¿Recuerdan la “recesión femenina”? ¿Y la ola de jubilaciones anticipadas o el ejército de desertores silenciosos en Estados Unidos?
Para los economistas y otros analistas, la economía de la pandemia y de la pospandemia ha sido una lección de humildad. Una y otra vez, se ha demostrado que las predicciones sobre las maneras en que el mercado laboral había cambiado definitivamente son temporales o incluso ilusorias.
Las mujeres perdieron sus empleos a inicios de la pandemia, pero han regresado a sus puestos de trabajo en cifras nunca antes vistas, lo que hace que la recesión femenina haya sido un fenómeno transitorio. Las jubilaciones se dispararon junto con los fallecimientos por el coronavirus, pero muchos trabajadores mayores han regresado al mercado laboral. Incluso la persona a la que se le atribuye haber dado inicio a una conversación a nivel nacional cuando publicó un video de TikTok sobre hacer lo mínimo indispensable en el trabajo ha sugerido que tal vez las “renuncias silenciosas” no sean el camino del futuro, en cambio ahora propone que renunciemos a gritos.
Esto no quiere decir que nada haya cambiado. En un mercado laboral históricamente fuerte con muy poco desempleo, los trabajadores tienen mucho más poder de lo habitual, así que están obteniendo mejores salarios y nuevos privilegios. Además, el cambio al trabajo a distancia para muchos puestos administrativos sigue reorganizando la economía de maneras sutiles, pero importantes.
Pero la gran lección de la recuperación de la pandemia es simple: el mercado laboral estadounidense no empeoró de manera permanente por el revés que sufrió, sino que evoca las consecuencias de la recesión de 2008 cuando los economistas tampoco creían en la capacidad del mercado laboral para recuperarse y, de igual manera, se demostró que estaban equivocados cuando la economía se fortaleció.
“Este gremio no ha asimilado por completo las lecciones de la recuperación de la Gran Recesión”, señaló Adam Ozimek, economista principal en Economic Innovation Group, una organización de investigación en Washington. Ozimek cree que una de esas lecciones es: “No apuestes en contra del trabajador estadounidense”.
Este es un resumen de las narrativas sobre el mercado laboral que surgieron y cayeron durante la recuperación de la pandemia.
Cierta, pero concluida: la “recesión femenina”
Las mujeres perdieron muchos de sus empleos al inicio de la pandemia y a la gente le preocupaba que quedaran en una peor posición persistente en el mercado laboral, pero se ha demostrado que ese no fue el caso.
De hecho, después de la pandemia el empleo ha repuntado más rápido entre las mujeres que entre los varones; tanto así que, hasta junio, la tasa de empleo para las mujeres en sus mejores años de trabajo, que por lo general se establecen de los 25 a los 54, fue la más alta registrada. (El empleo entre los varones en sus mejores años de trabajo ha regresado al nivel anterior a la pandemia, pero sigue estando lejos de ser un récord).
Desaparecida: las jubilaciones anticipadas
Otra narrativa frecuente de principios de la pandemia fue que provocaría una ola de jubilaciones anticipadas.
Desde siempre, cuando la gente pierde su empleo o lo deja más adelante en su vida laboral, casi nunca regresa a trabajar y en efecto se jubila, ya sea que lo llamen así o no. Entonces, cuando millones de estadounidenses de cincuenta y tantos y sesenta y tantos años dejaron la fuerza laboral a principios de la pandemia, muchos economistas no creían que fueran a regresar.
Pero la ola de jubilaciones anticipadas en realidad nunca se materializó. Los estadounidenses de entre 55 y 64 años regresaron a trabajar tan rápido como sus compañeros más jóvenes y ahora están empleados en mayor proporción que antes de la pandemia. Es posible que algunos se hayan visto obligados a volver a trabajar por la inflación; otros siempre habían planeado regresar y lo hicieron tan pronto como se sintieron seguros.
La narrativa de la jubilación no era del todo incorrecta. Muchos de los estadounidenses mayores de la edad de jubilación normal —65 años y más— siguen sin regresar a trabajar. Eso está contribuyendo a que se reduzca el tamaño de la fuerza laboral general, sobre todo porque la cantidad de estadounidenses de sesenta y tantos y setenta y tantos años está aumentando con rapidez mientras más trabajadores nacidos durante la explosión de natalidad alcanzan la edad de jubilación.
Cuestionable: la recesión de los empleados administrativos
Los despidos en las empresas grandes del sector de la tecnología han generado un debate sobre la recesión de los empleados administrativos, o una que afecta sobre todo a los trabajadores del acaudalado sector de la tecnología y la información. Pese a que, sin duda, esos despidos fueron difíciles para quienes los sufrieron, no han estado muy visibles en los datos generales sobre el empleo.
Parece que, por el momento, los empleados muy calificados están llegando a cargos nuevos y diferentes con bastante rapidez. El desempleo sigue siendo muy bajo para los servicios de información, profesional y de negocios, que son las industrias administrativas distintivas que abarcan gran parte del sector de la tecnología. Además, recientemente, los despidos en tecnología se han desacelerado.
Compleja: los hombres que faltan
Por un momento parecía que los varones jóvenes y de edad mediana —de entre 25 y 44 años— no iban a regresar al mercado laboral de la manera en que otras poblaciones lo habían hecho. Pero durante los últimos meses, finalmente han estado recuperando sus tasas de empleo previas a la pandemia.
Esa recuperación llegó mucho después que la de algunos otros grupos: por ejemplo, todavía falta que los varones de 35 a 44 años sostengan con consistencia las tasas de empleo que coincidan con su promedio de 2019, mientras que el año pasado las mujeres de ese grupo de edad superaron la tasa de empleo anterior a la pandemia. Pero los avances recientes indican que, aunque los hombres estén tardando más en recuperarse, poco a poco están ganando terreno.
Falsa (de nuevo): el mercado laboral no se recuperará por completo
Todas estas narrativas comparten un hilo conductor: aunque algunas personas no querían que hubiera conclusiones adelantadas, muchos especialistas en mercado laboral no creían que se recuperaría por completo del embate de la pandemia, al menos a corto plazo. Sin embargo, el repunte ha sido rápido y extenso y ha desafiado las narrativas pesimistas.
“La gente quiere adaptarse y trabajar: eso casi siempre es cierto”, señaló Julia Coronado, fundadora de la empresa de investigación MacroPolicy Perspectives. Coronado observa que la reserva de trabajadores disponibles aumenta más con el tiempo y en medio de la continua inmigración. “Las personas son resilientes y resuelven las cosas”.
Para los economistas y otros analistas, la economía de la pandemia y de la pospandemia ha sido una lección de humildad. Una y otra vez, se ha demostrado que las predicciones sobre las maneras en que el mercado laboral había cambiado definitivamente son temporales o incluso ilusorias. (Monica Garwood/The New York Times)