Especial para Infobae de The New York Times.
NUEVA YORK — Ariana DeBose no estaba bailando en las calles el martes por la mañana, pero si estabas paseando por cierto río de la ciudad de Nueva York a eso de las 9 de la mañana, podrías haber pensado que era otra neoyorquina loca.
“Estoy segura de que asusté a todas las personas que iban corriendo en el sendero con mis gritos y saltos”, relató el martes por la mañana, recordando el momento en que se enteró de que la habían nominado a su primer Oscar, como mejor actriz de reparto por su interpretación de Anita en la nueva versión de “Amor sin barreras” de Steven Spielberg.
Con la nominación, DeBose y Rita Moreno, que ganó el Oscar por el mismo papel en la película de 1961 y protagoniza la nueva adaptación en un papel diferente, hicieron historia: se convirtieron en las primeras actrices de color y las primeras mujeres en ser nominadas por el mismo personaje.
Y, en caso de que DeBose gane, se convertirían en la tercera pareja en lograr la hazaña. Las otras dos son: Marlon Brando y Robert De Niro como Vito Corleone (”El Padrino” y “El Padrino: Parte II”) y Heath Ledger y Joaquin Phoenix como el Guasón (en “Batman: El caballero de la noche” y “Guasón”).
Pero antes, DeBose se enfrentará a una formidable competencia en la categoría: Aunjanue Ellis (“King Richard: Una familia ganadora”), Jessie Buckley (”La hija oscura”), Judi Dench (”Belfast”) y Kirsten Dunst (”El poder del perro”).
En una entrevista el martes por la mañana desde su casa en Nueva York, DeBose habló sobre la importancia de ser nominada para un papel que refleja su identidad, el mejor consejo que le dio Moreno y lo que hará a continuación. A continuación, fragmentos editados de la conversación.
P: Moreno y tú tienen la oportunidad de hacer historia como el tercer par de actores, y las primeras mujeres y personas de color, en ganar por interpretar el mismo papel, en este caso, con 60 años de diferencia. ¿Qué significa para ti poder seguir sus pasos?
R: La nominación valida el hecho de que muchas interpretaciones son válidas y buenas. Es posible crear un personaje basado en el mismo texto inicial y hacer que destaque y se mantenga junto a una representación icónica y ya famosa de ese personaje. Anita es un personaje maravilloso del que estoy muy orgullosa. Es genial porque somos latinas, estamos aquí y que se nos reconozca es algo hermoso.
P: ¿Has pensado en el discurso que darás si ganas? Supongo que estarás un poco más preparada que Rita. (Moreno pronunció uno de los discursos de aceptación más cortos en la historia de los Oscar cuando ganó en 1962: “¡No puedo creerlo! Dios mío. Los dejo con eso”.)
R: Honestamente, no lo he pensado. Porque pensé: “¡Mira esa categoría!”. Estoy feliz de ser parte de ella. Todavía no he superado esa parte. Espero que, si necesito decir algo, sea sensatamente elocuente al respecto. Pero, si no, el mecanismo de seguridad de Rita siempre es un buen lugar para desviarse. (En voz de Moreno) “¡Dios mío! ¡Gracias!”. Qué discurso de aceptación tan icónico.
P: Fue perfecto.
R: Jamás se había visto más alegría y verdadera gratitud. Y lo digo sinceramente: es algo evidente en su cara. Es grandioso verlo.
P: A pesar de que al principio te intimidó por su celebridad, desarrollaste un estrecho vínculo con Moreno. ¿Cuál es el consejo que te dio que te quedó grabado?
R: Siempre comenzaba diciéndome: “Ariana, apóyate en todo lo que te hace única”. Y eso es lo que hice con el personaje, y es lo que hago en medio de este loco viaje. Me apoyo en las cosas que me hacen única como artista y como ser humano, y trato de compartir y celebrar esas cosas. Lo más importante es que los jóvenes se den cuenta de que tienen posibilidades y, si pueden ver eso en mi trabajo, entonces estoy haciendo algo bien.
P: Vienes de la danza, así que estoy seguro de que las alocadas habilidades de baile de Anita no fueron demasiado difíciles de dominar. Pero, ¿hay algo que hayas tenido que aprender para la película que haya sido especialmente desafiante?
R: No hablo español con fluidez. Así que estaba muy concentrada en el idioma y no solo arraigándome en él, sino también encontrando el acento de Anita, entendiendo lo que se requería de eso en términos de cuánto tiempo había estado en la ciudad de Nueva York.
P: Durante las primeras proyecciones, dijiste que estabas nerviosa por tu actuación. ¿Cuál fue el momento en que supiste que lo habías logrado?
R: Todavía no sé si lo hice bien. Estoy encantada de que a la gente le encante la interpretación. Como artista, veo un millón de cosas que me dicen: “Dios, desearía haberlo hecho mejor”. Pero lo que me hace sentir segura es que he escuchado de muchos jóvenes, específicamente jóvenes latinas, que dicen que se ven a sí mismas en mi trabajo.
P: Has dicho que tu identidad afrolatina era algo por lo que luchaste para que fuera parte integral de tu personaje, desde tu primer encuentro con Spielberg. ¿Cómo se siente estar nominada por un personaje que es una mujer fuerte capaz de aceptar su identidad sin ninguna concesión como la piel oscura, como la de Moreno en la película original?
R: Este papel encarna todas mis facetas, como artista y como ser humano. Es raro que te encuentres con un rol como este que celebre la plenitud de tu conjunto de habilidades, y honre tu experiencia vivida y tu identidad. Entonces es muy especial. Y recién estamos comenzando a entrar en el espacio donde podemos tener esas conversaciones, donde podemos entrar en el meollo de la cuestión de dónde se ubican las afrolatinas no solo dentro de la cultura hispana sino también de la cultura negra, porque pertenecemos a ambas. Es importante que lo reflejemos en nuestros guiones y en los proyectos a los que damos luz verde. Y lo digo específicamente en cuanto a la cultura afrolatina, pero la representación en todos los ámbitos es imperativa.