Bill Cosby, comediante y artista caído en desgracia, salió libre esta semana después de tres años en prisión luego de que un fallo de la Corte Suprema de Pensilvania anuló las condenas de 2018 por las denuncias de drogar y abusar sexualmente de Andrea Constand en 2004, cuando ella trabajaba para la Universidad Temple.
El repentino fallo —que afecta el primer caso de agresión sexual de alto perfil después del movimiento #MeToo— ha suscitado atención en particular, pues genera dudas sobre si Cosby aún podría enfrentar juicio por cualquiera de las otras acusaciones de agresión sexual y mal comportamiento que más de 50 mujeres han hecho en su contra.
Estos son los asuntos legales del caso.
¿Por qué anuló la condena la corte?
Porque, dijo la mayoría de la corte, los fiscales violaron los derechos de Cosby al incumplir una promesa aparente de no enjuiciarlo.
En 2005, Bruce L. Castor Jr., que por entonces era el fiscal de distrito del condado de Montgomery, Pensilvania, en las afueras de Philadelphia, emitió una nota de prensa en la que indicaba que rechazaba presentar cargos contra Cosby por el asunto. Cosby luego se presentó a una serie de declaraciones en otra demanda interpuesta en su contra por Constand y en la que Cosby le pagó a ella 3,38 millones de dólares para sellar la disputa fuera de la corte en 2006.
Pero otro fiscal revirtió la decisión de Castor y terminó por acusar al artista de la agresión contra Constand. En el juicio, los fiscales emplearon las declaraciones de Cosby para la demanda —su confesión de que en décadas anteriores había suministrado quaaludes (metacualona) a las mujeres con las que quería tener sexo— como evidencia en su contra.
“Sostenemos que, cuando un fiscal hace una promesa incondicional de no enjuiciar, y cuando el acusado confía en dicha garantía en agravio de su derecho constitucional a no testificar, el principio fundamental de imparcialidad que sostiene el debido proceso de la ley en nuestro sistema de justicia penal exige que dicha promesa se cumpla”, escribió el juez David Norman Wecht.
¿Por qué Castor había dicho que no iba enjuiciar a Cosby?
Castor —quien este año fue uno de los abogados defensores en el segundo juicio político al presidente Donald J. Trump— ha dicho que en 2005 anunció que Cosby no sería enjuiciado en un intento por evitar que invocara su derecho de abocarse a la Quinta Enmienda, que protege de la autoincriminación, cuando tuviera que testificar en el juicio civil de Constand.
En 2016, cuando el equipo de defensa de Cosby intentaba que se desestimaran los cargos penales, tomaron la inusual decisión de llamar a Castor como testigo en una audiencia previa al juicio. Él testificó que había creído la versión de Constand pero que no pensaba que había suficiente evidencia para probar sus acusaciones más allá de la duda razonable. Defendió su decisión como un modo de ayudar a la demanda de ella.
“Decidí que no iba a enjuiciar a Cosby y eso desencadenaría una serie de eventos que lograrían brindarle algo de justicia a Andrea Constand”, comentó Castor.
¿La promesa de Castor era vinculante?
Sí, según dijo la mayoría de la Corte Suprema.
No hubo un convenio formal y escrito de no enjuiciamiento —solo el sucinto comunicado de prensa— y Constand y sus abogados han dicho que no se les dijo que hubiera alguna promesa o acuerdo.
Con ese telón de fondo, surgió una disputa legal sobre si la promesa de Castor era vinculante y establecía que a Cosby no se le presentarían cargos y, de ser así, si tenía autoridad para hacerlo. Castor sostuvo que había hecho esa promesa pero el juez de primera instancia estuvo en desacuerdo y falló que el caso penal presentado por el nuevo fiscal de distrito era procedente. Sin embargo, la mayoría de la Corte Suprema respaldó la interpretación de las acciones de Castor.
Aunque eso no significa necesariamente que proteger a Cosby de la acusación fue lo correcto, Castor dijo el miércoles en una entrevista telefónica que creía que su proceso de toma de decisión como fiscal en 2005 había sido “exonerada” por la decisión de la Corte Suprema. El fallo era una “paliza” para la actual oficina del fiscal de distrito, dijo.
“Estaba en lo correcto en 2005 y estoy en lo correcto en 2021”, dijo Castor. “Estoy orgulloso de nuestra Corte Suprema por tener la valentía de tomar una decisión impopular”.
¿El fallo significa que Cosby no cometió un crimen contra Constand?
No. Solo significa que no se le puede enjuiciar por esta causa.
El juez Wecht reconoció que la decisión de la corte de impedir el juicio por esos cargos en específico era “al mismo tiempo severo y excepcional”, pero aseguró que había sido necesario. A pesar de que la sociedad tiene un fuerte interés por procesar delitos, escribió, tiene un interés aún mayor “por asegurar que se defiendan los derechos constitucionales de las personas”.
¿Cosby enfrentaría un nuevo juicio?
No por la agresión a Constand. La opinión del juez Wecht, aceptada por la mayoría —cuatro de siete magistrados— indicaba: “Debe ser puesto en libertad y debe prohibirse cualquier procesamiento futuro por estos cargos en particular”.
(Otros dos jueces coincidieron en la anulación de la condena porque “el debido proceso no permite que el gobierno participe en este tipo de engaño coercitivo”, pero habrían permitido un nuevo juicio que no presentara pruebas de las declaraciones de Cosby para la demanda. El séptimo magistrado estuvo en desacuerdo con la mayoría pero indicó que, si no fuera discutible, se inclinaría a favor de un nuevo juicio por otras razones).
Esta inmunidad al proceso solo es aplicable a acusaciones específicas de que Cosby drogó y agredió a Constand. Otras mujeres de todo Estados Unidos también se han presentado para acusar al artista de ataques similares en el pasado. Pero dichas acusaciones involucran encuentros que son tan antiguos que la prescripción impide procesar a Cosby por ellos.
¿Los fiscales pueden apelar el fallo?
Sí. Podrían pedir a la Corte Suprema de Estados Unidos que revise el análisis constitucional de los magistrados de Pensilvania.
¿Este fallo afecta otros casos surgidos del movimiento #MeToo (#YoTambién)?
Directamente no. Pero en un comunicado, Cosntand y sus abogados dijeron no solo estar decepcionados por el fallo sino que expresaron preeocupación de que “pueda disuadir a quienes buscan justicia por una agresión sexual en el sistema penal de jusiticia de denunciar o participar en el enjuiciamiento de un atacante o que termine por obligar a una víctima a elegir entre presentar una acción penal o una civil”.
Julia Jacobs colaboró con la reportería.
Charlie Savage es corresponsal de política legal y de seguridad nacional con sede en Washington. Obtuvo el Pulitzer, trabajó anteriormente en The Boston Globe y The Miami Herald. Su libro más reciente es Power Wars: The Relentless Rise of Presidential Authority and Secrecy . @charlie_savage • Facebook
Especial para Infobae de The New York Times.
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