Nueva York ya no seguirá con la opción de educación a distancia para el próximo otoño, informó el alcalde Bill de Blasio el lunes pasado por televisión; lo cual significa un paso importante hacia la reapertura total del sistema escolar más grande de Estados Unidos.
Este año escolar unos 600.000 estudiantes tomaron clases desde casa. Sin embargo, el próximo 13 de septiembre, cuando inicie el siguiente ciclo, todos los estudiantes y el personal académico volverán a las aulas a tiempo completo, detalló de Blasio.
Nueva York fue una de las primeras ciudades en anunciar el fin de la escuela remota para el próximo período. Las predicciones de que las clases en línea serían un elemento fijo para los distritos escolares quizá fueron muy prematuras. El gobernador de Nueva Jersey, Philip D. Murphy, anunció la semana pasada que el estado ya no tendría clases remotas en otoño. El aviso lo hizo días después que tomarán la misma decisión los líderes de Connecticut y Massachusetts.
Esta decisión que acaba de tomar la ciudad de Nueva York hará mucho más fácil el regreso al sistema escolar “pre-pandémico”, ya que los estudiantes y maestros dejarán de estar separados cada uno en sus hogares.
Es muy probable que este último anuncio del alcalde haya alarmado a varios padres que todavía están preocupados por enviar a sus hijos de regreso a las clases, incluso cuando la pandemia finalmente parece haber disminuido en los Estados Unidos. Entrevistas recientes hechas a padres de familia han demostrado que, si bien muchas familias esperan reanudar la escolarización normal, muchas otras aún se sienten escépticas respecto al inminente regreso a clases.
Nueva York, al igual que los distritos de todo el país, ha luchado para que el aprendizaje remoto sea un éxito. Sin embargo, contrario a lo que se esperaba, las clases en línea han resultado frustrantes para muchos estudiantes y en algunos casos hasta desastrosas. Los niños con discapacidades son los que más padecen estas dificultades.
De acuerdo con las estimaciones oficiales, unos tres millones de estudiantes en los Estados Unidos —aproximadamente toda la población escolar de Florida— dejaron de asistir a las clases presenciales después de que iniciara la pandemia. Un número desproporcionado de esos estudiantes desconectados son niños negros, latinos y nativos americanos de bajos ingresos que han luchado por mantenerse al día en aulas que son parcial o totalmente remotas.
El alcalde Bill de Blasio, quien ha sido duramente criticado por no haber podido mejorar la calidad de la educación a distancia, dijo que el aprendizaje remoto es “inherentemente inferior”.
También ha sido extraordinariamente complejo para la ciudad ejecutar dos sistemas escolares paralelos: uno en persona y otro en línea, con muchos estudiantes cambiando entre los dos cada pocos días. Tantos estudiantes y maestros que operan desde casa hicieron casi imposible que algunas escuelas ofrecieran horarios normales.
En los últimos meses, de Blasio dijo que esperaba que la ciudad mantuviera algún tipo de opción de aprendizaje remoto para el próximo otoño. Sin embargo, él y su gabinete cambiaron de opinión en las últimas semanas, luego de que las tasas de infección del virus se desplomaran en toda la ciudad y los niños de 12 años o más años se volvieran elegibles para la vacuna Pfizer.
Se espera que el próximo lunes el alcalde anuncie más detalles sobre el nuevo plan de regreso a clases presenciales.
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