El gobernador de California enfrenta un voto para revocar su mandato en los próximos días. La esperanza de los demócratas es que los votantes se concentren en la primera pregunta y no en la segunda.
A diferencia de las papeletas interminables que los californianos suelen encontrar a la hora de votar, las boletas en la votación por la revocatoria del gobernador Gavin Newsom solo plantean dos preguntas:
“¿Newsom debe retirarse del cargo?” Y “¿quién debe reemplazarlo?”.
Y como parte de su estrategia para evitar la revocatoria, Newson ha pedido a los votantes que dejen sin responder la segunda pregunta, lo que ha confundido a algunas personas.
“La mayor confusión de esta elección es cuáles son tus derechos al participar en esta elección de reemplazo”, dijo Raphael Sonenshein, director ejecutivo del Instituto Pat Brown de Asuntos Públicos de la Universidad Estatal de California en Los Ángeles. “Votar debería ser sencillo y esto no es tan sencillo”.
Un cálculo complicado para los demócratas
Las revocatorias en California son un proceso de dos pasos: los votantes deciden si deben retirar de su cargo a un candidato y también quién debe ser el remplazo.
La ley en California es inusual debido a que requiere que ambas elecciones sucedan el mismo día y en la misma papeleta. Y el titular, en este caso Newsom, no tiene permitido postular en la elección de reemplazo.
Lo anterior plantea un cálculo político complicado para los demócratas: ¿cómo apoyar a un candidato de reemplazo si en primer lugar no deseas que el gobernador sea reiterado del cargo?
Hay dos alternativas principales:
A) Apoyar a un demócrata políticamente alineado en la contienda por el reemplazo y albergar la esperanza de que el candidato no sea tan popular como para que la gente lo elija para destituir a Newsom porque prefieren contar con un respaldo.
B) Saltarse la segunda pregunta y concentrarse en la primera.
Esta última opción parece ser la estrategia a la que le apuesta Newsom.
En la elección de 2003 para revocar a otro gobernador demócrata, Gray Davis, el partido tomó una ruta diferente. Cruz Bustamante, el popular vicegobernador demócrata, se postuló como candidato de reemplazo. Sin embargo, cuando Davis fue retirado del cargo, fue reemplazado por Arnold Schwarzenegger, un candidato republicano.
Joshua Spivak, investigador principal del Instituto Hugh L. Carey para la Reforma Gubernamental del Wagner College, dijo que no existe evidencia de que tener un candidato destacado del partido en la boleta de reemplazo aumente las probabilidades del titular de permanecer en el cargo. En otras palabras, la estrategia de Newsom puede ser la mejor manera de evitar que lo revoquen.
“Cuando estás en la mayoría tiene mucho sentido presentar una dura elección y que haya dos personas a las cuales elegir no es una dura elección”, dijo Spivak. “La percepción que causa decir ‘Ignoren la segunda pregunta’, creo que es especialmente mala, pero no así la lógica detrás, que sí tiene mucho sentido”.
La desventaja de dejar en blanco la boleta
La confusión, no obstante, impera.
En una encuesta publicada el miércoles, el 49% de los probables votantes dijeron o que no sabían por quién votar o que no pensaban responder la segunda pregunta. Algunos diarios de California que han recomendado votar en contra de la revocatoria han recomendado dejar la segunda pregunta en blanco mientras que otros han llamado a hacer lo contrario.
Jessica Levinson, profesora de ley electoral en la Facultad Loyola de Derecho en Los Ángeles dijo que era un “desastre” que los integrantes del Partido Demócrata, que deberían defender el derecho al voto, recomienden a la gente dejar secciones de la boleta en blanco.
“¿Por qué recomendarías no ejercer el derecho a decidir quién debería ser el próximo gobernador?”, dijo.
© The New York Times 2021
Seguir leyendo: