Vacuna AstraZeneca: ¿deberías preocuparte por los trombos y el sangrado?

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Especial para Infobae de The New York Times.

No hay evidencia hasta ahora de un vínculo causal entre la vacuna contra la COVID-19 de AstraZeneca y algunos casos de aparición de coágulos y sangrado. Pero la relación está siendo investigada.

Millones de personas en decenas de países han recibido la vacuna contra la covid de AstraZeneca con pocos reportes de efectos adversos y en ensayos anteriores realizados en decenas de miles de personas se determinó que era segura.

Pero recientemente, la aparición de coágulos o trombos y sangrado anormal en un pequeño número de personas vacunadas en países europeos han creado dudas sobre su seguridad aunque no se ha encontrado un vínculo causal entre la condición presentada por los pacientes y la vacuna. Los reportes han causado que más de una decena de países suspendan parcial o totalmente el uso de la vacuna hasta que se investiguen los casos. La mayoría de los países dijeron que lo hacían a modo de precaución hasta que las principales agencias de salud puedan revisar los casos.

En Estados Unidos la vacuna AstraZeneca no ha sido autorizada, aunque se espera pronto una revisión de su ensayo en el país.

¿Qué tipos de problemas llevaron a estas medidas precautorias?

La serie de decisiones de suspender el uso de la vacuna AstraZeneca, sobre todo en países europeos se dio después de cuatro casos serios en Noruega, descritos en trabajadores de la salud menores de 50 años que fueron vacunados. La mayoría desarrolló trombos (coágulos de sangre) o anormalidades de sangrado y presentaron bajo conteo de plaquetas, dijeron las autoridades sanitarias noruegas. Dos de ellos murieron de hemorragias cerebrales y otros dos fueron hospitalizados. La muerte de una mujer de 60 años en Dinamarca y de un hombre de 57 años en Italia también suscitaron decisiones rápidas aunque ninguno de los fallecimientos ha sido investigado lo suficiente como para determinar si hay algún vínculo entre sus casos y la inyección que recibieron.

¿Qué es un trombo?

Un coágulo sanguíneo es un amasijo espeso de sangre que puede bloquear la circulación. Se forman en respuesta a lesiones y también puede ser resultado de muchas enfermedades, entre ellas cáncer y desórdenes genéticos así como ciertos fármacos, la postración prolongada y estar sentado mucho tiempo. Los trombos que se forman en las piernas a veces pueden desplazarse a los pulmones o, en raras ocasiones, al cerebro, donde pueden resultar fatales.

¿La vacuna puede causar coágulos?

No se ha demostrado que las vacunas causen la formación de trombos, dijo Daniel Salmon, director del Instituto para la Seguridad de Vacunas de la Universidad Johns Hopkins.

Los coágulos sanguíneos son comunes en la población en general y las autoridades de salud sospechan que los casos reportaron en las personas vacunadas probablemente sean coincidencias y no estén relacionados con la inmunización.

“Hay muchas causas de coagulación, muchos factores que predisponen y muchachas personas que se encuentran en un riesgo mayor, y a menudo también son las personas que ahora están siendo vacunadas”, dijo Mark Slifka, investigador de vacunas en la Universidad de Ciencia y Salud de Oregón

Entre 300.000 y 600.000 personas desarrollan coágulos sanguíneos en pulmones o venas de las piernas y otras partes del cuerpo cada año en Estados Unidos, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.

Según esos datos, alrededor de 1000 a 2000 trombos se registran diariamente en la población estadounidense, dijo Stephan Moll, hematólogo y profesor de medicina en la Universidad de Carolina del Norte.

“Estados Unidos tiene 253 millones de adultos”, dijo Moll. “Así que si cada día se vacunan contra la covid 2,3 millones de personas en Estados Unidos, eso significa que alrededor de 1 por ciento de la población adulta se vacuna cada día”.

Dijo que, con ese cálculo, podía estimarse que aproximadamente uno por ciento de los 1000 a 2000 trombos diarios —10 a 20 al día— ocurrirían en los pacientes vacunados tal como en las tasas de antecedentes, sin relación con la vacuna.

“Solo si la información epidemiológica muestra que dicha tasa es más alta, uno podría empezar a preguntarse por una relación causal”, dijo Moll.

¿Qué nos dicen los datos existentes sobre la vacuna AstraZeneca?

David Wohl, director de la clínica de vacunas de la Universidad de Carolina del Norte, dijo que no había visto evidencia de que alguna de las vacunas para la COVID-19 hubiera causado coágulos de sangre, también llamados trombos, en los grandes ensayos clínicos que condujeron con su autorización.

Pero Wohl también observó: “Hay diferencias entre los ensayos y la vida real”. Los resultados de seguridad más amplios del lanzamiento en el mundo real de la vacuna de AstraZeneca provienen de Gran Bretaña, donde se habían administrado 9,7 millones de dosis de la vacuna hasta el mes pasado. Los datos de Gran Bretaña revelaron que al menos algunas condiciones de coagulación, aunque extremadamente raras, eran igualmente prevalentes para las personas vacunadas con la vacuna AstraZeneca en comparación con las que recibieron el producto de Pfizer. Pero los niveles de plaquetas anormalmente bajos fueron más comunes entre las personas que recibieron la vacuna AstraZeneca.

Fuera de los ensayos, las vacunas se administran a una variedad de personas más amplia. Así que si surgen dudas sobre la seguridad una vez que la vacuna es de uso más general, deben investigarse, comentó Wohl.

“No queremos ignorar una señal que podría indicar un problema mayor”, dijo. “Pero en este momento es prematuro pensar que AstraZeneca causa trombosis”.

¿Las vacunas causan otro tipo de desórdenes de sangrado?

Otras vacunas —en particular la que se administra a los niños contra el sarampión, las paperas y la rubéola— se han relacionado con niveles reducidos de plaquetas temporalmente. Las plaquetas son un componente de la sangre esencial para la coagulación.

En un número reducido de pacientes que recibieron las vacunas de Moderna, Pfizer-BioNTech y AstraZeneca se reportaron niveles reducidos de plaquetas. Uno de ellos, un médico de Florida, murió de una hemorragia cerebral cuando no pudieron restaurarse sus niveles de plaquetas y otros han sido hospitalizados. Los funcionarios de salud estadounidenses han dicho que se investigan dichos casos pero no han reportado los hallazgos de dichas revisiones y aún están por establecer si existe vínculo con las vacunas.

¿Cómo sabrán los investigadores si hay una relación?

La Agencia Europea de Medicamentos dijo el lunes que estaba trabajando con AstraZeneca y las autoridades sanitarias para analizar “todos los datos disponibles y las circunstancias clínicas que rodean a casos específicos”.

Las autoridades no han detallado cómo será dicha evaluación. Pero al analizar una posible conexión entre una vacuna y un efecto secundario de gravedad, los investigadores por lo general se enfocan en estimar con qué frecuencia puede esperarse que dichos problemas médicos se presenten en el grupo de la población en cuestión.

Eso puede significar evaluar al mismo grupo desde antes de ser vacunados. También podría involucrar la observación de un grupo similar de personas. Si la frecuencia de dichos problemas es más alta en el grupo vacunado de lo que podría esperarse en una población comparable, eso es señal de que el asunto de seguridad podría ser real o al menos que vale la pena estudiarse más a fondo.

Por lo general, estas investigaciones no se basan en determinar definitivamente si la vacuna causó la muerte o un problema médico grave, porque en la mayoría de los casos eso no puede determinarse de manera concluyente. Pero los investigadores sí consideran la historia clínica, por ejemplo, si una persona había sido tratada por problemas médicos similares antes de ser vacunada.

Los investigadores también consideran los factores que pueden hacer que un grupo de personas sea más propenso a enfermarse. Las personas mayores, a las que se ha dado prioridad en las campañas de vacunación en todo el mundo, tienen un mayor riesgo de desarrollar trombos que las personas más jóvenes.

Cada ministerio de salud lleva a cabo sus propias investigaciones y las autoridades sanitarias en dichos países esperan los resultados de las autopsias. En Italia, además, las autoridades han incautado dosis de la vacuna en la región Piamonte como parte de una investigación sobre la muerte de una maestra el fin de semana.

¿Podemos esperar avances en la investigación?

Un comité consultivo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) planeaba reunirse el 16 de marzo para discutir la vacuna. El comité de seguridad de la Agencia Europea de Medicamentos se reunirá el 18 de marzo.

Jennifer Nuzzo, epidemióloga del Centro para la Seguridad de la Salud en la Universidad Johns Hopkins dijo que esperaba que las autoridades reporten avances regulares sobre la investigación de la seguridad de la vacuna AstraZeneca, algo que no siempre sucede cuando surgen asuntos de seguridad.

“De verdad deseo que hubiera más comunicación continuada sobre los tipos de análisis que llevan a cabo, lo que observan, incluso si son provisionales, solo para darle transparencia al proceso y mejorar la confianza en el proceso”, dijo Nuzzo.

¿Qué ha dicho la empresa sobre la preocupación de seguridad?

AstraZeneca abordó por primera vez las preocupaciones de seguridad hace una semana, luego de que Austria pausó las vacunaciones de un lote de la vacuna AstraZeneca. Un vocero de la empresa dijo entonces que no se habían confirmado efectos secundarios de importancia.

El jueves 11 de marzo, luego de que Dinamarca detuvo todas las vacunaciones con el producto de AstraZeneca, la empresa emitió un comunicado en el que defendía con más énfasis la seguridad de la vacuna.

Los datos de seguridad de AstraZeneca, un conjunto de más de diez millones de registros, no habían mostrado evidencia de un mayor riesgo de problemas relacionados con los coágulos de sangre en ningún grupo demográfico o país, dijo la compañía.

El domingo, luego de que más países anunciaron tener planes de suspender sus campañas de vacunación, AstraZeneca emitió un comunicado de prensa con más detalles sobre las cifras de reportes de efectos secundarios y personas vacunadas en los ensayos clínicos y en las campañas de inmunización en Europa.

El lunes, un portavoz de AstraZeneca dijo que la compañía estaba “trabajando con las autoridades sanitarias nacionales y los funcionarios europeos y a la espera de su evaluación a finales de esta semana”. (La empresa se negó a nombrar al portavoz).

¿Ha habido otros temores por una vacuna?

Las preocupaciones anteriores por la seguridad de la vacuna no han sido fruto de la evidencia, aunque existen algunas excepciones. En 1999, la primera vacuna contra la infección del rotavirus que causa diarrea en infantes fue retirada del mercado porque se encontró que aumentaba el riesgo de obstrucción intestinal.

Pero incluso las preocupaciones de seguridad sin fundamento han mellado la confianza del público.

Luego de que la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA, por su sigla en inglés) aprobó una vacuna altamente efectiva para la enfermedad de Lyme en 1998, los informes noticiosos y una demanda colectiva azuzaron las quejas de las personas que dijeron haber desarrollado artritis luego de ser vacunados. En 2001 la FDA convocó a un panel de expertos para revisar los datos de seguridad de la vacuna —los ensayos clínicos no habían arrojado diferencia en los síntomas a largo plazo entre los grupos de placebo y los vacunados— y concluyeron que la vacuna debería seguir en el mercado.

Pero para entonces, la percepción que tenía el público de la vacuna ya estaba por los suelos: una fuerte caída en las ventas impulsó al fabricante de la vacuna, GlaxoSmithKline, a retirar la vacuna del mercado en 2002.

¿Cuál es la situación de la vacuna en Estados Unidos?

Si bien más de 70 países han autorizado la vacuna, Estados Unidos no lo ha hecho aún. AstraZeneca aún no ha solicitado autorización a la FDA y está a la espera de los resultados de su ensayo en Estados Unidos, en el que se inscribieron más de 32.000 participantes.

Es posible que pronto se difunda algún anuncio por parte de AstraZeneca: los datos de los resultados de dicho ensayo están siendo revisados por un panel independiente de expertos, dijo el lunes a Reuters Francis Collins, el médico que dirige los Institutos Nacionales de Salud.

Unos resultados sólidos de seguridad y eficacia de dicho ensayo podrían tener un impacto importante para tranquilizar a la población sobre la vacuna AstraZeneca, dijo Geoffrey Porges, analista del banco de inversión SVB Leerink.

“Pero entre más tiempo siga pendiente ahí, sin una revisión abarcadora y sin los resultados de Fase III de Estados Unidos, más tiempo estará preocupada la gente”, dijo Porges.

Denise Grady ha sido reportera científica para el Times desde 1998. Escribió Deadly Invaders, un libro sobre virus emergentes. @nytDeniseGrady

Rebecca Robbins se unió al Times en 2020 como reportera de negocios enfocada en cubrir las vacunas contra la COVID-19. Ha estado cubriendo sobre salud y medicina desde 2015. @RebeccaDRobbins

This article originally appeared in The New York Times.

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