En las tres semanas del juicio de Derek Chauvin, decenas de testigos han dado su testimonio; horas de video del arresto de George Floyd han sido reproducidas, pausadas y vueltas a ver, y los dos bandos en la corte han presentado narrativas opuestas a un jurado al que se le ha encargado la responsabilidad de determinar la culpabilidad o inocencia de un policía despedido que enfrenta el cargo de homicidio en uno de los juicios más observados en décadas.
A partir del testimonio de los testigos, varios temas han surgido como los puntos en discusión más importantes: si Chauvin violó las políticas al arrodillarse sobre el cuello de Floyd durante nueve minutos y medio; qué papel tuvieron las drogas en la muerte de Floyd, en caso de haberlo tenido, y qué impacto pudo haber tenido el arresto en las personas que lo atestiguaron.
Estos temas se volvieron evidentes casi de inmediato por los testimonios llenos de lágrimas de transeúntes que lo presenciaron y las críticas a Chauvin de expertos convocados por la parte acusadora. En los días finales del juicio, la defensa llevó el relato opuesto al banquillo, lo que le dio al policía despedido algo de apoyo después de más de dos semanas de casi puro testimonio crítico.
El juicio y su inminente veredicto han atraído más atención que casi cualquier otro proceso penal en décadas y ahora que avanza hacia la última fase (argumentos finales el lunes, seguidos por la deliberación del jurado), estos momentos clave ilustran algunos de los temas que serán más importantes para los miembros del jurado.
Durante la primera semana del juicio, muchos de los testigos que fueron llamados por la parte acusadora vieron el arresto de Floyd en persona. Su testimonio dio al jurado una visión más clara de los momentos finales de la vida de Floyd y demostró lo impactante fue ver el arresto de primera mano. Varios testigos lloraron conforme relataban el arresto; algunos dijeron que se sentían culpables de no haber intervenido y que sabían que Floyd había estado en grave peligro. Sus relatos marcaron el tono del resto del juicio y demostraron la magnitud del impacto de la muerte de Floyd.
Darnella Frazier tenía 17 años cuando grabó un video del arresto que ayudó a detonar una ola de protestas en todo Estados Unidos. Frazier fue una de un puñado de testigos jóvenes que dieron testimonio sin mostrar su rostro en cámara. El 25 de mayo, llegó a la tienda de conveniencia Cup Foods con su prima de 9 años.
“Parecía que sabía que todo había acabado para él”, dijo sobre Floyd. “Estaba aterrorizado”.
Charles McMillian, otro transeúnte que fue testigo, habló con Floyd mientras lo sujetaba Chauvin. McMillian le dijo al jurado que había exhortado a Floyd a levantarse y meterse a la patrulla. “Una vez que la policía te ha esposado, no puedes ganar”, dijo durante su testimonio.
Floyd, sometido contra el piso por Chauvin, respondió que no podía incorporarse.
McMillian, de 61 años, rompió en llanto en el banquillo y la corte tomó un breve receso mientras se recuperaba. Su testimonio, tal vez más que el de cualquier otro testigo, mostró lo doloroso que fue ver la detención en persona. Para McMillian, fue particularmente traumático el hecho de que Floyd dijera “mamá” en los escasos minutos antes de perder el conocimiento.
Courteney Ross, quien tuvo una relación amorosa con Floyd durante casi tres años hasta su muerte, dio al jurado y al público detalles poco conocidos de la vida y la personalidad de Floyd. Ross habló sobre su relación, su primer beso, lo mucho que Floyd disfrutaba comer y cómo le ayudó a explorar Minneapolis. Tan dulce como trágico, su testimonio humanizó a Floyd de una manera que los miembros del jurado no habían escuchado hasta ese punto. Ross también habló sobre un tema fundamental en el caso: el uso de drogas de Floyd.
La defensa ha argumentado que Floyd murió en gran parte debido a las complicaciones por el uso de drogas y no como resultado de ser sometido por Chauvin. Ross dijo que los dos habían luchado contra la adicción a los opioides. Dijo que el uso de drogas de ambos comenzó cuando se las recetaron legalmente por dolor crónico.
“Nos volvimos adictos y nos esforzamos mucho para acabar con esa adicción muchas veces”, comentó.
Para cuando los paramédicos llegaron, Floyd llevaba inconsciente varios minutos, todavía sometido bajo la rodilla de Chauvin. Derek Smith, uno de los paramédicos que llegaron al lugar, testificó que trató de tomar el pulso de Floyd casi tan pronto como llegó, pero que no se lo encontró.
“En términos simples, pensé que estaba muerto”, dijo Smith.
Su testimonio dio a los integrantes del jurado un entendimiento más claro de lo que ocurrió en los minutos posteriores a la detención y de los esfuerzos para salvar la vida de Floyd que se realizaron de camino al hospital. A pesar de las medidas tomadas, que incluyeron el uso de un desfibrilador y una máquina que hace compresiones en el pecho, Smith no pudo revivir a Floyd, según indicó. Los policías que arrestaron a Floyd no le brindaron ninguna atención médica en el lugar, ni siquiera después de que uno de los agentes no pudo detectar el pulso.
En una crítica poco común de un agente por parte de un jefe de la policía en funciones, Medaria Arradondo del Departamento de Policía de Minneapolis testificó que Chauvin violó las políticas de la policía al permanecer arrodillado sobre Floyd durante más de nueve minutos.
“Eso debió haber cesado en cuanto Floyd dejó de resistirse y, por supuesto, en cuanto dio muestras de sentirse en peligro y trató de verbalizarlo”, dijo el jefe.
Arradondo dijo que Chauvin también violó las políticas al no brindar atención médica a Floyd cuando quedó inconsciente. Lo más seguro es que para el jurado sea una pregunta fundamental si Chauvin violó o no las políticas, y la reprobación de un jefe de la policía en funciones puede ser un golpe sustancial a la defensa de Chauvin.
A lo largo del juicio, Eric Nelson, el abogado de Chauvin, ha sugerido que la aglomeración de transeúntes puede haber dificultado que Chauvin prestara ayuda o cambiara a Floyd de la posición bocabajo a otra. La policía Nicole Mackenzie, quien capacita a los agentes de Minneapolis para dar atención médica, aceptó durante un interrogatorio cruzado que los transeúntes pueden dificultar que los agentes vean señales de que las personas en custodia corren algún riesgo.
El testimonio de Mackenzie podría respaldar al argumento de la defensa de que estaban en juego otros factores y de que el jurado debería ver la situación en contexto. La multitud de alrededor de doce personas le gritó a los policías y le pidió a Chauvin que moviera la rodilla, aunque fueron pacíficos y no intentaron intervenir.
Posiblemente, la pregunta más importante en este caso es qué causó la muerte de Floyd. La parte acusadora ha mantenido que Floyd murió de asfixia, o privación de oxígeno, y ha llamado a varios testigos expertos para apoyar esa noción. Martin Tobin, neumólogo y experto en respiración reconocido en todo el mundo, mostró estar de acuerdo al decir que Floyd murió debido a la falta de oxígeno ocasionada por la presión física ejercida.
En su testimonio, Tobin explicó el arresto con detalles precisos e incluso identificó el momento exacto en que piensa que Floyd murió.
Tobin dijo que no vio evidencia de una sobredosis, con lo que asestó un golpe al alegato de la defensa de que las drogas desempeñaron un papel central en la muerte de Floyd. En un testimonio matizado, Tobin contó las respiraciones de Floyd y mencionó que estaba respirando a un ritmo regular en los minutos previos a su muerte. Aseguró que si hubiera estado bajo los efectos de una sobredosis, el ritmo de su respiración se habría desacelerado.
Sin embargo, aunque los intervalos de las respiraciones eran normales, estas no eran lo suficientemente profundas para preservar la vida, añadió Tobin. Fue uno de varios expertos que testificaron que no vieron evidencia de una sobredosis.
Bill Smock, un cirujano del Departamento de Policía Metropolitana de Louisville, también testificó que Floyd murió debido a la falta de oxígeno. “Gradualmente sucumbió ante los cada vez más bajos niveles de oxígeno hasta fallecer”, dijo Smock.
A pesar de que un informe de toxicología reveló que había fentanilo y metanfetamina en el organismo de Floyd, Smock dijo que el comportamiento de Floyd no correspondía con el de una víctima típica de sobredosis de fentanilo. Señaló que si Floyd hubiera tenido una sobredosis de fentanilo, habría sido más probable que cayera inconsciente sin luchar. En cambio, Floyd gritó y suplicó que lo dejaran respirar.
Nelson, el abogado que lidera la defensa de Chauvin, ha argumentado a lo largo del juicio que otros factores, incluyendo el uso de drogas y una enfermedad cardiaca subyacente, condujeron a la muerte de Floyd. No obstante, los testigos llamados por la parte acusadora rechazaron esa afirmación uno por uno y dijeron que no vieron evidencia de una sobredosis de drogas y que la forma en que Chauvin sometió a Floyd pone en gran riesgo la vida de las personas.
Un testigo llamado por la defensa dijo lo contrario. David Fowler, quien fue jefe forense del estado de Maryland, mencionó que no vio evidencia de que la rodilla de Chauvin haya lastimado a Floyd de ninguna manera. Dio su testimonio después de otro testigo experto de la defensa, quien testificó que Chauvin había actuado dentro de los límites normales de las labores policiacas al someter a Floyd bocabajo durante nueve minutos y medio.
Fowler y Barry Brodd, un experto en el uso de la fuerza llamado por la defensa, fueron los primeros y únicos testigos en ofrecer a Chauvin apoyo total.
Sin embargo, ambos hombres enfrentaron un interrogatorio cruzado arduo y los abogados de la parte acusadora se anotaron varios puntos clave a su favor durante sus testimonios. Fowler aceptó que debieron haberle brindado atención médica a Floyd y dijo que pudieron haberlo reanimado tras el paro cardiaco repentino que cree que lo mató.
El experto en el uso de la fuerza llamado por la defensa enfrentó dificultades similares durante el interrogatorio cruzado. Brodd, un policía retirado, primero dijo que la manera en la que Chauvin lo sometió ni siquiera calificaba como “uso de fuerza”, pero luego concedió que, conforme a las políticas del Departamento de Policía de Minneapolis, sí calificaba. También estuvo de acuerdo cuando los fiscales le preguntaron si el nivel de fuerza debe cambiar con base en cuánto se resiste el sospechoso; Chauvin continuó apoyando la rodilla sobre Floyd durante varios minutos después de que quedó inconsciente.
Una de las preguntas más importantes en el juicio fue respondida el jueves cuando Chauvin dijo que invocaría la Quinta Enmienda para hacer uso de su derecho a no testificar. Aunque sus acciones detonaron un cuestionamiento nacional sobre la relación entre la raza y las prácticas policiacas, el público ha escuchado poco del policía despedido.
© The New York Times