Especial para Infobae de The New York Times.
(On Tech)
Voy a poner a Apple y a otros gigantes de la tecnología en el sillón del terapeuta: examinar sus vulnerabilidades es de gran ayuda para comprender sus motivaciones y acciones.
Este año, me ha sorprendido el hecho de que Apple no haya cedido en casi nada mientras reguladores y algunas compañías de aplicaciones se quejaban en voz alta de las desventajas del sistema de aplicaciones que Apple creó hace más de una década. Básicamente, la queja es que Apple abusa de su control sobre las aplicaciones de iPhone para imponer tarifas injustas y complejidades a los desarrolladores de aplicaciones. Ese es el reclamo principal en la demanda que Epic Games, el desarrollador del videojuego Fortnite, tiene pendiente contra Apple.
Apple afirma que es correcto ejercer control sobre las aplicaciones y cobrar comisiones por algunas cosas que hacemos en nuestros teléfonos. Sin embargo, hay otra cosa también en juego: miedo.
Asociar los dilemas comerciales de Apple con sus decisiones nos ayuda a comprender por qué la compañía hace lo que hace, y por extensión cómo esas acciones nos afectan a todos, tengamos o no un dispositivo Apple. La estrategia de Apple doblega al mundo.
¿Por qué debería estar preocupada Apple? Tiene un éxito enorme y tiene tanto dinero a la mano que… bueno, sus ejecutivos se reclinan en sillas de escritorio que podrían costar más que tu sofá. O tu auto.
Pero la realidad es que las ventas de teléfonos celulares probablemente nunca vuelvan a tener un crecimiento acelerado como el de la década de 2010 que convirtió a Apple en una superestrella. Los teléfonos se han convertido en un requisito indispensable de la vida moderna en muchos países, como los refrigeradores, pero cada año hay menos potenciales compradores primerizos de teléfonos, y las personas están esperando más tiempo antes de reemplazar los teléfonos que ya poseen.
Reconozco que Apple ha vendido muchos más iPhones y otros dispositivos recientemente. Ya veremos si es una tendencia duradera o una anomalía pasajera relacionada con la pandemia).
Apple y muchas personas que monitorean la empresa no creen que sea un problema que Apple tenga cada vez más dificultades para vender más iPhones cada año. La compañía ha cambiado su estrategia para obtener más dinero de los dispositivos que tenemos en nuestros hogares y bolsillos, en forma de descargas de aplicaciones, suscripciones como Apple Music, auriculares AirPods y otros productos o servicios de Apple conectados a dispositivos de la empresa.
Es una estrategia inteligente que está funcionando muy bien, pero también es consecuencia de la necesidad, ahora que la era cumbre de los teléfonos inteligentes parece haber terminado.
La necesidad de Apple de convertirse en algo más que la compañía del iPhone también proyecta una larga sombra. Por ejemplo, ¿estaría Apple más dispuesta a reconsiderar algunos aspectos de la tienda de aplicaciones si no dependiera tanto de generar dinero de fuentes que no sean las ventas de iPhone? ¿Cuánto está cambiando la tecnología que utilizamos debido a las tácticas de Apple?
El periodista de Vox, Peter Kafka, escribió recientemente que Facebook había decidido emitir boletines para leerse fuera de las aplicaciones de Facebook, en parte para evitar pagar las tarifas que Apple exige de las suscripciones digitales que vende dentro de sus aplicaciones de iPhone. Los miles de millones de personas que utilizan Facebook se ven afectados por la estrategia de Apple de exprimir más dinero de las aplicaciones.
Las empresas también han afirmado que se han sentido obligadas a cobrarles dinero a las personas en sus aplicaciones de iPhone debido a las reglas de Apple. En resumen, esas aplicaciones podrían ser peores para los usuarios debido al cambio de estrategia de Apple.
No es nada extraño que el mundo que nos rodea esté moldeado por los modelos comerciales y las finanzas de las empresas. Incluso a veces eso funciona a nuestro favor. Microsoft le está dando a los usuarios de PC con Windows acceso a más tipos de aplicaciones en parte porque, a diferencia de Apple, no necesita obtener más dinero con tarifas a las aplicaciones y por ende quiere burlarse y dejar en evidencia a Apple.
No estamos completamente a merced de los caprichos de las tácticas de las grandes compañías para ganar dinero. Pero me parece útil examinar las formas en que nuestras elecciones tecnológicas no son accidentes ni tampoco están impulsadas enteramente por lo que deseamos.