Durante dos años, el gobierno de Joe Biden ha negociado con TikTok para resolver las inquietudes de las autoridades con respecto al riesgo que supone la popular aplicación de video, de propiedad china, para la seguridad nacional. Pero en vista de que las conversaciones solo se prolongan, legisladores estatales y federales han llegado al límite de su paciencia y han tomado cartas en el asunto.
En las últimas semanas, al menos 14 estados han bloqueado TikTok en los dispositivos administrados por el gobierno. Se espera que los legisladores del Congreso voten esta semana sobre una propuesta de ley de amplio alcance que incluye una prohibición de TikTok en todos los dispositivos del gobierno federal.
Un proyecto de ley bipartidista distinto, que se presentó ante el Congreso la semana pasada, prohibiría la aplicación para todas las personas en Estados Unidos. Además, el procurador general de Indiana demandó a TikTok, pues acusa a la empresa de ser engañosa en cuanto a los riesgos de seguridad y privacidad que plantea la aplicación.
Lo que comenzó hace unos años como una iniciativa del gobierno de Donald Trump ha evolucionado para convertirse en un tema cada vez más bipartidista. Políticos de ambos partidos comparten inquietudes de que la aplicación podría vigilar a los usuarios en Estados Unidos y poner datos sensibles, como la ubicación, en manos del gobierno chino.
Los funcionarios a nivel federal también han expresado temor de que China pueda usar la aplicación para influir en las ideas de los estadounidenses a través de videos mostrados por el algoritmo de TikTok, que dirige videos altamente personalizados a los usuarios con base en sus perfiles e intereses. El mes pasado, el director del FBI Christopher Wray advirtió que el gobierno chino podría usar TikTok para “influir en las operaciones” o tratar de usar la aplicación para infiltrarse en los dispositivos y comprometerlos.
“Esto ya se ha convertido en una preocupación generalizada —no son solo los republicanos, ni solo los demócratas”, comentó el representante demócrata de Illinois, Raja Krishnamoorthi, quien se unió la semana pasada al representante republicano de Wisconsin, Mike Gallagher, y a otros diputados para anunciar una legislación que prohibiría TikTok en Estados Unidos.
“Esto solo cobrará más fuerza en el próximo año”, agregó, “a menos que se hagan cambios significativos con respecto a la operación de TikTok en Estados Unidos y se ajuste su estructura accionaria”.
Estas prohibiciones son parte de las tensiones cada vez mayores entre Estados Unidos y China para ocupar el liderazgo tecnológico y económico a nivel mundial. El gobierno de Biden y Pekín han implementado enormes programas nacionales de gasto público para construir cadenas de suministro tecnológicas dentro de sus fronteras, con lo cual están acabando con décadas de política de comercio mundial, en una carrera armamentista por la fabricación de chips y la producción de vehículos eléctricos y baterías.
En Washington y las capitales estatales, las críticas contra TikTok y otras empresas chinas se han convertido en un tema común de conversación.
Los funcionarios estadounidenses argumentan que TikTok, que es propiedad de ByteDance, una empresa con sede en China, y se estima que tiene unos 100 millones de usuarios en Estados Unidos, puede compartir datos sensibles sobre la ubicación y los hábitos e intereses personales de los estadounidenses con el gobierno chino. La aplicación es popular sobre todo entre los jóvenes. Dos terceras partes de los adolescentes estadounidenses usan TikTok, lo cual la coloca en el segundo lugar de popularidad solo detrás de YouTube, según el Centro de Investigaciones Pew.
TikTok ha negado por mucho tiempo la afirmación de que comparte datos con funcionarios del gobierno chino, y ha intentado alejarse de su empresa matriz. La firma señala su incorporación a las islas Caimán y sus oficinas en Nueva York, Los Ángeles, Singapur y Washington D. C., como pruebas de que las operaciones de su servicio tienen presencia fuera de China.
Sin embargo, Washington se ha mantenido escéptico. Su investigación sobre la aplicación —a cargo de un grupo interinstitucional llamado el Comité de Inversión Extranjera en Estados Unidos— comenzó durante el gobierno de Trump. En 2020, el presidente Donald Trump intentó prohibir que el servicio apareciera en las tiendas de aplicaciones de Apple y Google a menos que el negocio se vendiera a una empresa estadounidense. Pero los tribunales federales frenaron la prohibición, y Trump dejó la presidencia sin resolver el asunto.
Desde entonces, la empresa ha participado en negociaciones con el gobierno de Biden para cambiar la manera en que la compañía almacena y mantiene el acceso a los datos de los usuarios estadounidenses.
En una presentación frente al gobierno de Biden y funcionarios de inteligencia, TikTok detalló un plan elaborado para almacenar los datos de los usuarios estadounidenses en servidores Oracle y erigir muros que impidan que empleados de ByteDance o funcionarios del gobierno chino tengan acceso a esos datos.
Brooke Oberwetter, portavoz de TikTok, declaró en un correo electrónico el lunes que este plan “atenderá de manera significativa cualquier inquietud de seguridad planteada tanto a nivel federal como estatal”, y que la empresa ofrecería supervisión y vigilancia independiente para atender las preocupaciones sobre sus recomendaciones de contenido y el acceso a datos de usuarios estadounidenses.
“Los políticos que tienen inquietudes con respecto a la seguridad nacional deberían exhortar al gobierno a concluir su inspección de TikTok en materia de seguridad nacional”, escribió Oberwetter. “Tomar más medidas es innecesario y punitivo; estas envían un mensaje amedrentador a las empresas tecnológicas extranjeras que quieren hacer negocios en Estados Unidos y ofrecer experiencias interoperables a nivel mundial para competir con otras plataformas globales”.
Un vocero para el Departamento del Tesoro, que supervisa la revisión de seguridad nacional de la aplicación, se rehusó a dar comentarios. La semana pasada, cuando se le preguntó a la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, sobre la legislación que prohibía TikTok en los dispositivos del gobierno federal, ella se negó a asumir una postura.
“Sé que esto acaba de ocurrir, así que vamos a permitir que el Congreso prosiga con sus procesos al respecto”, comentaba la secretaria de Prensa. Agregó que TikTok era una de muchas aplicaciones que ya estaban prohibidas “en el equipo de trabajo de la Casa Blanca y de otras agencias del gobierno federal por motivos de seguridad”.
En septiembre, el presidente Joe Biden instó al Comité de Inversión Extranjera en Estados Unidos a considerar si los tratos que aprueba tienen el potencial de permitir que una entidad extranjera saque provecho de los datos de los estadounidenses. El gobierno también redactó otra orden ejecutiva que sometería a mayor escrutinio la manera en que los actores extranjeros pueden obtener datos de estadounidenses. Aún no está claro cuándo se emitirá, o si esto acaso sucederá.
Los gobernadores republicanos han sido los más activos en este tema, pues han anunciado prohibiciones de la aplicación en los dispositivos de los gobiernos estatales. Los gobernadores de Alabama, Georgia, Idaho, Iowa, Maryland, Montana, Nuevo Hampshire, Dakota del Norte, Oklahoma, Carolina del Sur, Dakota del Sur, Texas, Utah y Virginia han anunciado prohibiciones en las últimas tres semanas. Nebraska bloqueó el acceso a TikTok en todos los dispositivos administrados por el estado en 2020.
Algunas de las normas de estos estados prohíben otras aplicaciones y proveedores de telecomunicaciones chinos, como WeChat y Huawei. La medida en Maryland abarca ciertos productos con influencia rusa, como Kaspersky, un software antivirus.
En diciembre de 2019, el Pentágono advirtió a agencias del Ejército sobre el “posible riesgo de usar la aplicación de TikTok”, lo cual detonó prohibiciones posteriores de la aplicación en los dispositivos gubernamentales del Ejército, el Cuerpo de Marines, la Fuerza Aérea y la Guardia Costera.
Las restricciones en los dispositivos administrados por el gobierno se pueden aplicar mediante software que impone bloqueos o límites para que ciertas aplicaciones no se puedan descargar en equipos oficiales. Las normas no impiden que un empleado del gobierno descargue la aplicación en un dispositivo personal.
Una prohibición de TikTok para todos los usuarios estadounidenses enfrentaría más desafíos. Los consumidores siguen aclamando la aplicación pese a las advertencias de las autoridades, y podrían oponerse a la medida. Además, la propuesta de ley bipartidista en el Congreso que restringe el uso de la aplicación suscita preocupaciones respecto de la Primera Enmienda, dijo Kurt Opsahl, asesor jurídico general de Electronic Frontier Foundation, un grupo que aboga por la libertad de expresión.
“Implica eliminar un medio de comunicación para personas que usan la aplicación como una manera de presentarse al mundo y, en algunos casos, expresar sus ideas y comentarios políticos”, explicó Opsahl. “Una prohibición total no es la solución correcta para el problema”.
© The New York Times 2022