A principios de este año, muchas de las minoristas más importantes buscaban a la persona correcta para ocupar el cargo de director ejecutivo. La mayoría de esas empresas ya encontró a esa persona y, salvo por contadas excepciones, se trata de un varón.
En meses recientes, minoristas de gran talla como Gap, Stitch Fix, Victoria’s Secret, Kohl’s, Vitamin Shoppe y RealReal han seleccionado varones para el cargo de director ejecutivo que antes ocupaba una mujer. Otras como Macy’s, VF Corp (propietaria de North Face y Timberland) y la marca italiana de jeans Diesel remplazaron varones con otros varones en los puestos directivos.
Luego, está el caso de Bed Bath & Beyond. Sue Gove era directora ejecutiva de la minorista de artículos para el hogar hasta que se declaró en quiebra en abril. Después, Overstock.com revivió a la empresa quebrada tras comprar su propiedad intelectual y adoptar su nombre. Este mes, el director general de Overstock, Jonathan Johnson, se convirtió en director ejecutivo de Bed Bath & Beyond.
En general, es raro que una mujer remplace a otra en el cargo de directora general, sea cual sea la industria, según un análisis de Catalyst, que trabaja con cientos de empresas para impulsar el desarrollo profesional de las mujeres.
“Me hace pensar en la película de Barbie”, se lamentó Kimberly Lee Minor, directora ejecutiva de la consultora Bumbershoot que tiene 30 años de experiencia laboral en la industria minorista. “Vivimos en una sociedad en que las mujeres controlan la mayoría del gasto de consumo. Aunque las mujeres toman las decisiones, todavía no hemos logrado avanzar y nos vemos forzados a seguir este ciclo”.
A pesar de que el número de directoras ejecutivas había ido al alza en años recientes, ahora casi el 90 por ciento de las empresas incluidas en la lista Fortune 500 tienen a un varón al mando. De las 86 minoristas incluidas en la lista Fortune 1000, 13 tenían directoras ejecutivas en julio de 2023, una ligera baja con respecto al año anterior, según la empresa de reclutamiento de ejecutivos Heidrick & Struggles. Desde hace mucho tiempo, los ejecutivos de la industria minorista han reconocido sin dudar que, en la mayoría de los casos, las mujeres determinan las compras, pues toman la mayoría de las decisiones relativas al gasto en el hogar. Además, la fuerza de trabajo a nivel inicial en la industria está conformada en su mayoría por mujeres. El 72 por ciento de los cajeros son mujeres y alrededor de la mitad de los vendedores en las empresas minoristas son mujeres, según datos de la Oficina de Estadísticas Laborales.
Uno de los motivos por los que muchas empresas han contratado varones quizá sea la tensión económica que han sufrido las minoristas este año 2023. En épocas de incertidumbre, las empresas prefieren evitar los riesgos y buscan ejecutivos con experiencia financiera y una trayectoria demostrada en compañías anteriores, según algunos académicos y personas que trabajan en firmas dedicadas a la búsqueda de ejecutivos. Esta postura tiende a perpetuar decisiones de contratación previas y provoca que las empresas que buscan personas con experiencia encabecen un giro total.
Si bien la economía estadounidense ha evitado una recesión que muchos temían podría presentarse en el primer semestre de 2023, todavía existen muchas dificultades que deben sortear las minoristas. Las empresas se están ajustando a una base de consumidores que no gastan tanto como al principio de la pandemia, cuando la ciudadanía en conjunto tenía más ahorros. Las minoristas de ropa y sus accionistas sienten ahora esta baja, pues la respuesta de los consumidores a la persistente inflación es dejar de comprar artículos que no son indispensables. Aunque hubo avances durante la pandemia, la industria todavía lidia con la realidad del comercio electrónico, el papel cambiante de las tiendas, así como los retos y las oportunidades que presenta la inteligencia artificial.
“La representación de género y la representación de diversidad en general llegaron para quedarse, sin duda en las empresas de consumo y definitivamente en las minoristas”, afirmó Catherine Lepard, quien se encarga de realizar búsquedas de ejecutivos para firmas minoristas en Heidrick & Struggles. “Sin embargo, lo que hemos observado en 2023, porque para tantas minoristas ha sido un año muy difícil, es que la primera prioridad es sencillamente asegurarse de tener al atleta adecuado en el trabajo, independientemente de otros factores, para cumplir con el trabajo y garantizar que todavía exista la compañía para 2024 y un futuro sostenible para los empleados y los accionistas”.
Christy Glass, profesora de Sociología en la Universidad Estatal de Utah que se ha dedicado desde hace 16 años a realizar estudios de género y representación racial en el sector corporativo de Estados Unidos, comentó que no le sorprende la tendencia actual en las contrataciones. Sus investigaciones han demostrado que, en general, se seleccionan mujeres para cubrir el puesto de director general cuando la empresa pretende comunicar que ha adoptado una estrategia osada frente a una situación financiera precaria, un concepto que por lo regular se designa "acantilado de cristal". Esto concuerda con la designación de Gove en Bed Bath & Beyond y la contratación de Sonia Syngal como directora ejecutiva de Gap Inc. en marzo de 2020, justo cuando se difundieron de manera generalizada noticias sobre la pandemia de coronavirus (Syngal salió de la empresa en julio de 2022; por su parte, Gap contrató hace poco a Richard Dickson como director general).
La contratación de más varones como directores ejecutivos podría considerarse una expresión del “efecto del salvador”, señaló Glass, quien trabaja en un estudio sobre los despidos de ejecutivos.
“Creo que, durante una crisis, la postura del acantilado de cristal es proponer la lógica de que ‘vamos a mostrarles a los accionistas, al público y las partes interesadas que estamos dispuestos a seguir una nueva dirección muy osada’ y una manera de demostrar esa osadía es designar a una mujer como directora ejecutiva”, explicó Glass. “En cambio, luego el efecto del salvador es una forma de decir: ‘Bueno, intentamos aquello. Ahora, vamos a regresar a lo habitual, a una opción segura y estable para sortear esta crisis’”.
No obstante, hay motivos para mantener el optimismo. Lorraine Hariton, directora ejecutiva de Catalyst, hizo notar que el porcentaje de mujeres al frente de empresas de la lista Fortune 500 se duplicó en los últimos 5 años (aumentó del 4,8 al 10,4 por ciento).
Y en vista de que la industria enfrenta mayores disrupciones, es posible que más empresas busquen fuera de la industria para atraer a personas más talentosas que puedan aportar distintas habilidades. Eso podría abrir más rutas para que las ejecutivas consigan un puesto de alta gestión.
“Las fórmulas antiguas no funcionan”, afirmó Hariton. “Durante una situación de gran trastorno en la organización es cuando buscan fuera y es posible que exista apertura a un conjunto más amplio de talento y, en ese caso, me parece que más mujeres tendrán oportunidades”.
Varias empresas prominentes han contratado en tiempos recientes a varones para cubrir puestos ejecutivos que, en muchos casos, antes ocupaban mujeres. (Amanda Cotan/The New York Times)