‘No soy un seguidor de Trump’ y otras ideas de un nuevo libro sobre Elon Musk

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FILE Ñ Walter Isaacson, a
FILE Ñ Walter Isaacson, a journalist whose previous books have chronicled the lives of Steve Jobs, Albert Einstein, Leonardo da Vinci and Benjamin Franklin. at his home in Washington, Sept. 27, 2014. IsaacsonÕs new biography of Elon Musk portrays the billionaire entrepreneur as a complex, tortured figure whose brilliance is often overshadowed by his inability to relate on a human level to the people around him. (Vanessa Vick/The New York Times)

Una nueva biografía de Elon Musk retrata al empresario multimillonario como una figura compleja y atormentada cuya genialidad a menudo se ve ensombrecida por su incapacidad para relacionarse a nivel humano con las personas que lo rodean: sus esposas, hijos y aquellos en quienes confió para que lo ayudaran a desarrollar los negocios de exploración espacial y autos eléctricos que lo convirtieron en el hombre más rico de la Tierra.

La vida de Musk hasta ahora —su difícil infancia en Sudáfrica, sus tormentosas relaciones sentimentales, su éxito como un visionario que construyó SpaceX y Tesla, y su impetuosa decisión de comprar Twitter— se detalla a través de decenas de entrevistas con su familia, amigos, socios y el propio Musk.

El libro, que saldrá a la venta el 12 de septiembre, es obra de Walter Isaacson, el periodista cuyas obras anteriores han relatado las vidas de Steve Jobs, Albert Einstein, Leonardo da Vinci y Benjamin Franklin.

El texto comienza con una cita de Jobs, cofundador de Apple, que dijo una vez: “Las personas que están lo bastante locas como para pensar que pueden cambiar el mundo son las que lo hacen”.

The New York Times compró ejemplares del libro en una tienda que los vendía antes de su publicación autorizada.

Twitter, ahora conocida como X

Musk compró Twitter en octubre de 2022 por 44.000 millones de dólares, tras una oferta sorpresa por la empresa y luego una aparente reticencia a seguir adelante con el acuerdo.

- Después de comprar Twitter, Musk y sus lugartenientes analizaron las comunicaciones internas y las publicaciones en redes sociales de sus empleados, en busca de señales de deslealtad, escribe Isaacson. Los “mosqueteros”, como se conocía a los leales a Musk dentro de Twitter, buscaron en los archivos de la aplicación de mensajería instantánea Slack, usada por los empleados de Twitter, palabras clave como “Elon” y despidieron a decenas de trabajadores que habían hecho comentarios sarcásticos sobre Musk.

- Musk asaltó por sorpresa unas instalaciones de datos de Twitter en Sacramento, California, el invierno pasado, poco después de adquirir la empresa. El empresario había decidido trasladar los servidores alojados en esas instalaciones a otro centro de datos de Twitter para reducir costos, pero los responsables de la infraestructura de Twitter le advirtieron que trasladar los costosos equipos de manera segura podría llevar meses. En un arrebato de ira, Musk decidió trasladar los servidores él mismo, reclutando un pequeño equipo y una bandada de furgonetas de mudanzas para llevárselos en la víspera de Navidad. (Más tarde dijo que lamentaba la decisión, que generó cortes de servicio).

Vida personal

La extensa familia de Musk ha sido una fuente de consuelo en medio de la frecuente agitación de sus intereses empresariales, escribe Isaacson. Pero la relación con su padre, Errol, es una fuente de traumas que todavía lo afecta.

- El padre de Musk es descrito como emocional y físicamente abusivo y se le cita hablando de manera despectiva de la gente negra. Cuando Musk accedió en 2016 a reunirse con su padre, del que ha estado en gran medida distanciado, un amigo le dijo a Isaacson: “Fue la única vez que vi temblar las manos de Elon”. Isaacson escribe: “Hay ciertas personas que ocupan un rincón demoniaco en el espacio mental de Musk. Lo provocan, lo oscurecen y despiertan una fría ira. Su padre es el número uno”.

- Mientras la cantante Grimes, también conocida como Claire Boucher, daba a luz a su hijo X en mayo de 2020, Musk tomó una foto del parto y la compartió con sus amigos y familiares, incluidos su padre y sus hermanos. Grimes estaba comprensiblemente horrorizada y se apresuró a borrarla. “Él no tenía ni idea de por qué me molestaría”, le dijo a Isaacson.

Política y Trump

La política de Musk es difícil de clasificar. A pesar de sus ataques a los críticos liberales, sus diatribas contra los demócratas “woke” y su promoción ocasional de teorías conspirativas de extrema derecha, se le considera más como un desilusionado con la deriva izquierdista del Partido Demócrata que como partidario de los republicanos.

- Musk declara en repetidas ocasiones que no es admirador del expresidente Donald Trump, y le dijo a su biógrafo: “No soy un seguidor de Trump. Es un desestabilizador”. Isaacson escribe que Musk alberga un “profundo desdén” por el expresidente “a quien consideraba un estafador” y, en su opinión, parecía “un poco loco”.

- Pero tampoco es partidario de Joe Biden, aunque le dice a Isaacson que habría votado por Biden en 2020 si hubiera votado. (Decidió no votar porque estaba registrado en California y lo consideró un desperdicio porque el estado no era competitivo en las elecciones presidenciales). Musk describe un encuentro con Biden hace varios años del que salió poco impresionado. “Cuando era vicepresidente, fui a un almuerzo con él en San Francisco en el que estuvo una hora hablando sin decir nada interesante y fue aburridísimo, como uno de esos muñecos en los que tiras de la cuerda y solo dicen las mismas frases sin sentido una y otra vez”.

Inteligencia artificial

Musk lleva mucho tiempo preocupado por la inteligencia artificial, que considera una amenaza existencial potencial. Fue cofundador de OpenAI antes de romper lazos con la organización en 2018, y hace poco anunció que estaba formando x.AI, una empresa rival de IA.

- La decisión de Musk de iniciar x.AI surgió en parte de la preocupación por la subpoblación. (Es padre de diez hijos). “La cantidad de inteligencia humana, observó, se estaba nivelando porque la gente no tenía suficientes hijos. Mientras tanto, la inteligencia de las computadoras aumentaba de manera exponencial”, escribe Isaacson. Musk creía que “en algún momento, el poder cerebral biológico sería empequeñecido por el poder cerebral digital”.

- Musk dio a los primeros empleados de x.AI tres objetivos: crear un chatbot de IA capaz de escribir código, un chatbot de IA entrenado para ser políticamente neutral y una inteligencia artificial que pudiera razonar y buscar la verdad. “Deberías poder asignarle grandes tareas, como ‘Construye un motor de cohete mejor’”, dijo Musk a Isaacson.

Tesla

Durante años, Tesla ha sido el negocio de más alto perfil en la cartera de empresas de Musk, sirviendo como una constante fuente de orgullo y estrés.

- Las dificultades iniciales de la compañía contribuyeron a un periodo largo y difícil para Musk, que le pasó factura física y mentalmente, según dijo a Isaacson en una entrevista de 2021. “No se puede estar en una lucha constante por la supervivencia, siempre en modo adrenalina, y que no te haga daño”, señaló Musk. Pero también reconoció que había encontrado un propósito en la presión: “Cuando ya no estás en modo sobrevivir o morir, no es tan fácil motivarse cada día”.

- Incluso cuando la compañía comenzó a ser exitosa, atrajo críticos en la figura de vendedores en corto que apostaron contra las acciones de Tesla. Esa práctica alcanzó un punto febril en 2018 cuando Tesla luchó por cumplir los objetivos de producción, enfureciendo a Musk, quien llamó a los vendedores en corto “sanguijuelas en el cuello del negocio”. Pero reconoció que algunos de esos operadores también habían recopilado una imagen impresionantemente precisa de la compañía a partir de personas con información privilegiada e incluso de drones que sobrevolaban la fábrica de Tesla. “El grado de información privilegiada que tenían era una locura”, aseguró.

- Las actividades de producción y las dificultades en Tesla y en la empresa de exploración espacial SpaceX también afinaron la filosofía de Musk, que destiló en un enfoque de cinco pasos que llamó “el algoritmo” y que invocó en repetidas ocasiones a los empleados. Consistía, por orden, en esto: cuestionar los requisitos, eliminar partes o procesos, simplificar y optimizar, acelerar los procesos y, por último, automatizar. “Me convertí en un disco rayado con respecto al algoritmo”, afirmó Musk a Isaacson.

SpaceX

Musk creó SpaceX para ayudar a la humanidad a convertirse en una especie multiplanetaria. Hasta ahora, el éxito de la empresa es mérito de su voluntad de aceptar riesgos, a veces con éxito y a veces no.

- Para lograr vuelos interplanetarios en el futuro, SpaceX necesitaba encontrar una manera de ganar dinero en el presente. Así que, en 2015, Musk anunció Starlink, tratando de aprovechar el lucrativo mercado de la prestación de servicios de internet, en este caso a través de una constelación de satélites de órbita baja. El servicio se ha convertido en un salvavidas vital para personas en zonas de guerra y ha ayudado al Ejército ucraniano a defenderse de la invasión rusa. Pero Musk también ha sido criticado por no permitir que Ucrania utilizara el servicio para lanzar un ataque con drones contra una base naval rusa el año pasado, temiendo que hubiera provocado una escalada mayor en la guerra. “No queríamos formar parte de eso”, comentó Musk.

- En 2021, SpaceX envió por primera vez con éxito una tripulación a orbitar sin tener un astronauta profesional a bordo. Después, Musk reflexionó sobre el papel que él y su empresa habían desempeñado en el avance de la exploración espacial. “Construir autos eléctricos para el mercado de masas era inevitable”, explicó. “Habría ocurrido sin mí. Pero convertirnos en una civilización espacial no es inevitable”. Y añadió: “Este vuelo fue un gran ejemplo de cómo el progreso requiere la acción humana”.

Elon Musk posa con el cohete SpaceX Falcon Heavy, en el Centro Espacial Kennedy de la NASA en Cabo Cañaveral, Florida, el 5 de febrero de 2018. (Todd Anderson/The New York Times)

Walter Isaacson, que escribió “Steve Jobs” y “Los innovadores: los genios que inventaron el futuro”. (Vanessa Vick/The New York Times)

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