El ejército invisible de Ucrania: los mecánicos que mantienen los tanques en funcionamiento

Detrás de los miles de soldados que luchan en la contraofensiva hay ingenieros y técnicos que realizan un trabajo esencial, y a menudo peligroso

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Miembros de la 37ª Brigada de Infantería de Marina reparando un vehículo cerca del frente en el sur de Ucrania el mes pasado (Diego Ibarra Sanchez/The New York Times)
Miembros de la 37ª Brigada de Infantería de Marina reparando un vehículo cerca del frente en el sur de Ucrania el mes pasado (Diego Ibarra Sanchez/The New York Times)

La furgoneta destartalada de un trabajador iba a toda velocidad buscando de un lado al otro de la calle de un pueblo cerca del frente de batalla en el sur de Ucrania. De repente, se detuvo en seco y tres hombres descargaron equipo pesado y desaparecieron en medio de la maleza.

Lo que buscaban, enterrados y ocultos bajo los árboles, eran tres enormes vehículos blindados de fabricación británica conocidos como Mastiffs (mastines). Suministrados al Ejército ucraniano para su esfuerzo de recuperar el territorio ocupado por Rusia en el sur de Ucrania, los Mastiffs necesitaban servicio.

Serhii Ivanov, el líder del equipo de mantenimiento, relató: “Nos llaman los cuidadores de perros”, en tono de broma en referencia a un apodo que surgió a raíz de que muchos de los vehículos blindados a los que dan servicio tienen nombres de razas de perros: mastines, “huskies”, loberos.

Detrás de los miles de militares ucranianos desplegados a lo largo de los más de 160 kilómetros del frente de batalla para la contraofensiva se encuentra un ejército pequeño de mecánicos, ingenieros y técnicos de armamento que son responsables de mantener en funcionamiento la creciente flota ucraniana de tanques, vehículos blindados y otros equipos hechos en Occidente.

Trabajan en campamentos en el bosque, en edificios abandonados a unos kilómetros del frente de batalla o como equipos móviles para averías, ya que llevan sus servicios a unidades militares a donde son desplegados para evitar remolcar el equipo por largas distancias de regreso a la base o incluso a fábricas en el extranjero.

Valerii Shershen, mayor y jefe de comunicación en el comando logístico ucraniano, explicó: “Los vehículos se necesitan en el frente ahora y esto nos permite tenerlos de regreso rápidamente en la línea del frente”. Como referencia a una cita del general John J. Pershing, comandante de las Fuerzas Expedicionarias Estadounidenses en la Primera Guerra Mundial, agregó: “La infantería gana batallas, la logística gana guerras”.

Sustitución del blindaje de un vehículo de apoyo táctico en un taller del sur de Ucrania (Diego Ibarra Sanchez/The New York Times)
Sustitución del blindaje de un vehículo de apoyo táctico en un taller del sur de Ucrania (Diego Ibarra Sanchez/The New York Times)

De manera similar a como los médicos de combate arriesgan su vida cada día para ayudar a los heridos, los mecánicos se han aventurado en el campo de batalla, por terrenos minados y fuego de artillería, para recuperar y reparar vehículos descompuestos o dañados por los bombardeos.

Un subcomandante de batallón habló de al menos seis mecánicos de su unidad que han muerto en los últimos meses.

Ivanov era jefe del departamento técnico en Mitsubishi Motors Ucrania hasta que dejó su empleo y su “oficina bonita” en la capital, Kiev, para unirse a las Fuerzas de Defensa Territorial cuando Rusia invadió hace dieciséis meses.

Fungió como comandante de pelotón durante meses hasta que el comando logístico del Ejército lo sacó de las trincheras para que ayudara a dar mantenimiento al creciente número de vehículos que la OTAN suministraba a Ucrania, muchos de ellos equipados con sofisticadas herramientas electrónicas y de diagnóstico.

Serhii Ivanov, jefe de equipo de mantenimiento, fue jefe del departamento técnico de Mitsubishi Motors Ucrania hasta que se incorporó a las fuerzas de defensa territorial tras la invasión rusa (Diego Ibarra Sanchez/The New York Times)
Serhii Ivanov, jefe de equipo de mantenimiento, fue jefe del departamento técnico de Mitsubishi Motors Ucrania hasta que se incorporó a las fuerzas de defensa territorial tras la invasión rusa (Diego Ibarra Sanchez/The New York Times)

Desde que comenzó a principios de junio, la contraofensiva ucraniana ha sufrido grandes bajas, con una gran cantidad de vehículos dañados y destruidos en campos llenos de minas y bajo constantes bombardeos aéreos y de artillería.

Las pérdidas han sido un duro golpe para Ucrania y han obligado al comando militar a ajustar sus tácticas. Mientras tanto, los mecánicos e ingenieros se han apresurado a recuperar los vehículos dañados de la OTAN, así como el equipamiento ruso capturado, para ponerlos de nuevo en funcionamiento.

Hace poco, en un campamento en el bosque perteneciente a la Trigésima Séptima Brigada Marina, cerca del frente de batalla, se colocaron vehículos devastados en espera de reparación bajo los árboles y se les pusieron encima redes de camuflaje.

Ihor, de 57 años, subcomandante de armas y mantenimiento, que usa el nombre Blago y dio solo su nombre de pila por razones de seguridad, comentó: “Estábamos preparados para recibir equipo dañado, es la guerra”.

Le dio a un equipo de periodistas de The New York Times un recorrido alrededor del campamento, el cual está dividido en áreas delimitadas para reparar vehículos blindados, tanques y piezas de artillería. También hay una pista de pruebas.

El equipo del Sr. Ivanov trabajando en el sistema de aire acondicionado de un vehículo blindado Mastiff  (Diego Ibarra Sanchez/The New York Times)
El equipo del Sr. Ivanov trabajando en el sistema de aire acondicionado de un vehículo blindado Mastiff (Diego Ibarra Sanchez/The New York Times)

Algunos de los vehículos ya no estaban en condiciones de ser reparados, ya que sus ruedas y motores estaban destrozados por explosiones de minas y su coraza abierta por el fuego de cohetes y artillería. Sin embargo, Ihor afirmó que sus equipos se las habían arreglado para reparar más de cuarenta vehículos blindados de la OTAN y ocho tanques en el campamento durante el mes pasado, a menudo con partes de los que resultaron destruidos.

Ihor señaló: “Tratamos de reusar todo”. Se acercó a un vehículo blindado Oshkosh de fabricación estadounidense que había sido quemado. Indicó: “No podemos arreglarlo, pero se convertirá en un donador: sus partes nos permitirán reparar otros siete vehículos”.

Por necesidad, las fuerzas ucranianas han hecho uso de armas y blindaje rusos capturados. En un patio, el jefe de armas y mantenimiento de la Trigésima Quinta Brigada de Marina, que usa el sobrenombre Hammer, aseguró que la brigada ha capturado más de 20 vehículos rusos en las últimas seis semanas de combate.

Entre los “trofeos”, había ocho vehículos de combate multipropósito rusos, que la brigada nunca antes había tenido, y un tanque T-72. Hammer dijo: “Sin los vehículos rusos capturados, no podríamos seguir adelante”.

Reparación de un vehículo de combate de infantería de la era soviética. Las fuerzas ucranianas se han visto obligadas a utilizar armamento ruso capturado (Diego Ibarra Sanchez/The New York Times)
Reparación de un vehículo de combate de infantería de la era soviética. Las fuerzas ucranianas se han visto obligadas a utilizar armamento ruso capturado (Diego Ibarra Sanchez/The New York Times)

Aun así, las tropas ucranianas han comenzado a valorar la protección proporcionada por el fuerte blindaje de los diversos vehículos de la OTAN, el cual salva más vidas que el antiguo equipo soviético, según declararon Hammer y otros mecánicos. Marines señalan que, aunque los militares y los marines sufrieron graves bajas en batallas recientes de la contraofensiva, muchos de ellos sobrevivieron dentro de vehículos de la OTAN.

Hammer manifestó que las rápidas y críticas reparaciones mantuvieron los vehículos de la OTAN en uso.

“Los rusos no pueden entender qué está sucediendo. Después de algunos días, el vehículo está de vuelta en el campo de batalla. De esta manera, se vuelven indestructibles”, concluyó Hammer.

© The New York Times 2023

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