La líder de la UE dice que el incidente del asiento fue señal de un sexismo perdurable

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Especial para Infobae de The New York Times.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, preguntó tras el incidente en el que se quedó de pie durante una cumbre en Turquía este mes: “¿Habría sucedido esto si vistiera saco y corbata?”.

Fue un momento diplomático incómodo.

Ursula von der Leyen, presidenta del poder ejecutivo de la Unión Europea, se quedó de pie durante una visita a Turquía este mes mientras que su colega, Charles Michel, presidente del Consejo de Europa y el presidente Recep Tauyyip Erdogan de Turquía se acomodaron en dos asientos.

Von der Leyen, la primera mujer en liderar la Comisión Europea, reflexionó por primera vez sobre el incidente el lunes al decirle a los legisladores europeos que había llegado a la conclusión de que la pifia sucedió debido a que ella es una mujer.

“¿Habría sucedido esto si vistiera saco y corbata?”, preguntó en su intervención del lunes frente al Parlamento Europeo. “En las fotografías de reuniones previas no vi que faltaran sillas. Pero, otra vez, tampoco vi a ninguna mujer en estas fotografías”.

“Me sentí dolida y sola: como mujer y como europea”, añadió y observó que el descuido era una señal de “cuán lejos aún estamos antes de que a las mujeres se les trate como iguales”.

El video de la reunión, celebrada este mes en el palacio presidencial turco mostró la franca sorpresa de Von der Leyen al tiempo que decía “um” ante la falta de asiento apropiado. Rápidamente se ubicó en un sofá a varios pies de distancia mientras Michel, que tiene su mismo rango en la jerarquía de la Unión Europea, y Erdogan tomaron asiento frente a las banderas de la Unión Europea y Turquía.

Las imágenes causaron una tormenta mediática de inmediato. Muchos comentaron el sexismo persistente que reflejaba ese instante y fragmentos del momento se propagaron rápidamente en línea. #GiveHerASeat (#DenleUnAsiento) fue tendencia en Twitter por toda Europa, y algunos observadores lo calificaron de #Sofagate.

El incidente puso de manifiesto lo que algunos consideran la falta de un frente unificado en el liderazgo del bloque.

Después de que los críticos cuestionaran por qué Michel no había ofrecido a Von der Leyden su asiento, Michel culpó a los funcionarios turcos de producir una “situación angustiosa”. Dijo que no había pretendido ser “insensible” pero que había temido empeorar la situación.

“No oculto que no he dormido bien por la noche desde entonces”, dijo Michel al periódico alemán Handelsblatt poco después.

El ministro de Relaciones Exteriores turco, Mevlut Cavusoglu, dijo después del incidente que la disposición de los asientos se había decidido con la participación de representantes europeos y que su gobierno había sido acusado injustamente de fabricar la situación.

El Consejo Europeo, que representa a los líderes de los países de la UE, ofreció su propia explicación. Dominique-Georges Marro, jefe de protocolo del Consejo, dijo en un comunicado que los funcionarios no habían visto la sala de reuniones con antelación. Señaló que el problema podría deberse a que el protocolo “distingue claramente entre la condición de jefe de Estado, que ostenta el presidente del Consejo Europeo, y la condición de primer ministro, que ostenta la presidenta de la Comisión”.

Aun así, muchos señalaron que la distribución de asientos no pareció ser un problema en 2017, cuando Erdogan se reunió con Donald Tusk, entonces presidente del Consejo Europeo, y Jean-Claude Juncker, entonces presidente de la Comisión Europea.

En su discurso, Von der Leyen dijo que no había encontrado “ninguna justificación para la forma en que fui tratada” con base en los documentos del gobierno europeo.

“Así que tengo que concluir que ocurrió porque soy una mujer”, dijo.

La reunión sucedió en un momento diplomático crucial, cuando Turquía intenta mejorar la tensa relación con la Unión Europea y revivir su proceso de ingreso al bloque. También tuvo lugar cuando Turquía se ha alejado de las iniciativas de derechos para empoderar a las mujeres, algo que Von der Leyen señaló el lunes al mencionar que Turquía se ha retirado de la Convención de Estambul, un tratado que combate la violencia contra las mujeres.

En Turquía, el 38 por ciento de las mujeres que se han casado sufrieron violencia física o sexual durante su vida, según una investigación de 2014 citada por las Naciones Unidas.

El país también ocupó el puesto 133 entre 156 países en un informe del Foro Económico Mundial de 2021 sobre la Brecha Global de Género.

El lunes, Von der Leyen también señaló algo más: el tropiezo diplomático solo llegó a los titulares porque había cámaras en la sala que captaron el episodio.

Pero, añadió, “Miles de incidentes similares, la mayor parte de ellos mucho más graves, pasan desapercibidos”.

Isabella Kwai es reportera de sucesos de último momento en el buró de Londres. Se unió al Times en 2017 como parte de la oficina en Australia. @bellakwai

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