El presidente electo Joe Biden, que quiere hacer del cambio climático una prioridad a lo largo de su gobierno, ya está redactando órdenes para reducir la contaminación que aumenta la temperatura en el planeta y buscando candidatos que integren políticas climáticas no solo en las agencias medioambientales, sino también en los departamentos de Defensa, Transporte y del Tesoro.
Los principales candidatos a puestos de alto nivel en el gabinete, como Michèle Flournoy como secretaria de Defensa y Lael Brainard como secretaria del Tesoro, han apoyado durante mucho tiempo las políticas agresivas para frenar el cambio climático. Según un asesor de las actividades de transición, el círculo íntimo de Biden pregunta de manera rutinaria: “¿Esta persona es ambiciosa con respecto al clima?” en relación a los candidatos, incluso para puestos de bajo perfil como el departamento de presupuesto de la Casa Blanca y las oficinas de regulación.
Los miembros del equipo de transición han recibido instrucciones para identificar las políticas que pueden mejorar los niveles de contaminación en las comunidades negras y latinas. Además, se espera que una de las primeras órdenes ejecutivas de Biden requiera que todas las agencias, departamentos y programas federales se preparen para enfrentar el cambio climático.
“Tenemos que restablecer el liderazgo estadounidense a nivel mundial en materia del cambio climático, y para lograrlo tendremos que poner en orden a todo el país”, comentó Ernest Moniz, exsecretario de Energía y asesor de la campaña de Biden.
Las entrevistas con más de dos docenas de asesores y miembros del equipo de transición de Biden revelan que la administración entrante es muy consciente de los desafíos que se avecinan, con un Congreso estrechamente dividido y las enormes expectativas de algunos electores de que se tomen medidas en torno al cambio climático después de cuatro años de reducciones reglamentarias y hostilidad presidencial.
“No hay duda de que la COVID es el tema que debe ser abordado de inmediato”, agregó Moniz. “Pero cuidaremos que el tema del clima también se aborde de inmediato”.
Los republicanos insisten en que quieren una legislación climática bipartidista, no un regreso a la acción ejecutiva, pero su visión de capturar el carbono de las centrales eléctricas de carbón y expandir la energía nuclear no se alinean con la promesa de Biden de eliminar gradualmente la electricidad alimentada por combustibles fósiles y pasar a la energía solar, eólica y otras fuentes de combustible renovables.
“Hay maneras de proteger nuestro medioambiente sin castigar la economía. La innovación del libre mercado es la mejor manera de enfrentar el cambio climático, no los impuestos del gobierno o las regulaciones estrictas”, opinó el senador John Barrasso de Wyoming, quien se espera que se encargue de la dirección del Comité de Energía del Senado.
Entre los miembros del equipo de transición nombrados para coordinar el traslado de poder del gobierno de Donald Trump se encuentran decenas de expertos en cambio climático, incluso en organismos que no están a la vanguardia de la política ambiental, como los departamentos de Justicia, Agricultura y Defensa.
El presidente electo ha hablado del cambio climático en todas las llamadas de felicitación que ha recibido de líderes extranjeros, así como con el papa Francisco. Sus asesores dijeron que planeaba hacer del cambio climático una prioridad explícita de todas las oficinas regionales del Departamento de Estado. También está considerando a Moniz; John Kerry, exsecretario de Estado, o Tom Steyer, el activista multimillonario del clima, para un nuevo puesto de enviado internacional en materia del clima.
“No sucederá en solo una o dos agencias”, dijo el senador Tom Udall, demócrata de Nuevo México, que está en la lista de Biden para dirigir el Departamento del Interior. “Será un enfoque de todo el gobierno”.
El equipo de Biden está considerando la creación de una nueva oficina aparte de la Casa Blanca dedicada al cambio climático o un consejo de coordinación que siga el modelo de los consejos de seguridad nacional y económico. Tres personas cercanas a la administración entrante dijeron que se esperaba que el equipo de Biden recurriera a Ali Zaidi, un exasesor climático de la Casa Blanca del gobierno de Barack Obama que actualmente se desempeña como subsecretario de Energía en el estado de Nueva York, para que ocupe un cargo de alto nivel como asesor del presidente y coordinador del trabajo entre las agencias.
Una portavoz del equipo de transición de Biden rechazó hacer comentarios sobre el personal.
“Lo más importante es empezar a hacer nombramientos clave en todas las agencias relevantes”, comentó John Holdren, exasesor científico de Obama, quien trabajó estrechamente con la campaña de Biden.
Holdren dijo que una de las primeras órdenes ejecutivas de Biden reviviría un mandato del gobierno de Obama para que todas las agencias gubernamentales incorporen el cambio climático en sus políticas.
La Agencia de Protección Ambiental (EPA, por su sigla en inglés) seguirá siendo el arma más poderosa del nuevo presidente en su esfuerzo por restablecer y fortalecer las regulaciones en materia de cambio climático.
Después de cuatro años en los que el presidente Trump dio marcha atrás a todas las principales normas sobre el cambio climático y debilitó la EPA, se espera que la agencia bajo el mando de Biden crezca en tamaño y autoridad, y que su nuevo administrador tome la iniciativa de redactar normas destinadas a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
El principal candidato de Biden para dirigir la agencia es Mary D. Nichols, la reguladora del clima y el aire limpio de California, de acuerdo con al menos cuatro personas que saben del asunto. Nichols dijo en una entrevista que aceptaría el puesto entusiasmada.
Nichols se ha convertido en una celebridad de las políticas del calentamiento global como creadora de la ley de cambio climático de su estado y sus estrictas regulaciones a las emisiones de los autos, que aumentan la temperatura en la atmósfera. Las normas del estado de California sirvieron de modelo para las políticas federales en materia del clima del presidente Obama, pero Trump les dio marcha atrás.
“Va a ser importante revertir y detener rápidamente un gran número de acciones que fueron realizadas por el gobierno de Trump y luego restaurar la base científica de la labor de la agencia”, comentó Nichols.
Los asesores de la transición de Biden también dicen que ven un nuevo papel en materia del clima para el Departamento de Transporte, que se espera que se asocie con la EPA en la redacción de nuevas normas estrictas en torno a la contaminación de los autos y la eficiencia de los combustibles, mientras se promueven los vehículos eléctricos e híbridos. Entre los principales candidatos para el puesto se encuentra el alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti, que el año pasado presentó un plan para la transición de su ciudad a vehículos cien por ciento eléctricos para el año 2050.
Es probable que el Pentágono también asuma una gama de responsabilidades mucho más amplia en materia de cambio climático.
Flournoy, la principal candidata a secretaria de Defensa, fue subsecretaria de Defensa durante el gobierno de Obama y con frecuencia ha hablado del cambio climático como una amenaza a la seguridad nacional. En un artículo de opinión publicado por CNN el mes pasado, Flournoy escribió que el Pentágono debía ser un actor clave en el cambio climático, por el papel que el calentamiento global desempeña en los conflictos en todo el mundo y porque el Departamento de Defensa podría ayudar a acelerar la investigación y el desarrollo de tecnologías más limpias, como lo ha hecho con los motores de reacción y las telecomunicaciones.
El equipo de transición del Pentágono de Biden incluye a Sharon A. Burke, quien, como secretaria adjunta para la Energía Operacional en el Departamento de Defensa, ejerció presión para reducir la dependencia del Ejército de los combustibles fósiles.
“Hemos perdido una generación de liderazgo en las filas profesionales, y nunca tuvimos el liderazgo político. Ambos tienen que ser reconstruidos en todas las partes del Departamento de Defensa”, comentó Sherri Goodman, quien se desempeñó como la primera subsecretaria adjunta de Defensa del Pentágono para la seguridad ambiental en el gobierno del presidente Bill Clinton y ha sido asesora de seguridad nacional sobre el clima para la campaña de Biden.
A medida que el gobierno de Biden siga adelante con las regulaciones que muy probablemente terminarán en la Corte Suprema, el Departamento de Justicia tendrá que defender y preservar las reglas. Para ello, el equipo de transición de Justicia incluye a Richard J. Lazarus de la Escuela de Derecho de la Universidad de Harvard, un destacado experto en litigios en materia del cambio climático.
Entre los candidatos a fiscal general se encuentra Xavier Becerra, fiscal general de California, que ha encabezado más de 50 demandas contra los retrocesos ambientales de Trump. En una entrevista en septiembre, Becerra hizo una predicción sobre Trump: “No creo que gran parte de lo que ha hecho se mantenga, porque la mayoría de sus medidas no se han afianzado legalmente. Creo que su legado será muy corto y su mandato será considerado el nadir de la política ambiental en la historia de este país”.
Los expertos legales del equipo de transición de Biden ya han comenzado a preparar el desmembramiento legal de las políticas medioambientales de Trump y a sentar las bases para nuevas reglas.