Atacar una trinchera es complicado: así es como se hace

Los asaltos pueden ser sigilosos o ensordecedores. En cualquier caso, son angustiosos. Así es como una unidad ucraniana dice haber llevado a cabo un ataque con éxito a principios de este mes

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La 93ª Brigada Mecanizada de Ucrania dispara un mortero contra posiciones rusas desde las afueras de Bakhmut (Tyler Hicks/The New York Times)
La 93ª Brigada Mecanizada de Ucrania dispara un mortero contra posiciones rusas desde las afueras de Bakhmut (Tyler Hicks/The New York Times)

Los ejércitos llevan más de 100 años atacando trincheras, pero, a pesar de todos los avances en tecnología militar, no es menos perturbador ahora que cuando los soldados cruzaban el lodo de los campos de batalla en la Primera Guerra Mundial.

Los ataques pueden ser sigilosos y quirúrgicos, emplear la sorpresa o desplegarse con una fuerza abrumadora, utilizar ataques de drones o tanques y artillería. El objetivo es abrir una brecha en un laberinto de posiciones de tiro y búnkeres protegidos que están unidos por pasarelas a ras del suelo, vigiladas por el enemigo.

En mayo, los soldados ucranianos eligieron la opción más ruidosa para un asalto a una línea de trincheras. Algunos de los participantes describieron una operación rápida y bien coreografiada, del tipo que tal vez desempeñe un papel fundamental en una contraofensiva ucraniana que estaba prevista desde hace mucho tiempo y que, según insinuaron el lunes las autoridades estadounidenses , ya comenzó, e implicará atravesar cinturones de minas terrestres, barreras de tanques y trincheras rusas.

Durante el ataque de mayo, las unidades de mortero ucranianas bombardearon la posición de los rusos. Un tanque ruidoso apareció y abrió fuego. Luego, unos Humvees blindados avanzaron por un campo disparando con metralletas, señalaron los hombres involucrados. Según un comandante llamado Kozak, el grupo de asalto disparó 3.000 balas con dos metralletas Browning proporcionadas por Estados Unidos, un indicio de la inmensa necesidad de municiones de las tropas en la ofensiva.

Según comentaron en entrevistas algunos soldados que participaron en la ofensiva, para cuando un pelotón de soldados ucranianos llegó al borde de la trinchera rusa, parecía que los defensores estaban ensordecidos a causa de las explosiones de artillería y demasiado desorientados para oponer resistencia.

“Nos ayudó mucho que nuestro tanque los estuviera atacando”, opinó un miembro del equipo de asalto, el sargento Oleksandr.

Un soldado de la 28ª Brigada Mecanizada Separada de Ucrania tras disparar un RPG contra una posición rusa (Tyler Hicks/The New York Times)
Un soldado de la 28ª Brigada Mecanizada Separada de Ucrania tras disparar un RPG contra una posición rusa (Tyler Hicks/The New York Times)

También ayudó un dron con explosivos. El dispositivo operado por los ucranianos llegó volando antes que los soldados y asustó a los rusos, obligándolos a meterse en sus búnkeres, lo cual hizo que los accesos a la trinchera quedaran sin vigilancia. “Todos estaban escondidos”, afirmó Oleksandr.

Durante meses, Ucrania ha entrenado unidades especializadas para este tipo de asaltos y Estados Unidos y el Reino Unido han participado instruyendo a los soldados ucranianos para que sepan cómo coordinar artillería, vehículos blindados e infantería. Para las entrevistas, el Ejército ucraniano puso a disposición a miembros del escuadrón que asaltó la trinchera rusa el 20 de mayo, al este de Ucrania, parte de una unidad de reconocimiento de la 59.° Brigada.

Capturar una fortificación en trinchera puede parecer un operativo de pequeña escala, sobre todo cuando se le compara con uno que involucra una oleada de tanques, ataques aéreos o la atronadora violencia de artillería como el sistema HIMARS.

Sin embargo, hacerse de una trinchera es una tarea militar difícil. Depende de una planificación cuidadosa en torno a las peculiaridades del paisaje y el clima y las acciones de cada soldado, comentó Kozak, el comandante. Él y sus soldados pidieron ser identificados solo por sus apodos o nombres de pila, por razones de seguridad y conforme a las normas militares ucranianas.

El objetivo es acercarse lo más posible antes de que el enemigo tenga la oportunidad de disparar contra los soldados, que están abiertos y vulnerables mientras maniobran.

Un soldado de la 110ª Brigada de Defensa Territorial de Ucrania prepara una posición de ametralladora pesada en una trinchera frente a posiciones rusas cercanas en el sur de Ucrania (David Guttenfelder/The New York Times)
Un soldado de la 110ª Brigada de Defensa Territorial de Ucrania prepara una posición de ametralladora pesada en una trinchera frente a posiciones rusas cercanas en el sur de Ucrania (David Guttenfelder/The New York Times)

Los ataques a veces son sigilosos. Un video de un asalto ucraniano, filmado desde un dron y utilizado para entrenamiento, muestra cómo, en las primeras horas del día, mientras parece que los rusos están durmiendo, dos ucranianos se acercan con sigilo a una trinchera, saltan dentro y caminan hasta la entrada del búnker.

Por otro lado, el objetivo es obligar a todos los que están en la trinchera a agachar la cabeza con una cacofonía de potencia de fuego. “Deberían estar sentados, escondidos, sin poder hacer nada”, comentó el capitán Myron, comandante de una batería de artillería que ha apoyado a la infantería en el asalto a las trincheras.

Un pelotón ruso había invadido la trinchera al centro de la batalla en mayo, la cual estaba cerca de la ciudad de Pisky, pero los ucranianos querían recuperarla, en parte para rescatar a un soldado herido.

Soldados ucranianos construyendo trincheras en la región de Donetsk, en el este de Ucrania (Tyler Hicks/The New York Times)
Soldados ucranianos construyendo trincheras en la región de Donetsk, en el este de Ucrania (Tyler Hicks/The New York Times)

Los ucranianos primero intentaron acercarse con sigilo y salieron alrededor de la una de la madrugada del 20 de mayo. Sin embargo, los rusos los descubrieron y abrieron fuego, resultaron heridos cuatro soldados de los ocho del grupo de asalto. Se retiraron arrastrando a los heridos.

Kozak, el comandante, entrevistado en una base alejada de la línea del frente, donde él y el grupo de asalto estaban descansando, describió ese contratiempo… y luego empezó a pregonar el ruidoso asalto de la mañana siguiente, cuando los ucranianos desplegaron todo su arsenal y recuperaron la trinchera.

“Para cuando las Browning se detuvieron, la infantería estaba en la entrada de los búnkeres”, recordó.

Según Kozak: “No dejas que el enemigo se oriente, que levante la cabeza, que trabaje con granadas. Para cuando lo entiende, los nuestros ya están en sus trincheras”.

En la entrada de un búnker, Oleksandr les gritó a los rusos: “¡Salgan y vivirán!”.

Los rusos empezaron a salir, con las manos en alto, narró. El escuadrón capturó a 22 rusos de las unidades de asalto recién creadas.

Un soldado ucraniano camina por el espeso barro de una trinchera en Donetsk (Tyler Hicks/The New York Times)
Un soldado ucraniano camina por el espeso barro de una trinchera en Donetsk (Tyler Hicks/The New York Times)
Soldados ucranianos en una trinchera a las afueras de Toretsk, en Donetsk (Tyler Hicks/The New York Times)
Soldados ucranianos en una trinchera a las afueras de Toretsk, en Donetsk (Tyler Hicks/The New York Times)

El relato no pudo verificarse de forma independiente, pero varios soldados ucranianos describieron los detalles del asalto de manera similar y los videos que proporcionaron los militares de los interrogatorios a los prisioneros coincidieron con sus relatos.

Los militares ucranianos describieron el asalto a las trincheras como un éxito porque permitió capturar a un gran número de prisioneros, en contraste con las escaramuzas brutales, oscilantes y a menudo inconclusas en la mayoría de las zonas a lo largo del frente de batalla.

Un soldado ucraniano, que usaba el apodo de Ryzhy, o pelirrojo, comentó que los prisioneros recibieron cigarros, agua y equipo médico para tratar sus heridas. “Todos dicen lo mismo: ‘No queríamos venir aquí’”, afirmó.

A pesar de toda la planificación táctica necesaria para capturar una trinchera, también se necesita algo más, afirmaron los soldados.

Tenemos una palabra en ucraniano: ‘furia’”, comentó Ryzhy. “No necesitamos estar enfadados o ser malvados. Necesitamos estar furiosos”.

© The New York Times 2023

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