Especial para Infobae de The New York Times.
La decisión, que elimina el derecho constitucional al aborto después de casi 50 años, supondrá la prohibición total del procedimiento en cerca de la mitad de los estados.
WASHINGTON — La Corte Suprema de Estados Unidos anuló el viernes el caso Roe contra Wade, y eliminó el derecho constitucional al aborto después de casi 50 años, en una decisión que transformará la vida de quienes viven en el país, reconfigurará la política y llevará a la prohibición total del procedimiento en cerca de la mitad de los estados.
El fallo pondrá a prueba la legitimidad de la Corte y reivindicará un proyecto del Partido Republicano que se ha extendido por décadas de instalar jueces conservadores dispuestos a rechazar el precedente, que había sido reafirmado repetidamente por cortes anteriores. También será uno de los legados más significativos del presidente Donald Trump, quien prometió nombrar jueces que anularan Roe. Los tres jueces designados por él estaban en la mayoría en el fallo de 6 a 3.
La decisión, que resonaba a un borrador de opinión filtrado y publicado por Politico a principios de mayo, se traducirá en un país fuertemente dividido en el que el aborto estará severamente restringido o prohibido en muchos estados republicanos, pero seguirá estando disponible libremente en la mayoría de los estados demócratas.
El presidente de la Corte Suprema, John G. Roberts Jr., votó con la mayoría, pero dijo que él habría tomado “un rumbo más mesurado”, sin llegar a anular Roe de forma rotunda. Los tres miembros liberales de la Corte discreparon.
El caso, Dobbs contra Jackson Women’s Health Organization, No. 19-1392, se refería a una ley promulgada en 2018 por la Legislatura de Misisipi, dominada por los republicanos, que prohibía los abortos si se determinaba que “la edad gestacional probable del ser humano no nacido” era de más de 15 semanas. El estatuto, un desafío calculado a Roe, incluía estrechas excepciones para emergencias médicas o “una anormalidad fetal grave”.
La única clínica de abortos de Misisipi presentó una demanda, en la que alegó que la ley era contraria a Roe y a Planned Parenthood contra Casey, la decisión de 1992 que ratificó el fundamento de Roe.
Los tribunales de primera instancia fallaron a favor de la clínica, diciendo que la ley era claramente inconstitucional en virtud de Roe, que prohibía a los estados impedir los abortos antes de la viabilidad del feto, el punto en el que los fetos pueden mantener la vida fuera del vientre materno, actualmente el criterio es de unas 23 semanas.
El juez Carlton W. Reeves de la Corte Federal de Distrito en Jackson, Misisipi, bloqueó la ley en 2018, diciendo que la cuestión legal era sencilla y cuestionó los motivos de los legisladores estatales.
“El estado eligió aprobar una ley que sabía que era inconstitucional para respaldar una campaña de décadas, alimentada por grupos de interés nacionales, para pedir a la Corte Suprema que anule el caso Roe contra Wade”, escribió el juez Reeves. “Este tribunal sigue los mandatos de la Corte Suprema y los dictados de la Constitución de Estados Unidos, en lugar de los cálculos poco sinceros de la Legislatura de Misisipi”.
“Con los recientes cambios en la composición de la Corte Suprema, puede ser que el estado crea que la providencia divina cubrió el Capitolio cuando aprobó esta legislación”, escribió. “El tiempo lo dirá. Si la anulación de Roe es el resultado deseado por el estado, este tendrá que buscar esa alternativa en un tribunal superior. Por ahora, la Corte Suprema de Estados Unidos ha hablado”.
Un panel de tres jueces de la Corte de Apelaciones de EE. UU. para el Quinto Circuito, en Nueva Orleans, confirmó la sentencia del juez Reeves. “En una línea ininterrumpida que se remonta a Roe contra Wade, los casos de aborto de la Corte Suprema han establecido (y afirmado, y reafirmado) el derecho de la mujer a elegir un aborto antes de la viabilidad”, escribió el juez Patrick E. Higginbotham para la mayoría.
Al fallar a favor del estado, la Corte Suprema no se limitó a respaldar la ley de Misisipi, dejando para otro día la cuestión de unos límites más estrictos. En lugar de ello, anuló Roe por completo.
Cuando la Corte decidió Roe en 1973, estableció un marco para regular el aborto basado en los trimestres del embarazo. En el primer trimestre, no permitía casi ninguna regulación. En el segundo, permitió regulaciones para proteger la salud de las mujeres. En el tercero, permitía a los estados prohibir el aborto siempre que se hicieran excepciones para proteger la vida y la salud de la madre.
La Corte descartó el marco trimestral en 1992 en la decisión Casey, pero mantuvo lo que denominó el “argumento esencial” de Roe: que las mujeres tienen el derecho constitucional a interrumpir su embarazo hasta la viabilidad del feto.
Hace dos años, en junio de 2020, la Corte Suprema anuló una ley de aborto restrictiva de Luisiana por un margen de 5 a 4, con el voto decisivo del presidente de la Corte Suprema, John G. Roberts Jr. Su opinión concurrente, que expresaba respeto por los precedentes, pero proponía un estándar relativamente relajado para evaluar las restricciones, señalaba un enfoque gradual para limitar el derecho al aborto.
Pero eso fue antes de que la jueza Ruth Bader Ginsburg muriera en septiembre. Su sustitución por la jueza Amy Coney Barrett, una conservadora que se ha manifestado en contra del “aborto a la carta”, cambió la dinámica de la Corte, disminuyendo el poder del presidente de la Corte para guiar el ritmo del cambio.