En la frenética oda al “headbanging” de Metallica de 1983, “Whiplash”, el guitarrista y vocalista de la banda, James Hetfield, ladra: “Nunca nos detendremos, nunca nos rendiremos, porque somos Metallica”. De alguna manera, a lo largo de cuatro décadas marcadas por el éxito pero también por la muerte, la adicción y, al menos, una casi implosión muy pública, la banda ha cumplido su palabra.
Este año, Metallica lanzó su undécimo álbum de estudio, “72 Seasons”. Su LP debut, “Kill ‘Em All”, también cumplió 40 años solo unos días antes de que el cuarteto llegara a Nueva Jersey para el primer concierto en América del Norte de su gira mundial M72. Metallica no es la única agrupación que está haciendo giras por estadios con miembros que pasan de los 60 años, pero no todas las bandas hacen que sus huesos se estremezcan con canciones que regularmente superan las 190 pulsaciones por minuto.
Esa tenacidad se hizo evidente este mes, la noche de un viernes en el MetLife Stadium, cuando la gira llegó a East Rutherford. La batería retumbó. Se impartieron “riffs”. Los solos derritieron los rostros de una multitud de alrededor de 80.000 personas de todas las edades, vestidas casi exclusivamente de negro.
Pero ¿cómo se mantiene fresca una banda después de, según la cuenta del baterista Lars Ulrich, tocar “Master of Puppets” 1697 veces en el escenario? La respuesta es “mezclarlo todo” constantemente, afirmó Ulrich, quien crea las listas de canciones de la banda el día de cada concierto, una “protección”, agregó, para evitar “terminar en piloto automático”.
Eso podría sonar obvio, pero no siempre fue así. “Hace treinta años, nos tomábamos muy en serio salir y ejecutar una lista de canciones”, explicó Ulrich por teléfono la semana pasada, cuando el objetivo era tocar todo a la perfección, casi de una manera robótica”.
Metallica —que también cuenta con el guitarrista Kirk Hammett y el bajista Robert Trujillo— comenzó a jugar con las canciones, originales o versiones de otras, que interpretaban al terminar los conciertos a medida que su catálogo fue creciendo. Hace unos 20 años, en la gira de su álbum “St. Anger”, el grupo se fijó una meta ambiciosa: nunca más tocar la misma lista de canciones dos veces.
Las fechas de la gira M72, la cual se extenderá hasta septiembre de 2024, están organizadas en torno a “fines de semana sin repeticiones”, con dos conciertos en cada ciudad con dos listas de canciones diferentes y dos bandas teloneras distintas. (La banda tocará dos fines de semana en la Ciudad de México, donde concluirá la gira). El escenario tiene forma de dona, con aficionados de pie por dentro y por fuera; esta configuración permite a los miembros de la banda estar de frente a diferentes partes de la multitud en diferentes momentos, y tiene cuatro configuraciones de batería, creando así múltiples primeras filas.
El proceso de “mezclarlo todo” con la lista de canciones es un asunto sorprendentemente complejo en sí. Las producciones de Metallica son majestuosas, y el elaborado programa de pirotecnia, iluminación y audio y video intersticial de la banda, entre otras florituras —el concierto de Nueva Jersey incluyó una lluvia de docenas de pelotas de playa negras y amarillas gigantes— históricamente ha desalentado a realizar cambios importantes en la lista. Tener cuatro kits de batería esta vez no simplificó las cosas.
Con el tiempo, la banda desarrolló lo que Ulrich bautizó como un sistema de “casillas” basado en los diferentes “grupos alimenticios” de canciones de la banda, una referencia a su sensación y tempo. La casilla 1 (de 16) en la gira M72, por ejemplo, siempre será para una canción con tempo medio alto, que sea una favorita de los aficionados —el primer día en MetLife fue “Creeping Death”— que tiene un “riff” de apertura rápidamente reconocible, que no es demasiado rápido ni complicado. Pero las canciones en esa casilla rotarán. La casilla 10 siempre debe ser una balada, como “Nothing Else Matters”. La canción de cierre siempre es “Master of Puppets” o “Enter Sandman”.
Ulrich habló en detalle sobre la lista de canciones de esa primera noche en el MetLife y ayudó a descifrar algunas de las notas. A continuación, extractos editados de esa conversación.
‘Creeping Death’
“Esta es una canción que llamaríamos una favorita de los aficionados, y no siempre la tocamos. Tiene muy buena energía en el “riff”, y se asienta en una especie de ritmo rápido sin llegar a ser tan acelerado como para convertirse en un rugido indistinguible. Pero tiene buenos acentos, buena dinámica. Tiene un “breakdown” después del segundo coro y el solo de guitarra, donde pasa a una parte perfecta para que el público grite junto con la canción, donde James hace que todos se involucren bastante (‘Die! Die! Die!’).
“¿Qué hace que una canción sea buena para abrir un concierto? Bueno, si le preguntas a cien personas obtendrás cien respuestas distintas. Así que nada de esto es ciencia. Pero después de un tiempo, empiezas a darte cuenta de manera instintiva de que una canción quizás funciona mejor que otra. A menudo, cuando estás de gira tras el lanzamiento de un disco, lo predeterminado es abrir con la primera canción del álbum con el que estás de gira. Quise no hacer eso a propósito, solo para desafiarnos un poco”.
‘72 Seasons’
“‘72 Seasons’ es la primera canción del disco más reciente, y también es la que le da el nombre al álbum. Tiene una verdadera dinámica de avance y mucha energía, y creo que realmente representa e indica el espacio mental, el estado de ánimo y la energía del nuevo álbum. Así que se siente como una gran manera de presentar lo que estamos haciendo por estos días.
“El título hace referencia a los primeros 18 años de tu vida; a grandes rasgos, es básicamente la idea de que las primeras 72 temporadas de tu vida moldean en quién te conviertes, para bien o para mal, y a medida que avanzas en la vida, intentas expandir esas experiencias, o tal vez eludirlas, alejarte de ellas”.
‘Fade to Black’
“Todos somos muy abiertos acerca de nuestro estado de ánimo y con el hecho de que todos nosotros lidiamos con varios niveles de salud mental. Se siente menos tabú de lo que era, digamos, hace 20 o 30 años. Creo que James, cada vez más, se siente muy cómodo en el escenario hablando de cómo le está yendo y cómo se siente, y a menudo nos conduce a ‘Fade to Black’ con algunos pensamientos personales o algo relacionado con cómo le está yendo en ese momento, con la intención de enviar buena energía a las personas que la están escuchando y se encuentran atravesando una dificultad. Y el mensaje es que no estás solo y que estamos juntos en esto. Soy hijo único. He luchado con ser un extraño y un solitario toda mi vida. Y, sabes, estar en una banda, dar conciertos y todo eso es el mejor remedio para sentir que no estoy solo”.
‘Orion’
“Esta es una que hemos disfrutado tocar un poco más en los últimos años; de hecho abrimos con este tema cuando tocamos con The Rolling Stones. Tiene una paleta única e ilustra las diferentes inspiraciones e influencias de composición que existen dentro de la banda. Cuando la tocamos, el espíritu de Cliff (Burton, el bajista original, quien falleció en 1986 en un accidente de tránsito del autobús de la banda) está sin duda presente en el recinto. Robert canaliza el espíritu de Cliff en la parte que toca tan increíblemente bien. Es un momento hermoso”.
‘Master of Puppets’
“‘Master of Puppets’ es de hecho la canción que más hemos tocado en directo; ha sido parte de cada gira desde que la lanzamos. Obtuvo un impulso significativo e inesperado el año pasado cuando se convirtió en parte del final de ‘Stranger Things’. ¿Quién hubiera pensado que una canción de hace 37 años que dura más de ocho minutos y es bastante pesada la mayoría del tiempo resonaría de la manera en que lo hace en una nueva y más joven generación de oyentes? ¿cuán locamente genial es eso?”.
Kirk Hammett y James Hetfield, de Metallica, en un concierto en el MetLife Stadium en East Rutherford, Nueva Jersey, el 4 de agosto de 2023. (Bryan Derballa/The New York Times)
James Hetfield de Metallica en concierto en el MetLife Stadium en East Rutherford, Nueva Jersey, el 4 de agosto de 2023. (Bryan Derballa/The New York Times)