señaló que los detalles de la política migratoria estadounidense son un factor de menor importancia a la hora de inducir a alguien a huir de su país.
Respecto a los venezolanos, Gelatt mencionó: “Saben que en Estados Unidos hay seguridad y oportunidades económicas y el hecho de que estén en libertad condicional por motivos humanitarios, que sean beneficiarios del TPS o solicitantes de asilo tal vez no es tan importante como la diferencia de oportunidades en general que hay disponibles en Estados Unidos, en comparación con el lugar donde están viviendo ahora”.
Gelatt hizo notar que la ruta que sigue la mayoría de los venezolanos para llegar a Estados Unidos —atravesar el tramo traicionero de selva conocido como el Tapón del Darién y subir por Centroamérica y México— requiere un viaje de meses y que cualquier posible efecto de la extensión de la autorización temporal de trabajo no sería evidente durante un tiempo.
No obstante, varios venezolanos en Nueva York señalaron que pensaban que la noticia de la extensión de la autorización de trabajo incitaría a más de sus compatriotas a venir.
“Seguro que vendrá gente a Estados Unidos”, opinó Ely Johanna Carrascal, de 32 años, quien era dueña de un pequeño negocio en San Cristóbal, Venezuela, y ahora trabaja en un restaurante. “Ya hay gente esperando en las fronteras y seguirán viniendo”, agregó. “No se puede vivir en Venezuela”.
Yordano Negren, un peluquero de 28 años de Valencia que llegó hace tres semanas y se aloja en un refugio del centro de la ciudad, afirmó que, si hay más migrantes, habrá mayor competencia por los trabajos.
“Me imagino que traerá a muchos más venezolanos a Nueva York”, supuso. “Pero ya hay demasiados venezolanos aquí buscando trabajo, intentando empezar una nueva vida. Demasiados venezolanos, demasiados haitianos, demasiados dominicanos. Todos buscan trabajo y este cambio tan solo va a traer más gente”.
Mark Krikorian, director ejecutivo del Centro de Estudios de Inmigración, un laboratorio de ideas de tendencia derechista que aboga por restringir la inmigración, señaló que el patrón del gobierno de otorgar extensiones provocaría que muchos se arriesguen a cruzar la frontera.
“Si eres venezolano, hay muchas razones para creer que serás incluido en la próxima extensión del TPS dentro de 18 meses”, comentó.
El alcalde de Nueva York, Eric Adams, quien había presionado a la Casa Blanca durante meses para que agilizara la autorización de trabajo, calificó la decisión de un “paso importante que traerá esperanza a los miles de solicitantes de asilo venezolanos que actualmente están bajo nuestro cuidado y que ahora podrán optar de inmediato por un estatus de protección temporal”.
Murad Awawdeh, director ejecutivo de la Coalición de Inmigración de Nueva York, la cual también aplaudió la decisión del gobierno de Biden, señaló que los venezolanos que han entrado a Estados Unidos en los últimos dos años son apenas una pequeña fracción de los 7 millones que durante ese tiempo han huido de la nación devastada a nivel económico.
“La razón por la que tanta gente en todo el mundo está huyendo de sus países de origen no es el TPS”, opinó. “Es porque las condiciones en sus países de origen se están deteriorando tan rápido que huyen en busca de seguridad”.
Solicitantes de asilo llegan a la terminal de autobuses de Port Authority en Manhattan, el 3 de mayo de 2023. (Juan Arredondo/The New York Times).