¿Tienes mariposas muertas tiradas por ahí? Considera la posibilidad de enviárselas al gobierno de Estados Unidos.
Funcionarios del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por su sigla en inglés), una agencia que investiga los riesgos medioambientales, están solicitándoles a los habitantes de seis estados que envíen por correo mariposas, polillas y hespéridos muertos para ayudar a los científicos a investigar las causas del declive de la población de estos insectos voladores, según informó la agencia la semana pasada.
Se les pide a los habitantes de Alabama, Georgia, Kansas, Nebraska, Oklahoma y Texas que contribuyan con la creación de la Colección de Investigación de Lepidópteros, que será un depósito nacional, con sede en Kansas, de mariposas, polillas y otras especies clasificadas como lepidópteros.
Las personas que contribuyan podrán consultar sus envíos en un registro en línea y los especímenes enviados estarán a disposición de los científicos federales para cualquier investigación que deseen realizar. Estos analizarán los insectos en busca de contaminantes y otros factores ambientales.
“Sabía que, cuando lo dijera en voz alta, no habría garantías de que funcionara”, afirmó Julie Dietze, física científica del USGS con sede en Kansas, a quien se le ocurrió la idea de hacer la convocatoria para la población a nivel nacional.
“Pero, ¿y si funciona?”, se preguntó Dietze. “Sería genial, porque la gente se involucraría de verdad en la ciencia ciudadana”.
La agencia ha recibido unos cien especímenes desde que se puso en marcha el programa piloto en abril, una cifra modesta pero alentadora, según Dietze. Ella espera que aumente.
Los insectos, el contrapeso de las cadenas alimentarias y polinizadores esenciales que ayudan a nutrir ecosistemas enteros, están en declive rampante en todo el mundo.
Esta tendencia preocupante se extiende a los lepidópteros. Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), un organismo internacional que supervisa el estado de las especies, la querida mariposa monarca, un vistoso insecto de alas anaranjadas en el que se centra el estudio del USGS, es una especie en peligro de extinción. En los últimos 20 años, la cantidad de mariposas monarca en Estados Unidos se desplomó un 90 por ciento, lo que representa una disminución de 900 millones de insectos, de acuerdo con los científicos.
Según Arthur Shapiro, catedrático emérito de Ecología de la Universidad de California en Davis, quien lleva décadas investigando el declive de los lepidópteros, la reducción abrupta de la cantidad de mariposas puede deberse a factores múltiples, como el cambio climático, la pérdida de su hábitat y el uso desenfrenado de pesticidas.
Además, dijo que uno de los posibles culpables es un grupo de insecticidas muy utilizados, conocidos como neonicotinoides.
Shapiro comentó que, “en el monitoreo a largo plazo, la reducción en la cantidad de mariposas coincide en el tiempo con la implementación de los neonicotinoides en la agricultura, y la misma coincidencia (si lo es) se ha observado en el Reino Unido y en Europa”.
Además, Shapiro señaló que los científicos llevan mucho tiempo estudiando las mariposas para obtener información más amplia sobre procesos ecológicos como la pérdida de hábitats, que tienen consecuencias graves para los seres humanos.
“Lo que ocurre con las mariposas nos anuncia un peligro”, aseveró Shapiro. “Si las mariposas están en peligro, significa que muchas otras cosas también lo están”.
Shapiro señaló que es probable que las olas de calor recientes hayan matado a muchas de las mariposas que la gente envió y apoya “cualquier cosa que proporcione información sobre lo que está ocurriendo en realidad” con ellas, pero advirtió que el estudio podría arrojar luz sobre los factores específicos relacionados con los insectos en el declive de la población, como los pesticidas, y no sobre los factores ambientales, como las olas de calor y la pérdida de hábitat.
De acuerdo con Dietze, los investigadores del USGS analizarán las mariposas y polillas en busca de contaminantes como el herbicida glifosato y los neonicotinoides. La fecha límite para los envíos por correo es el 1.° de noviembre, pero si, por ejemplo, el programa gana adeptos entre los entusiastas de las mariposas y los salones de clases de las secundarias, Dietze espera que la agencia pueda ampliar el programa de manera indefinida y extender su alcance a otros estados e insectos.
Los seis estados del programa piloto se eligieron en parte porque se encuentran en la ruta migratoria de la mariposa monarca oriental, que comienza al este de las Montañas Rocosas y termina al sur, después de un viaje de casi 5000 kilómetros, en la zona central de México.
Según el folleto del USGS, los habitantes de los seis estados que cumplen los requisitos pueden meter sus mariposas y polillas muertas en una bolsa de plástico resellable y enviarlas en un sobre cerrado al centro de recolección de Lawrence, Kansas. Se aceptan mariposas dañadas o trozos parciales, aunque los especímenes deben medir más de 5 centímetros. El folleto les pide a los habitantes que congelen los insectos para conservarlos si no los envían en un plazo de tres días.
Fotografía sin fecha proporcionada por Wagner/USGS de muestras de mariposas. (Wagner/USGS vía The New York Times)
Fotografía sin fecha proporcionada por Wagner/USGS de Julie Dietze, científica del Servicio Geológico de Estados Unidos, en el laboratorio con una polilla esfinge y otros lepidópteros. (Wagner/USGS vía The New York Times)