Hace siete años, escribí un ensayo en el que describí cómo sería mi vida si no tuviera dificultades para ahorrar dinero. Imaginé la seguridad que me daría tener suficiente dinero ahorrado en caso de emergencia para salir de apuros si tuviera que dejar un empleo o una relación en la que sufriera abusos.
Pero escribir el ensayo y que se hiciera viral no cambió ni un ápice mi dificultad para manejar mi cuenta bancaria. En la construcción de mi casa financiera, seguí viviendo la existencia fracturada de albañil, incendiaria y bombera de mi propio hogar.
En esa época, comencé a sospechar que padecía trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), después de ver que cada vez más personas publicaban sobre el tema en Instagram. Pero como pensé que tener TDAH solo quería decir que podía ser distraída y una evaluación de 90 minutos costaba 260 dólares, preferí esperar a obtener un diagnóstico.
En 2021, a los 39 años, mi frustración llegó a tal punto que decidí reunir el dinero para la prueba. Mi diagnóstico me entregó un mapa del paisaje mental en el que había deambulado perdida durante cuatro décadas.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, a un mayor número de niños que de niñas se les diagnostica TDAH durante la infancia porque es más frecuente que los niños desplieguen el síntoma conocido de hiperactividad. Pero a más mujeres, que por lo regular despliegan la característica menos conocida de falta de atención, se les diagnostica cuando son mayores, en parte gracias a grupos de apoyo para TDAH y creadores de contenido que les ayudan a reconocer síntomas de ese trastorno que afecta el neurodesarrollo. La incidencia de diagnósticos de TDAH en mujeres entre los 23 y los 49 años casi se duplicó entre 2020 y 2022.
Para muchas de nosotras, este diagnóstico explicó a la perfección lo que ocurría con nuestra cuenta de cheques. Como dijo una persona de un grupo de Facebook llamado Neurodivergent Finance/ADHD Finance: “Ustedes entienden el pánico”.
Seguidores en TikTok
La pandemia generó mayor concientización en torno al TDAH, según Sasha Hamdani, psiquiatra y especialista clínica en TDAH, porque “las personas quedaron fuera de una arquitectura previa que les daba estructura y estabilidad”.
Durante el confinamiento, un paciente de Hamdani le mostró un video de TikTok en el que alguien de doce años compartía una teoría, sin ningún fundamento médico, de que las personas que estornudan varias veces seguidas tienen más probabilidades de padecer TDAH.
Eso le dejó claro a Hamdani, que padece el trastorno, que en esas plataformas podía abundar la desinformación. Así que decidió hacer una serie de videos educativos breves, que supuso solo servirían como referencia para sus propios pacientes.
Ahora, soy una de sus numerosos seguidores en redes sociales y consumo contenido relacionado con su libro “Self-Care for People With ADHD” (Autocuidados para las personas con TDAH). Sus videos explicativos en TikTok, además de los de otros creadores, son como una especie de moneda que intercambio con las personas cercanas a mí que tienen TDAH. Nos enviamos mensajes con videos que le dan voz a nuestra experiencia. Algunas veces nos impresiona descubrir que la causa de ciertas dificultades (como mi letra dispareja) se relaciona con nuestro TDAH. También he utilizado los videos para explicarles mi conducta y mi perspectiva a mis amigos y a mi familia.
Hamdani comentó que los problemas de dinero, más que otros aspectos comunes del TDAH (como los retardos crónicos, las interrupciones o la sensibilidad al rechazo), hacen que la gente busque ayuda.
“El TDAH, en esencia, es una falla de varios controles de regulación”, explicó. “Es posible tener problemas para administrar el dinero por muy distintas causas”.
Explicó que ser incapaz de controlar los impulsos te hace gastar por impulso; tener dificultades con las funciones ejecutivas del cerebro y la planeación te dificulta hacer un presupuesto. Añadió que los problemas con la regulación emocional pueden hacerte gastar como un mecanismo para lidiar con las emociones.
Aliviar la comezón por dopamina
“La dopamina es la molécula mágica”, señaló Edward M. Hallowell, psiquiatra certificado y fundador de los Centros Hallowell para TDAH, donde me diagnosticaron. La dopamina, que es un neurotransmisor, interviene en la atención y el estado de ánimo y, según explica Hallowell, es el gran mediador del placer. “Cuando tienes acceso adecuado a la dopamina, te proporciona placer, pero cuando ese acceso no es adecuado, te conviertes en un adicto”, señaló. “Es una pequeña molécula muy poderosa… la gente hace de todo con tal de sentir la reacción causada por la dopamina”.
Explicó que las personas que sufren TDAH necesitan más estímulos para sentir el placer ordinario que siente la mayoría de la gente, por lo que con frecuencia recurren a medios más extraordinarios para obtenerlo.
“La vida ordinaria sencillamente no es suficiente para nosotros”, comentó Hallowell, quien también padece TDAH”. Otras personas no necesitan el empujón adicional de dopamina para sentirse bien por estar vivas, pero nosotros sí lo necesitamos. Es lo que llamo la comezón típica del TDAH. Es crucial, porque la forma en que decides aliviarla cambia todo”.
A esta comezón a veces se le llama síndrome de deficiencia de la recompensa. Mencionó que gastar es una forma de aliviar la comezón: en este caso, mientras más caro es el artículo, más emoción te da.
Superar el impuesto del TDAH
Tras acumular una deuda de 15.000 dólares por gastos impulsivos, Ellyce Fulmore llegó a un punto de quiebre durante la pandemia, cuando el hecho de perder su rutina exacerbó su incapacidad de concentrarse. También pasaba mucho tiempo en TikTok, donde descubrió distintas maneras en que los síntomas del TDAH, como la falta de atención, se manifiestan en las mujeres. Le diagnosticaron este trastorno en diciembre de 2020.
Fulmore, educadora en finanzas para personas con TDAH y autora del libro de próxima publicación “Keeping Finance Personal” (Mantener personales las finanzas), explicó que uno de los principales retos para quienes padecen este trastorno es lo que se llama el impuesto del TDAH: los costos adicionales en que incurren las personas debido a sus síntomas.
Fulmore ofrece un programa de administración del dinero para personas con TDAH que incorpora todo lo que pueda hacerlo emocionante, novedoso o interesante, para seguir el camino de la dopamina hacia el éxito financiero.
Fulmore utilizó gráficas con pegatinas, planeadores de colores para registrar avances y diarios con viñetas para “desenmarañar el sistema” de su cerebro. También decidió automatizar sus ahorros y los pagos de sus deudas.
“En mi caso, lo que ha ayudado ha sido olvidarme de muchas de las expectativas neurotípicas”, afirmó. “Voy a hacer las cosas de manera distinta, así que no va a ser nada parecido a lo que te enseñan en los cursos tradicionales de finanzas personales”.
Fulmore empezó a ir a terapia para manejar la vergüenza que había acumulado por vivir en un mundo que reflejaba el mensaje de que todas sus dificultades eran culpa suya. También empezó a tomar el medicamento estimulante Vyvanse, que le ayudó a concentrarse y gastar menos. Ahora la única deuda que tiene es su préstamo estudiantil.
Romper el ciclo de la vergüenza
Shannon D. Smith había dejado de usar su diario de finanzas. Cuando por fin se sentó a calcular sus gastos, entendió por qué había sentido que no tenía mucho dinero el mes anterior: su familia había gastado 700 dólares en comidas en restaurantes.
“Entonces lloré”, compartió Smith. “Me sentí irresponsable. Sentí que era una mala mamá. No dejaba de pensar que debería ser más sensata”.
No podía concentrarse en el trabajo, así que comenzó a preocuparle que fueran los primeros síntomas del mal de Alzheimer, enfermedad que han padecido otros familiares. Pero se dio cuenta de que cuando trabajaba en su propio negocio, no tenía problemas para concentrarse hasta la noche. Su médico identificó características del TDAH.
El diagnóstico de TDAH que recibió Smith el año pasado, a los 42 años, ayudó a explicar por qué batallaba para dejar la gratificación para más tarde.
También tenía arraigado el estereotipo de que las mujeres son malas para manejar el dinero.
“Estás totalmente convencida de que no eres capaz de manejar dinero y luego resulta que esa creencia es una especie de profecía que tú misma cumples”, comentó Smith.
Su diagnóstico le ayudó a buscar ayuda para ella y para sus hijos, pues sospecha que todos tienen TDAH, ya que los trabajos de investigación han demostrado que es hereditario. “Si hubiera tenido esta información cuando era más joven, podría haber avanzado mucho más”, se lamentó.
Sasha Hamdani, quien tiene casi un millón de seguidores en TikTok, revisa su cuenta en su teléfono en Kansas City, Kansas, en agosto de 2023. (Christopher Smith/The New York Times)
Ellyce Fulmore, a quien le diagnosticaron TDAH en diciembre de 2020 después de acumular una deuda de 15.000 dólares por gastos impulsivos, en Calgary, Alberta, Canadá, el 16 de agosto de 2023. (Todd Korol/The New York Times)