Cómo han cambiado las tomas de posesión en Estados Unidos

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Preparations for the inauguration of
Preparations for the inauguration of President-elect Joe Biden at the Capitol in Washington, Jan. 15, 2021. (Chang W. Lee/The New York Times)

La juramentación de los presidentes estadounidenses ha evolucionado un poco desde los días de George Washington.

En Estados Unidos, los fundamentos de la toma de posesión son simples: el nuevo presidente hace un juramento de 35 palabras en una fecha establecida por la Constitución.

Pero la fórmula ha dejado mucho espacio para la novedad. A medida que las tomas de posesión evolucionaron a lo largo de las décadas, muchas novedades se convirtieron en puntos de inflexión en la tradición, signadas por los contratiempos, la innovación y los gestos espontáneos.

Jimmy Carter comenzó una costumbre informal cuando inesperadamente se bajó de su limusina y caminó por la Avenida Pennsylvania. El primer mandato de Barack Obama tuvo un comienzo inusual cuando se convirtió en el primer presidente que repitió su juramento al cargo. La segunda toma de posesión de Harry S. Truman fue la primera en ser televisada, y la de Bill Clinton en 1997 fue la primera en ser transmitida en vivo por internet.

El miércoles, la toma de posesión de Joe Biden también tratará de equilibrar la tradición con los desafíos de la era actual, que incluyen la pandemia y la agitación política generalizada. Por primera vez, la procesión a la Casa Blanca será remplazada por un “desfile virtual” en un esfuerzo por frenar la propagación del virus que ha matado a casi 400.000 estadounidenses.

A continuación enumeramos algunos de los precedentes en la historia de la toma de posesión presidencial.

El juramento

El juramento presidencial también está consagrado en la Constitución: “Juro (o afirmo) solemnemente que ejerceré fielmente el cargo de Presidente de Estados Unidos y que, hasta el límite de mis capacidades, preservaré, protegeré y defenderé la Constitución de Estados Unidos”.

Cada presidente debe recitar el juramento del cargo, el cual ha sido realizado 72 veces por los 45 presidentes de Estados Unidos que han precedido a Biden.

Franklin Pierce, en 1853, fue el primero en elegir la palabra “afirmar” en vez de “jurar” y rompió el precedente al no besar la Biblia.

Lyndon B. Johnson fue el primer y único presidente que prestó juramento al cargo en un avión, después del asesinato de John F. Kennedy el 22 de noviembre de 1963. También fue la primera vez que una mujer tomó el juramento: la jueza Sarah T. Hughes del Distrito Norte de Texas juramentó a Johnson en el Air Force One, usando un misal católico romano encontrado a bordo, antes de que el avión saliera de Dallas hacia Washington.

La toma de juramento de Barack Obama, que se convirtió en el primer presidente negro de la nación en 2009, tuvo un giro único. El juramento tuvo que ser realizado dos veces por el presidente de la Corte Suprema John G. Roberts Jr: la segunda vez fue el 21 de enero en un segundo intento realizado en la Casa Blanca, luego de que ambos hombres se equivocaran en la secuencia de la frase protocolar durante la ceremonia de toma de posesión celebrada el día anterior.

“En 25 segundos, el presidente Obama se convirtió en presidente de nuevo”, escribió The New York Times.

El discurso

George Washington era un hombre de pocas palabras. Su segundo discurso inaugural tuvo 135, siendo el más corto jamás pronunciado. En 1817, James Monroe se convirtió en el primer presidente en prestar juramento y dar su discurso inaugural al aire libre, frente al Capitolio de Old Brick. William Henry Harrison fue el que más habló, pronunciando 10.000 palabras en 1841.

El lugar

George Washington prestó juramento en el Federal Hall de la ciudad de Nueva York y luego pronunció su discurso dentro de las cámaras del Senado. John Adams fue posesionado en la Cámara del Congreso de Filadelfia en 1797. En 1801, Thomas Jefferson fue el primero que caminó hacia su toma de posesión, y también salió caminando de la ceremonia, además se convirtió en el primer presidente que se juramentó en el Capitolio de Washington.

La fecha

El día de la toma de posesión no siempre fue en enero. George Washington prestó juramento al cargo el 30 de abril de 1789. En el siglo XIX, el 4 de marzo fue escrito en la Constitución como el Día de la Toma de Posesión. Pero en 1933, la ratificación de la Vigésima Enmienda estableció que los mandatos del presidente y el vicepresidente terminaran al mediodía del 20 de enero.

El primer presidente que tomó posesión el 20 de enero fue Franklin D. Roosevelt, quien juró su cargo por un segundo período en 1937, con una gran multitud que asistió a pesar de la fría lluvia que los empapaba.

La transición

En 1837, Andrew Jackson y Martin Van Buren viajaron juntos en un carruaje al Capitolio para la toma de posesión, fue la primera vez que un presidente saliente se unía a su sucesor. “Hemos llegado a esperar eso, pero no lo tendremos este año, tristemente”, dijo Jim Bendat, un historiador de las tomas de posesión. “Es un momento simbólico importante para demostrar que el anterior mandatario, y el nuevo, pueden llevarse bien, incluso si están en un partido diferente”.

Un presidente cuyo mandato está terminando no está obligado a asistir a la toma de posesión. En 1801, John Adams se convirtió en el primer presidente que evitó la ceremonia de juramentación de su sucesor, en este caso Thomas Jefferson. Después de pasar meses declarando falsamente que las elecciones de 2020 habían sido robadas, el presidente Donald Trump anunció que no asistirá a la toma de posesión de Biden.

El sombrero

Los sombreros de copa fueron el accesorio tradicional de muchas tomas de posesión presidenciales. Pero Dwight D. Eisenhower lo remplazó en 1953 por un Homburg, un sombrero de ala corta, lo que se consideró como una ruptura con la “tradición sartorial oficial”, informó el Times. Kennedy volvió al sombrero tradicional en 1961, antes de que desapareciera como vestimenta oficial.

El poeta

Kennedy fue el primero en agregar un poeta a sus eventos de toma de posesión. El evento no salió como se planeó. Robert Frost, entonces de 86 años, había planeado leer The Preface, versos que había compuesto para la ocasión. Pero el resplandor en la página le dificultaba la visión. “No tengo una buena luz aquí, en absoluto”, dijo, según la cobertura del evento realizada por el Times.

Johnson trató de poner sombra sobre el manuscrito con su sombrero de copa. Pero Frost lo dejó de lado y recitó su poema
The Gift Outright
, que se sabía de memoria.

Amanda Gorman, que en 2017 se convirtió en la primera Joven Poeta Laureada Nacional, leerá en la ceremonia de este año.

La Biblia

A lo largo de los años, la mayoría de los presidentes prestaron juramento con la mano sobre la Biblia. Algunos eligieron una Biblia familiar, como Jimmy Carter, con la utilizada por Washington colocada en el atril. Theodore Roosevelt fue una excepción en 1901. En la casa de un amigo después del asesinato de William McKinley, no usó una, pero prestó juramento con una “mano alzada”.

Otros han puesto su singular sello en el gesto. Kennedy, el primer católico romano elegido presidente, usó una Biblia católica. Johnson le pidió a su esposa, Lady Bird, que sostuviera la Biblia durante el juramento, convirtiéndolo en el primero en hacerlo. Y Obama usó la Biblia que pertenecía a Abraham Lincoln. (Trump usó la misma Biblia de Lincoln en 2017).

El desfile

La segunda toma de posesión de Lincoln, en 1865, fue la primera vez que los afroestadounidenses participaron en un desfile inaugural. Las mujeres participaron en el desfile inaugural por primera vez en 1917, al comienzo del segundo mandato de Woodrow Wilson. En 1977, Carter se convirtió en el primero en recorrer a pie más de un kilómetro y medio de la ruta hacia la Casa Blanca. El paseo de Carter con su esposa, Rosalynn, y su hija de nueve años, Amy, se convirtió en una tradición que ha sido preservada —en ceremonia si no en duración— por los presidentes que le siguieron.

El baile

James y Dolley Madison comenzaron la tradición de llevar a cabo una recepción en la Casa Blanca y un baile inaugural en 1809. Las entradas costaban cuatro dólares, o unos 85 dólares a precios actuales.

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La tecnología

Las tomas de posesión han reflejado las innovaciones en la tecnología y la industria. En 1921, Warren G. Harding fue el primero en ir a su inauguración en un automóvil. Años después llegaron las limusinas cerradas a prueba de balas, que hicieron su aparición en 1965 con Johnson.

Las audiencias se expandieron con los avances en la tecnología. En 1845, el discurso inaugural de James Polk llegó a más gente por telégrafo. En 1897, la toma de posesión de McKinley fue captada por una cámara de cine, y la de Calvin Coolidge en 1925 fue transmitida por radio.

Ronald Reagan, quien había sido actor, hizo colocar una cámara de televisión dentro de su limusina durante el viaje del Capitolio a la Casa Blanca en 1985. Y en 1997, la toma de posesión de Bill Clinton fue la primera en ser transmitida en vivo por internet.

La familia

Algunas ceremonias de toma de posesión abrieron camino a las familias. La madre de James Garfield asistió a su toma de posesión en 1881, sentando un precedente. En 1923, el padre de Calvin Coolidge, un juez de paz de Vermont, tomó el juramento del cargo a su hijo. La primera ceremonia de toma de posesión a la que asistieron ambos padres del presidente electo fue la de Kennedy, en 1961. Y la ceremonia de George W. Bush en 2001 fue la primera y única vez que un expresidente, George Bush, asistió a la toma de posesión de su hijo como presidente.

Christine Hauser es una reportera que cubre asuntos nacionales e internacionales. Antes trabajó un tiempo en Negocios, donde cubrió mercados financieros, y otro en Metro, donde cubrió la policía. @ChristineNYT.

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