¿Defensores de la salud o el Gran Hermano? Las empresas consideran exigir vacunación

Guardar
**EMBARGO: No electronic distribution, Web posting or street sales before FRIDAY 3:01 A.M. ET MAY 7, 2021. No exceptions for any reasons. EMBARGO set by source.** A server at a restaurant in Los Angeles, May 5, 2021.   Whether to require vaccines is a delicate decision in which employee health is being considered against personal privacy. Some companies are sidestepping the issue by offering incentives to those who get shots.  (Philip Cheung/The New York Times)
**EMBARGO: No electronic distribution, Web posting or street sales before FRIDAY 3:01 A.M. ET MAY 7, 2021. No exceptions for any reasons. EMBARGO set by source.** A server at a restaurant in Los Angeles, May 5, 2021. Whether to require vaccines is a delicate decision in which employee health is being considered against personal privacy. Some companies are sidestepping the issue by offering incentives to those who get shots. (Philip Cheung/The New York Times)

Especial para Infobae de The New York Times.

A medida que las empresas estadounidenses se preparan para recibir a un gran número de trabajadores en sus oficinas en los próximos meses, los ejecutivos se enfrentan a una de las decisiones más delicadas en relación con la pandemia: ¿deberían exigir que los empleados estén vacunados?

Tomemos el caso de United Airlines. En enero, el director ejecutivo Scott Kirby indicó en una asamblea pública de la empresa que quería exigir que todos sus empleados, más o menos 96.000 trabajadores, se vacunaran contra el coronavirus una vez que las vacunas estuvieran ampliamente disponibles.

“Creo que es lo correcto”, dijo Kirby, antes de instar a otras corporaciones a hacer lo mismo.

Han pasado cuatro meses. Ninguna aerolínea importante ha prometido algo similar, y United Airlines le está dando vueltas al asunto.

“Todavía es algo que estamos considerando, pero no se han tomado decisiones finales”, dijo la portavoz Leslie Scott.

En las empresas más grandes del país, las vacunas obligatorias protegerían a los trabajadores de servicio y reducirían la ansiedad de los empleados que regresan a las oficinas. Esto incluye a aquellos que han sido vacunados, pero que quizá se muestran reacios a volver sin la seguridad de que sus colegas también han recibido la vacuna. Además, hay un elemento de servicio público: el objetivo de la inmunidad de rebaño se ha escapado a medida que el ritmo de las vacunaciones se ha desacelerado.

Pero hacer que las vacunas sean obligatorias podría generar una reacción negativa y tal vez incluso litigios por parte de aquellos que lo ven como una invasión de la privacidad y una medida orwelliana para controlar la vida de los empleados.

En las encuestas, los ejecutivos muestran disposición a exigir la vacunación. En una encuesta a 1339 empleadores realizada por College of Health Solutions, de la Universidad Estatal de Arizona, y financiada por la Fundación Rockefeller, el 44 por ciento de los estadounidenses encuestados dijeron que planeaban hacer obligatorias las vacunas para sus empresas. En otra encuesta a 446 empleadores realizada por Willis Towers Watson, una empresa de gestión de riesgos, el 23 por ciento de los encuestados dijeron que estaban “planeando o considerando exigir que los empleados se vacunen antes de regresar al lugar de trabajo”.

Esa discrepancia, dijo Mara Aspinall, quien dirigió la encuesta hecha por la Universidad Estatal de Arizona, quizás tenga que ver con el momento en que se realizaron las encuestas y el ritmo con el que los ejecutivos se van sintiendo más cómodos con las vacunas. La universidad realizó su encuesta en marzo, mientras que Willis Towers dirigió la suya entre el 23 de febrero y el 12 de marzo.

A pesar de lo que reflejan las encuestas, pocos ejecutivos han dado el paso de exigir la vacunación. Parece que la mayoría espera que el hecho de alentarlos a ponerse la vacuna, ya sea de manera contundente o sutil, sea suficiente.

“Si bien en Estados Unidos en términos legales los empleadores pueden exigir la vacunación de sus trabajadores, aunque con flexibilidad ante razones religiosas o de salud, la aceptación social de estas decisiones es mucho menos firme”, dijo Laura Boudreau, profesora de políticas públicas en la Universidad de Columbia. “Por lo tanto, los riesgos para la reputación de estas empresas si llegan a equivocarse son realmente altos”.

Para evitarse problemas, algunas empresas mejor están probando con incentivos. Amtrak les está pagando a sus empleados el equivalente a dos horas de salario regular por vacunarse y presentar su comprobante de inoculación. Darden, propietario de Olive Garden y otros restaurantes, les dijo a sus trabajadores que ofrecería a los empleados que trabajan por hora un pago equivalente a dos horas por cada dosis que reciban, pero enfatizó que no haría que las dosis fueran obligatorias. Target ofrece un cupón de cinco dólares a todos los clientes y empleados que se ponen la vacuna en una sucursal de CVS en cualquiera de los almacenes de la cadena.

En Estados Unidos, no hay nada de nuevo en que sea requisito estar vacunado para participar en la vida pública. La Corte Suprema dictaminó hace aproximadamente un siglo que los estados podían exigir la vacunación de los niños que asisten a escuelas públicas. Y universidades como Rutgers han instituido como obligatorias las vacunas contra la COVID-19.

Pero la pandemia trae consigo una serie de complicaciones que las empresas normalmente prefieren evitar porque involucran la vida privada, las preferencias religiosas y los antecedentes médicos de los empleados (por ejemplo, si una empleada está embarazada, en periodo de lactancia o inmunodeprimida), información que tal vez no quiera revelar.

Para algunas empresas como los restaurantes, que ya tienen dificultades para contratar trabajadores, la vacunación obligada podría dificultar aún más la contratación. Además, hay cuestiones de logística y ejecución. ¿Cómo pueden las empresas confirmar la veracidad de quienes dicen haberse vacunado?

Es posible que las empresas necesiten contratar personal adicional, posiblemente con formación médica, para realizar estas tareas, lo que supondría costos onerosos para las empresas, especialmente para las pequeñas.

Esta semana, Vivint, una compañía de seguridad para el hogar con 10.000 empleados y sede en Utah, comenzó a ofrecer vacunas en la clínica de la empresa, luego de que el estado aprobó que la compañía distribuyera 100 inyecciones semanalmente a su personal. La empresa pagó 3000 dólares por el congelador de tipo médico necesario.

“No exigimos que los empleados se vacunen, pero lo promovemos bastante”, dijo Starr Fowler, vicepresidenta de recursos humanos. “Para muchos de nuestros empleados, en particular los más jóvenes, cuanto más fácil se lo hagamos, más probabilidades hay de que se vacunen”.

Otros están experimentando con dividir su fuerza laboral. Salesforce está introduciendo una política en ciertas oficinas de Estados Unidos, incluida Salesforce Tower en San Francisco, donde hasta 100 empleados completamente vacunados pueden ofrecerse como voluntarios para trabajar en los pisos designados. La Bolsa de Valores de Nueva York emitió un memorando para las firmas que realizan operaciones bursátiles que decía que se les permitiría aumentar su personal en el piso, siempre y cuando todos los empleados hayan sido vacunados.

En diciembre, la Comisión para la Igualdad de Oportunidades en el Empleo publicó una guía que indica que los empleadores están legalmente autorizados a exigir que los empleados se vacunen antes de regresar a las oficinas. Pero la amenaza de un litigio sigue siendo un factor muy intimidante.

“La inquietud por un posible litigio me parece perfectamente legítima”, dijo Eric Feldman, profesor de derecho en la Universidad de Pensilvania. “Me parece que los empleadores se encontrarán en una posición legal bastante firme, pero eso no significa que no vayan a ser demandados”, añadió.

Guardar