En junio, al día siguiente de que Elon Musk desafió a Mark Zuckerberg en las redes sociales a “una pelea en jaula”, Dana White, presidente de Ultimate Fighting Championship (UFC), recibió un mensaje de texto.
Era de Zuckerberg, director ejecutivo de Meta, quien le preguntó a White, director de la competencia de artes marciales mixtas más importante del mundo —que se pelea en octágonos con forma de jaula— si Musk hablaba en serio sobre la pelea.
White llamó a Musk, quien dirige Tesla, Twitter y SpaceX, y confirmó que estaba dispuesto a combatir. White luego le transmitió eso a Zuckerberg. En respuesta, Zuckerberg publicó en Instagram: “Envíame ubicación”, una referencia al eslogan de Khabib Nurmagomedov, uno de los atletas más premiados de la UFC.
Desde entonces, dijo White, ha hablado todas las noches con los multimillonarios de la tecnología por separado para organizar el enfrentamiento. Afirmó que el martes estuvo en una conversación telefónica “hasta las 12:45 a. m. con esos dos y ambos quieren hacerlo”.
Si pensabas que una pelea en jaula entre dos de los hombres más ricos del mundo solo era una treta publicitaria descabellada para las redes sociales, piénsalo de nuevo.
White dijo que en los últimos 10 días él, Musk y Zuckerberg, con la ayuda de asesores, han negociado entre bastidores y están avanzando poco a poco hacia el combate físico. Si bien no hay garantías de que se lleve a cabo la pelea, las condiciones generales del evento se están definiendo, afirmaron White y tres personas con conocimiento de las conversaciones.
White señaló que la pelea sería de exhibición y quedaría fuera de los acuerdos de derechos y la jurisdicción oficial de UFC, aunque él ayudaría a producir el evento. White y una persona familiarizada con las conversaciones indicaron que los líderes tecnológicos acordaron que debería incluirse un componente de filantropía, y aún se están arreglando los detalles. La ubicación que preferirían sería Las Vegas, donde se requiere la aprobación de la Comisión Atlética de Nevada. El jueves, Musk tuiteó que el evento también podría ocurrir en el Coliseo Romano.
En general, los amigos y asesores de Zuckerberg han apoyado la pelea, dijeron dos personas cercanas a él, aunque otros dijeron que una pelea sería una distracción y no es la mejor manera de emplear su tiempo. Una persona cercana a Musk dijo que, aunque odiaba los deportes y no parecía tener la disciplina para entrenar con regularidad, no se podía descartar nada con él.
Si el enfrentamiento entre Musk, de 52 años, y Zuckerberg, de 39, sigue adelante, sería un espectáculo fuera de lo común, incluso en el universo lleno de fanfarronería de la industria tecnológica. Aunque Steve Jobs y Bill Gates solían atacarse, lo más cercano a disputas deportivas reales que el mundo de la tecnología había tenido antes de esto fue entre multimillonarios aficionados a los yates como Larry Ellison de Oracle y Hasso Plattner de SAP.
¿Pero dos titanes de la tecnología multimillonarios peleándose, golpeándose y pateándose en un estadio de Las Vegas o en Roma? Nadie lo habría soñado.
Meta se negó a hacer comentarios. Musk no respondió a una solicitud de comentarios.
Durante mucho tiempo, Zuckerberg y Musk han vacilado entre ser competidores, amienemigos y enemigos absolutos. Ambos se han criticado mutuamente a lo largo de los años por incidentes con los cohetes SpaceX de Musk, los escándalos de privacidad de datos en Meta y más. Hace poco, Zuckerberg mandó a un equipo de Meta a crear un competidor para el Twitter de Musk, cuyo nombre en código es Proyecto 92.
Si llevan su rivalidad más allá de esas burlas, White dijo que le preocupan las diferencias físicas entre los multimillonarios. Además de su diferencia de edad de 13 años, se dice que Musk pesa al menos 31 kilogramos más que Zuckerberg. En los combates oficiales de MMA, los contrincantes generalmente se emparejan por peso.
“Tenemos dos muchachos que nunca han peleado de manera profesional y están en dos categorías de peso completamente diferentes”, dijo White. Sin embargo, “será la pelea más grande en la historia de los deportes de combate”, comentó.
Zuckerberg está especialmente familiarizado con el mundo de UFC. Durante los últimos 18 meses, se ha embarcado en un viaje personal para ganar masa muscular y profundizó en el jiu-jitsu brasileño, un arte marcial de agarre en el que los competidores intentan someter a su oponente y que se usa en las peleas de UFC.
En 2021, Zuckerberg comenzó a entrenar por diversión, principalmente en su garaje, donde construyó lo que llamó una “miniacademia” con un círculo de amigos que entrenan con él. Dijo que apreciaba que en el jiu-jitsu brasileño se requiriera “100 por ciento de concentración” y pensamiento estratégico para derrotar a un oponente en vez de fuerza bruta.
Zuckerberg ha buscado la guía de expertos en artes marciales, incluidos Dave Camarillo, James Terry y Khai Wu. En mayo, compitió en su primer torneo público de artes marciales en Redwood City, California, al que asistió encubierto hasta el momento en que se quitó el sombrero y las gafas de sol para pelear. Ganó medallas de oro y plata en la contienda.
Musk, por otro lado, tuiteó que “casi nunca” hace ejercicio y una vez sufrió una lesión en la espalda que requirió cirugía después de participar en una exhibición con un luchador de sumo. Este mes, dijo que se había entrenado en “judo, Kyokushin (o full contact)”, dos artes marciales japonesas, y en “peleas callejeras sin reglas”.
“Musk lo dejó muy claro: ‘No voy a perder peso’”, dijo White sobre la estrategia de Musk para el posible enfrentamiento. Y dice que también le preguntó: “¿Vamos a pelear o no vamos a pelear?”.
Las conversaciones sobre un combate de exhibición, una ‘pelea en jaula’, entre los multimillonarios tecnológicos Mark Zuckerberg y Elon Musk han progresado y se están definiendo los parámetros del evento. (Nick Little/The New York Times)