Casi dos meses después del levantamiento de la orden sanitaria que le permitía a Estados Unidos expulsar con rapidez a los migrantes en la frontera sur, la cantidad de migrantes que cruzan al país no solo disminuyó de manera dramática, sino que también se ha mantenido relativamente baja.
Desde el 12 de mayo, el promedio diario de cruces ilegales ha sido de unos 3360, según datos del Departamento de Seguridad Nacional. En marzo de 2022, ese promedio fue de unos 7100.
El gobierno del presidente Joe Biden ha recibido con beneplácito el descenso en los cruces, a pesar de haber experimentado niveles históricos de inmigración ilegal durante la mayor parte de su mandato.
Las autoridades esperaban que la expiración de la norma de salud pública, conocida como Título 42, produjera una cantidad aún mayor de cruces ilegales, pues creían que el cambio de política podría provocar un caos si los inmigrantes que no habían podido solicitar asilo de repente iban a poder hacerlo. Sin embargo, esas predicciones se hicieron antes de que el gobierno de Biden introdujera políticas pensadas para frenar un posible repunte. El aumento de los cruces ilegales llegó en los días previos a la expiración de la norma.
No obstante, según las autoridades, después de casi dos años con una cantidad de cruces más alta de lo habitual, esta calma no va a durar. Determinar los factores de los aumentos y descensos de la migración no es una ciencia exacta. Las tendencias migratorias mundiales, las impugnaciones y los cambios políticos en Estados Unidos y en los países de los que emigra la mayoría de los migrantes podrían impactar la variación de las cifras. Sin embargo, a continuación, presentamos algunas teorías fundamentadas de funcionarios gubernamentales y expertos externos basadas en las condiciones actuales.
Por qué han disminuido los cruces fronterizos
Los cambios en las políticas fronterizas provocaron cambios temporales en los patrones migratorios.
Las autoridades creen que los migrantes han estado esperando a ver qué sucede desde el 12 de mayo, después de que se levantó la norma de salud pública —la cual llevaba tres años en vigor— y se introdujeron políticas que restringen el acceso al asilo y crean nuevas vías legales.
Las nuevas políticas ya están enfrentando recursos judiciales, lo cual abre la posibilidad de que la sentencia de un juez pueda cambiar alguna de ellas, las suspenda de manera temporal o las termine por completo. Por lo tanto, muchos migrantes están a la espera de ver si las políticas son definitivas.
También están observando cómo les va a los demás en la frontera estadounidense y si encuentran nuevos obstáculos en su intento por cruzar a Estados Unidos, comentó Falko Ernst, analista principal para México de International Crisis Group.
“Es posible que haya personas que se quedan esperando porque escuchan historias y están asustadas” de que las nuevas políticas les dificulten más cruzar la frontera, opinó Ernst.
Las nuevas opciones para venir a Estados Unidos implican menos cruces ilegales.
Las autoridades creen que menos inmigrantes cruzan de manera ilegal porque aprovechan una opción más estructurada y segura para pedir una oportunidad de asilo, así como nuevas vías legales que el gobierno de Biden ha creado para que ciertas nacionalidades entren al país.
En el centro y norte de México, los migrantes pueden tener acceso a una aplicación gubernamental en sus teléfonos inteligentes, donde pueden solicitar una cita en un puerto de entrada oficial en la frontera con Estados Unidos. Aunque se han presentado algunos problemas técnicos con la aplicación, tan solo en mayo casi 30.000 personas la utilizaron para pedir cita, según datos recientes del gobierno.
Además, los migrantes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela pueden solicitar la oportunidad de vivir y trabajar en Estados Unidos durante dos años gracias a un permiso humanitario especial. En abril, el gobierno de Biden anunció que algunos migrantes de El Salvador, Guatemala y Honduras iban a calificar para entrar en un programa de reunificación familiar. Estos programas, cuyo inicio se espera para este mes, permiten que ciertos migrantes que buscan reunirse con familiares directos entren en Estados Unidos y luego soliciten la tarjeta de residencia o
“green card”.
Acciones ejecutivas en las fronteras de México y Guatemala han dificultado más el cruce de los migrantes a territorio estadounidense.
México ha tomado medidas como limitarles a los migrantes la capacidad para viajar por todo el país, lo cual les dificulta más llegar a la frontera estadounidense. También está llevando en avión al sur del país a algunos migrantes que Estados Unidos deportó recientemente. Esto pone más distancia entre los migrantes y la frontera estadounidense, lo cual les dificulta más la situación a quienes quieran volver a cruzar de manera ilegal.
Por qué se espera un aumento de los cruces fronterizos
Los factores que impulsan la migración no han cambiado.
Todavía hay pobreza extrema, violencia e inestabilidad política en los países de los que huye la gente, como Haití, Cuba, Venezuela y Nicaragua y otras naciones centroamericanas.
Los emigrantes siguen viajando al norte, aunque sea a un ritmo más lento.
“Estoy seguro de que hay mucha gente que está entrando en el hemisferio y la mayoría se dirige hacia acá”, declaró Benjamine Huffman, alto funcionario de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, en una audiencia frente al Congreso el 6 de junio. “Vemos las noticias. Vemos los refugios que tienen gente”.
Hasta el 14 de junio había unos 104.000 migrantes en el norte de México, a unas ocho horas de la frontera con Estados Unidos, según un estimado de los servicios de inteligencia que el gobierno de Biden presentó en un documento judicial reciente. Y hay más a lo largo de la ruta desde Colombia, donde suelen comenzar los viajes en el hemisferio occidental.
Si las políticas del gobierno de Biden siguen vigentes y no ocurren cambios como parte de las impugnaciones, con el tiempo los cruces también podrían comenzar a aumentar otra vez.
El riesgo de sufrir violencia o la muerte supera el riesgo de no entrar en Estados Unidos.
Los migrantes que están esperando en algún punto de su camino a Estados Unidos podrían considerar que es un riesgo tan grande quedarse ahí, sobre todo en México, que preferirían arriesgarse a cruzar la frontera sur de manera ilegal, opinó Ernst, el analista de International Crisis Group.
Los criminales y los cárteles buscan poblaciones vulnerables como los migrantes. Según Ernst, si se quedan en un solo lugar, se vuelven blancos para trabajos forzados y tráfico sexual.
Migrantes en Matamoros, México, se preparan para cruzar el río Bravo para entregarse a agentes de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos en Brownsville, Texas, el 11 de mayo de 2023. (Meridith Kohut/The New York Times)