¿Por qué se enjuicia a Trump ahora? Explicamos cómo será el segundo juicio político del presidente

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President Donald Trump in Harlingen,
President Donald Trump in Harlingen, Texas, on Tuesday, Jan. 12, 2021, after touring a portion of the border wall with Mexico near Alamo, Texas. The House on Wednesday was poised to impeach Trump for a second time, charging him with “incitement of insurrection.” The process is taking place with extraordinary speed and will test the bounds of the impeachment process. (Doug Mills/The New York Times)

Cuando solo queda una semana de su mandato, la Cámara de Representantes aprobó otro juicio político contra el presidente Trump, pero probablemente dejará el cargo antes de ser juzgado en el Senado. Así es como funciona el proceso.

WASHINGTON — El miércoles, la Cámara de Representantes acusó al presidente Trump por segunda vez, un hecho sin precedentes en la historia de Estados Unidos. Una semana después de que incitó a una multitud de simpatizantes que irrumpió en el Capitolio —mientras el Congreso se reunía para formalizar la victoria del presidente electo, Joseph Biden— se le acusó de “incitación a la insurrección”.

Los demócratas actuaron rápidamente para acusar a Trump después del asalto que se produjo luego de que le dijo a sus partidarios, en un mitin cerca del National Mall, que marcharan hacia el Capitolio para intentar que los republicanos revocaran su derrota. Al menos cinco personas, incluido un oficial de la Policía del Capitolio, murieron durante el asedio o en las horas posteriores.

Las deliberaciones se están realizando a una velocidad extraordinaria y pondrán a prueba los límites del proceso de juicio político, planteando preguntas nunca antes contempladas. Esto es lo que sabemos.

El juicio político es una de las sanciones más graves de la Constitución

El juicio político es una de las herramientas más importantes que la Constitución le otorga al Congreso para responsabilizar a los funcionarios gubernamentales, incluido el presidente, por incurrir en violaciones como mala conducta y abuso del poder.

Los miembros de la Cámara de Representantes se encargan de determinar la posibilidad de acusar al presidente, el equivalente a la acusación de un caso penal, y los miembros del Senado dictaminan si lo destituyen, realizando un juicio en el que los senadores actúan como jurado. Según lo establece la Constitución, el proceso debe probar si el presidente ha cometido “traición, soborno u otros delitos graves y faltas”.

En la Cámara solo se requiere una mayoría simple de legisladores para determinar que el presidente, en efecto, ha cometido delitos y faltas graves; pero en el Senado la votación debe alcanzar una mayoría de dos tercios.

“Incitación a la insurrección” es la acusación contra Trump

El artículo, redactado por los representantes David Cicilline por Rhode Island, Ted Lieu por California, Jamie Raskin por Maryland y Jerrold Nadler por Nueva York, acusa a Trump de “incitación a la insurrección” y dice que es culpable de “incitar a la violencia contra el gobierno” de Estados Unidos”.

El artículo cita la campaña de una semana de Trump para desacreditar de manera falsa los resultados de las elecciones de noviembre y cita directamente el discurso que pronunció el día del asedio en el que les dijo a sus partidarios que fueran al Capitolio. “Si no peleas como el infierno”, dijo, “ya no vas a tener un país”.

Los impulsores del proceso dicen que el juicio político vale la pena, a pesar de que a Trump solo le quedan unos días en el cargo

Aunque la Cámara actuó con notable rapidez para acusar a Trump, el juicio del Senado para determinar su destitución no puede comenzar hasta el 19 de enero, su último día en el cargo. Eso significa que es casi seguro que cualquier condena no se completará sino hasta después de que abandone la Casa Blanca.

Los demócratas han argumentado que la ofensa de Trump —usar su poder como líder y comandante en jefe de la nación para incitar a una insurrección contra el poder legislativo— es tan grave que debe abordarse, aunque solo queden unos pocos días de su mandato. Dejarlo impune, sostienen los demócratas, sentaría un peligroso precedente de impunidad para los futuros presidentes.

Durante el debate, Steny H. Hoyer, representante demócrata por Maryland y líder de la mayoría, preguntó: “¿Queda poco tiempo?”. “Sí. Pero nunca es demasiado tarde para hacer lo correcto”.

Los republicanos, muchos de los cuales votaron a favor de revocar los resultados electorales, han afirmado que realizar un proceso de juicio político en las postrimerías del mandato de Trump fomentará una división innecesaria y que el país debería superar el asalto de la semana pasada.

Para Trump, la mayor consecuencia podría ser que lo inhabiliten para volver a ocupar un cargo público

La condena en un juicio político no descalificaría automáticamente a Trump para postularse a un futuro cargo público. Pero, si el Senado lo condena, la Constitución permite una votación posterior para impedir que el funcionario ocupe “cualquier cargo de honor, confianza o lucro en Estados Unidos”.

Esa votación solo requiere una mayoría simple de senadores. Esa posibilidad podría ser una perspectiva atractiva para los demócratas, y también para muchos republicanos que aspiran a la presidencia o que están convencidos de que eso es lo único que sacará a Trump de su partido. Se dice que Mitch McConnell, senador por Kentucky y líder republicano, comparte esta última opinión.

Sin embargo, no hay ningún precedente sobre la inhabilitación de un presidente para un cargo futuro y el caso podría ser llevado ante la Corte Suprema.

Lo más probable es que el juicio del Senado comience luego de que Biden se convierta en presidente

Los demócratas, que controlan la Cámara porque son mayoría, pueden elegir cuándo enviar su propuesta de juicio político al Senado, momento en el que esa cámara tendría que actuar de inmediato para comenzar el proceso. Pero como la programación del Senado establece que la próxima sesión regular se efectuará el 19 de enero, aunque la Cámara enviara inmediatamente la propuesta al otro lado del Capitolio, se necesitaría un acuerdo entre los líderes republicanos y demócratas del Senado para abordarlo antes de esa fecha.

El miércoles, McConnell dijo que no estaría de acuerdo en hacerlo, lo que significa que el procedimiento no podría continuar hasta el día previo a la toma de posesión de Biden. Como se necesita tiempo para que el Senado establezca las reglas para un juicio político, lo más probable es que el juicio comience después de que Biden sea presidente y los demócratas tengan el control operativo del Senado.

El Senado estará ocupado con el juicio durante los primeros días de Biden en el cargo

Cuando el Senado reciba el cargo de la acusación, deberá abordar el tema de inmediato porque los artículos de acusación conllevan la máxima urgencia. Según las reglas vigentes durante décadas, la acusación es el único tema que el Senado puede analizar mientras se realiza un juicio por lo que no se podrá trabajar en otros asuntos legislativos.

Pero Biden le preguntó a McConnell si es posible alterar esa regla para permitir que el Senado realice el juicio político de Trump mientras se analizan a los nominados de su gabinete, y así las jornadas puedan dividirse entre ambos temas. McConnell le dijo a Biden que consultará con el parlamentario del Senado sobre esa posibilidad.

Si eso no es posible, los demócratas de la Cámara de Representantes podrían optar por retener la propuesta para que Biden tenga tiempo de lograr la confirmación de su equipo antes de que comience el juicio.

El Senado podría enjuiciar a Trump aunque haya dejado el cargo, sin embargo no hay precedentes de eso. Aparte de Trump, solo dos presidentes han sido enjuiciados: Andrew Johnson en 1868 y Bill Clinton en 1998, y ambos fueron absueltos y completaron sus mandatos en el cargo.

Nicholas Fandos colaboró en este reportaje.

Catie Edmondson es reportera en la oficina de Washington, y cubre el Congreso estadounidense. @CatieEdmondson

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