Corea del Norte ha probado una ráfaga de misiles en las últimas semanas, un ejercicio que culminó el martes con el lanzamiento de un misil balístico de alcance intermedio sobre Japón en el océano Pacífico. El misil de prueba, que llegó más lejos que cualquier otro cohete lanzado anteriormente por el país, fue la más reciente demostración del arsenal militar del Norte, que está creciendo es y cada vez más sofisticado.
La escalada se produce en un momento en que su líder, Kim Jong-un, ha tratado de consolidar la posición del país como potencia con armas nucleares y su papel de gobernante al frente del mismo. El mes pasado, Corea del Norte adoptó una nueva ley que dice que lanzará un ataque nuclear “automática e inmediatamente” si el sistema de comando y control de sus fuerzas nucleares —una aparente referencia al liderazgo de Kim— es puesto en peligro.
A medida que el riesgo de guerra nuclear aumenta una vez más con la invasión de Rusia de Ucrania, a principios de este año Kim se comprometió a ampliar el arsenal nuclear de Corea del Norte “a la mayor velocidad posible”. Indicó que no se trataba un mero elemento disuasorio, sino que podría utilizarse “si alguna fuerza intenta violar los intereses fundamentales de nuestro Estado”.
Corea del Norte ha realizado 23 pruebas de armamento en lo que va de año, con un total de 43 misiles balísticos y de crucero. La semana pasada realizó cuatro pruebas, en aparente protesta por las maniobras militares conjuntas de Estados Unidos, Corea del Sur y Japón.
El presidente Joe Biden ha advertido de que habrá “respuestas” si Corea del Norte sigue intensificando las tensiones en la península coreana, pero sus llamados para que las Naciones Unidas impongan más sanciones a principios de este año fueron bloqueados por Rusia y China. La comunidad internacional y Estados Unidos han intentado repetidamente tanto el diálogo como las sanciones para persuadir a Corea del Norte de que abandone sus programas de armas nucleares. Ninguno de los dos ha funcionado.
Kim, el líder norcoreano, dijo el mes pasado que “no habrá más negociaciones sobre nuestro poder nuclear”.
Aunque es difícil obtener una imagen clara y actualizada de las capacidades militares de Corea del Norte, los analistas y observadores coinciden en que, en la década que Kim ha gobernado, Corea del Norte ha ampliado rápidamente su programa nuclear y ha modernizado su flota de misiles. La expansión del arsenal es una amenaza creciente para Estados Unidos y sus aliados en la región. Esto es lo que contiene.
Un número creciente de ojivas nucleares
Los misiles balísticos de Corea del Norte pueden transportar ojivas nucleares, y el país realizó seis pruebas nucleares subterráneas cada vez más sofisticadas entre 2006 y 2017. Las últimas cuatro se realizaron bajo el mandato de Kim.
Este año, Washington y Seúl han advertido repetidamente que Corea del Norte se está preparando para otra prueba nuclear en Punggye-ri, donde el Norte realizó todas sus anteriores pruebas nucleares subterráneas.
Su última y más potente prueba nuclear se llevó a cabo en septiembre de 2017, cuando Corea del Norte afirmó haber detonado una bomba termonuclear, o de hidrógeno. Los cálculos de la potencia explosiva del artefacto oscilaron entre 50 y 300 kilotones.
Con solo 100 kilotones la prueba sería seis veces más potente que la bomba lanzada sobre Hiroshima en 1945.
Corea del Norte ha extraído plutonio, un combustible para bombas atómicas, de su reactor nuclear de diseño soviético en Yongbyon, al norte de Pionyang. También utiliza centrifugadoras para producir uranio enriquecido para armas, otro combustible para bombas.
En 2021, Corea del Norte tenía suficiente material fisible para 40 o 50 ojivas nucleares y podría producir suficiente para seis o siete bombas al año, según un cálculo de la Asociación de Control de Armas. El año pasado, el organismo de control nuclear de las Naciones Unidas afirmó que Corea del Norte podría estar preparando el aumento de su producción de plutonio y uranio altamente enriquecido en Yongbyon.
Misiles capaces de volar a mayor distancia
Corea del Norte demostró mayores avances en su capacidad armamentística en 2017.
Ese año, el país disparó su misil balístico de alcance intermedio, Hwasong-12, sobre Japón y amenazó con un ataque “envolvente” alrededor del territorio estadounidense de Guam. También realizó pruebas de lanzamiento de Hwasong-14 y Hwasong-15, los primeros misiles balísticos intercontinentales del país.
A finales de año, Kim afirmó que su país tenía la capacidad de lanzar un ataque nuclear contra el territorio continental de Estados Unidos.
Después de 2017, Kim dejó de hacer pruebas con armas nucleares y misiles de largo alcance, pero amenazó con poner fin a su moratoria cuando las conversaciones con el presidente Donald Trump fracasaron en 2019.
Durante un desfile militar nocturno en el otoño de 2020, Corea del Norte mostró un nuevo misil balístico intercontinental no probado que parecía más grande que cualquiera de los anteriores.
En marzo, Corea del Norte pareció realizar su prueba de misil balístico intercontinental más potente hasta la fecha. Aunque los medios de comunicación estatales lo denominaron Hwasong-17, más grande, y mostraron el misil en un video de propaganda al estilo de Hollywood, Corea del Sur dijo después que parecía ser el Hwasong-15, un modelo más antiguo. Corea del Sur dijo que los videos y las fotos del lanzamiento fueron manipulados para exagerar los logros armamentísticos de Kim ante el público nacional.
La mayor pregunta sin respuesta es si Corea del Norte domina la tecnología necesaria para enviar una ojiva nuclear intercontinental al espacio y luego guiarla de vuelta a través de la atmósfera terrestre hasta su objetivo. Corea del Norte aún tiene que demostrar que su ojiva puede sobrevivir al intenso calor y la fricción creados por la reentrada.
Sus armas son cada vez más sofisticadas
Cuando Corea del Norte reanudó las pruebas de misiles en 2019 tras el colapso de las conversaciones entre Kim y Trump, las pruebas incluyeron tres nuevas armas, denominadas en código KN-23, KN-24 y KN-25 por expertos externos.
Cada una de ellas marcó grandes avances en el programa de misiles balísticos de corto alcance de Corea del Norte.
A diferencia de sus antiguos misiles que utilizaban combustible líquido, los tres nuevos misiles utilizaban combustible sólido. Las nuevas armas de combustible sólido, montadas en lanzadores móviles, son más fáciles de transportar y ocultar y requieren menos tiempo de preparación. Y al menos dos de ellos, el KN-23 y el KN-24, podían realizar maniobras a baja altura, lo que las hace más difíciles de interceptar.
En un desfile militar de 2021, Corea del Norte mostró lo que parecía una versión más grande y mejorada del KN-23. Las fotos publicadas por los medios de comunicación norcoreanos indican que se trataba del nuevo misil táctico guiado que Corea del Norte lanzó en marzo de ese año.
El nuevo misil fue desarrollado para ser más grande que el KN-23 con el fin de transportar una ojiva más grande y más combustible. Corea del Norte afirmó que el misil podía llevar una ojiva de 2,5 toneladas. El ministro de Defensa de Corea del Sur admitió posteriormente que su ejército no vio parte de la trayectoria del misil norcoreano debido a sus maniobras en el aire.
Corea del Norte también probó “misiles de crucero de largo alcance” en septiembre de 2021. Los llamó “arma estratégica”, e indicó que armaría el nuevo misil con ojivas nucleares. También en 2021, Corea del Norte comenzó a probar lo que denominó un misil balístico con una ojiva deslizante “hipersónica” desmontable.
Las pruebas de misiles del país han demostrado que cada vez son más difíciles de interceptar.
También, desde 2015, ha probado misiles balísticos lanzados desde submarinos.
Durante los desfiles militares de 2020 y 2021, Corea del Norte mostró lo que parecían dos versiones mejoradas de sus misiles balísticos lanzados desde submarinos Pukguksong. Actualmente, solo tiene un submarino capaz de lanzar un misil balístico, pero dice que está construyendo uno nuevo con mayores capacidades.
El arsenal no es moneda de cambio, dice Kim Jong-un
Corea del Norte tiene uno de los mayores ejércitos permanentes del mundo, con más de un millón de soldados. Pero gran parte de su equipamiento es viejo y obsoleto, y el ejército carece de combustible y repuestos.
Ha intentado compensar sus carencias con la construcción de armas nucleares, que, según dice, son principalmente disuasorias.
En un discurso ante la Asamblea Popular Suprema en septiembre, Kim dijo que el Norte no renunciaría a sus armas nucleares mientras las armas nucleares y el “imperialismo” existan en la Tierra. Dijo: “Hemos trazado la línea de no retroceso con respecto a nuestras armas nucleares para que no haya más regateos sobre ellas”.
“Pionyang se ha lanzado a una carrera vertiginosa para construir un arsenal que contiene el tipo de capacidades avanzadas que se pueden encontrar en Estados Unidos o Rusia”, dijo Adam Mount, miembro principal de la Federación de Científicos Estadounidenses. “Pero, en su mayor parte, han sido demostraciones de un solo uso: Pionyang prueba el sistema una vez y luego pasa al siguiente. No está tan claro si completarán las pruebas o llevarán a cabo el despliegue de alguno o todos estos sistemas”.
© The New York Times 2022