En un fin de semana reciente, la perrita de Lola Star, Dazzle, una goldendoodle miniatura que pronto cumplirá 2 años, se comió un cigarrillo de marihuana que encontró en el piso en el distrito de Staten Island. No fue la primera y ni siquiera la décima vez que la perra había hecho esto, Star comentó con un suspiro prolongado.
No había visto que ocurriera, pero hubo una señal delatora. Star, quien vive en el vecindario de Prospect Park South en el distrito de Brooklyn, comentó: “La estaba sacando del auto y vi su pequeña cabeza sacudirse. Ahí es cuando sabes que tu perro está drogado”.
Su perra no es la única consumidora involuntaria de hierba. Ahora que la marihuana está disponible de manera extensa en la ciudad de Nueva York (después de que la metrópolis legalizara el uso recreativo para adultos en 2021 y de que abrió el primer dispensario legal en diciembre), los veterinarios afirman que han notado en fechas recientes un incremento estable en el número de casos de caninos que ingieren de manera accidental productos de cannabis. Además, los dueños de animales de compañía aseguran que sus perros se están topando con más cannabis desechada en calles y aceras durante los paseos.
Los veterinarios que solían ver un caso una vez al mes ahora indican que les llegan varios a la semana. Aunque la mayoría de los perros se recuperan, los síntomas pueden causar mucho miedo: pérdida de equilibrio y dificultad para caminar, náuseas, somnolencia e incluso alucinaciones. Además, algunos propietarios no observan de inmediato cuando sus canes ingieren un pequeño resto de un cigarrillo de marihuana durante su paseo.
Star manifestó que aunque los dueños de perros están acostumbrados a tener que alejar de la basura, comida y otros peligros en la acera a los animales de compañía curiosos, la marihuana es un riesgo nuevo que está en todos lados de manera repentina. Así que perros como Dazzle se enferman una y otra vez.
Gabrielle Fadl, directora de atención primaria en Bond Vet, que tiene clínicas en toda la costa este, declaró: “Siempre ha sido algo problemático, pero, desde hace poco, estamos viendo un aumento en casos ya que la marihuana se legalizó aquí” en Nueva York.
No hay cifras exactas del número de caninos que la prueban en la calle, pero los datos muestran que se están enfermando por la marihuana con más frecuencia en lugares donde el uso recreativo es legal.
La tendencia no es exclusiva de la ciudad de Nueva York. En los últimos seis años, ha habido un incremento mayor al 400 por ciento en llamadas sobre intoxicación con marihuana a la Pet Poison Helpline, un centro de control por envenamiento 24 horas (con los mayores reportes en Nueva York y California). El año pasado, la línea de Control de Envenenamiento Animal de la Sociedad Estadounidense para la Prevención de la Crueldad a los Animales recibió cerca de 7000 llamadas por toxicidad con marihuana, un incremento del 11 por ciento en comparación con el año anterior.
A continuación, lo que debes hacer si esto le ocurre a tu animal de compañía.
Llama a un veterinario o línea de ayuda por envenenamiento.
Los veterinarios afirman que han visto casos de animales de compañía que ingieren marihuana en diversas formas: flor, cigarrillos desechados, productos comestibles e incluso cartuchos para vapear.
La mejor protección es entrenar a tu perro para que no toque esos artículos. Los expertos opinan que, cuando consumen la sustancia, el primer paso es ponerse en contacto con una línea de ayuda por envenenamiento o llamar a la clínica de tu veterinario. (Las líneas de ayuda cobran ente 85 y 95 dólares por una consulta).
Hazles saber qué sucedió, en especial si la cannabis te pertenece. Los detalles, tales como la intensidad del THC, podría ser útil. Sarah Hoggan de VCA California Veterinary Specialists expresa que es natural sentir miedo o incluso vergüenza, pero no guardes esos detalles.
Pérdida de equilibrio y pupilas dilatadas pueden ser síntomas.
Ryan Fortier, director médico en All Ears en el centro de Brooklyn, precisó que no hay un test definitivo para confirmar si los caninos están intoxicados.
No obstante, sí hay señales claras.
Fadl relató que el comportamiento de un perro que ha ingerido cannabis puede ser “bastante alarmante”. Agregó que, en general, el animal de compañía luce un “poco inestable” y tiene dificultad para equilibrarse y caminar. Es probable que también estén muy somnolientos y goteen orina.
Hoggan aseveró que es probable que sus ojos estén dilatados. Agregó que los animales también podrían estar espantados o asustarse cuando los tocan.
Fadl puntualizó que alrededor de una hora o dos tras la ingestión, los signos vitales del canino (temperatura corporal y ritmo cardiaco) habitualmente se desploman, lo cual puede ser peligroso.
Los veterinarios enfatizaron que el tiempo es la clave. Entre más pronto lleves a tu perro con su veterinario, mayor será la probabilidad de retirar la toxina de su organismo a través de métodos tales como inducir el vómito o administrar un enema.
No te preocupes: la mayoría de los perros se recuperan.
Los riesgos dependen del tamaño de tu can y la cantidad de droga que consumió.
Fadl señaló que el tratamiento en la mayoría de los casos en general incluía fluidos intravenosos y un monitoreo cuidadoso de los signos vitales.
Fadl dijo: “En general, la buena noticia es que la mayoría de los perros que ingieren marihuana estarán bien con tratamientos y a veces sin ellos”.
No obstante, afirmó, para dosis muy grandes de THC, el ingrediente activo de la cannabis, (como cuando un perro pequeño consume alimentos o dulces impregnados con él) puede haber riesgos de arritmia cardiaca o convulsiones.
Hoggan expresó que aquellos que lidien con animales de compañía que consumieron THC deben monitorearlos de cerca, mantenerlos calientes y ubicarlos lejos de otros animales.
Añadió que existe una “probabilidad baja” de daño neurológico duradero.
Las mejores prácticas para que no se droguen.
Kimberlee Cruz, una entrenadora de perros que también trabaja como asistente veterinaria en el Veterinary Care Group en Brooklyn, opinó que reforzar las órdenes de “déjalo” y “suéltalo” podría ayudar a canes propensos a explorar calles urbanas o meterse en la basura a evitar encuentros futuros con la hierba.
“Si al perro le gusta comer cosas del suelo”, recomendó “una correa corta y estar consciente de tus alrededores, así como asegúrate de no distraerte con tu celular”.
También dijo que hay que colocar cualquier producto de marihuana fuera del alcance de los animales de compañía que son aventureros.
© The New York Times 2023