Han pasado varias semanas desde que el coronavirus frenó nuestras vidas, cerrando nuestras escuelas, oficinas y gimnasios. Al estar encerrados en casa, hemos tenido todo el tiempo del mundo para pensar en cosas importantes.
La tecnología de consumo —o por lo menos gran parte de ella— no está en las prioridades de la lista.
Es correcto. Admito que muchas de las innovaciones de alta tecnología a las que con frecuencia doy cobertura en esta columna —desde celulares plegables hasta cámaras para timbres— son excesivas, aunque sean algo prácticas. Durante años, las empresas tecnológicas han impulsado las redes 5G ultrarrápidas, los altavoces artificialmente inteligentes que nos hablan, y otros dispositivos y funciones vistosos, pero la mayoría de nosotros no está usando esas cosas ahora.
En una crisis, nuestros productos tecnológicos más importantes —a los que hemos recurrido una y otra vez— se han resumido a unos cuantos artículos y servicios básicos:
— Dispositivos de computación con acceso a herramientas de trabajo y un explorador.
— Herramientas de comunicación para permanecer conectados con nuestros seres queridos y nuestros colegas.
— Entretenimiento para evitar perder la cabeza.
— Una conexión a internet que nos permita hacer todo lo anterior.
Si lo pensamos, esa es toda la tecnología que de verdad necesitamos cuando no hay una pandemia. De hecho, esa es una revelación agradable.
Esta lista breve puede guiar nuestras prioridades en el consumo de tecnología incluso después de que salgamos de este periodo incierto. Eso también significa que no tenemos que gastar mucho dinero en maximizar nuestra felicidad con la tecnología.
Una conexión a internet sólida
Hace algunas semanas, un vecino me envió un mensaje de texto con preguntas sobre las velocidades de internet. Tenemos el mismo proveedor de internet, Monkeybrains, pero su conexión era mucho más lenta que la mía.
Así que le pregunté qué enrutador tenía. Resultó ser un modelo de hace siete años que usaba tecnología inalámbrica obsoleta. Lo animé a remplazarlo y, después de algo de vacilación, compró uno nuevo. Su conexión a internet se volvió rapidísima.
Esta experiencia enfatizó lo que siempre había sospechado: todos quieren una conexión estable y veloz, pero muchas personas odian invertir en la infraestructura para tenerla. Los dispositivos de red son de los aparatos más importantes a la hora de actualizar la tecnología; un enrutador obsoleto podría ser un cuello de botella para todos tus dispositivos conectados a internet.
La lección: invierte tiempo y dinero en el mantenimiento de tu infraestructura de internet. Pregúntale a tu proveedor de internet sobre las velocidades lentas, y, si eso no ayuda, revisa tu enrutador y considera comprar uno nuevo.
Generalmente recomiendo los llamados sistemas wifi de malla, como Google Wifi y Eero de Amazon, que te permiten conectar varios puntos de acceso inalámbrico juntos para cubrir tu casa con una fuerte conexión a internet.
Herramientas de comunicación
Zoom, el servicio de videoconferencia fácil de usar, aumentó en popularidad en la pandemia por un motivo evidente: todos estamos desesperados por ver y hablar con otras personas mientras estamos encerrados en casa.
Sin embargo, nuestra adopción repentina de Zoom llevó a descubrir la seguridad débil del producto, que pudo haber permitido que atacantes se apropiaran de nuestras cámaras web, entre otros problemas de privacidad. También reveló que muchos de nosotros no estábamos preparados y no habíamos elegido un conjunto de herramientas robustas de comunicación.
La lección: ahora es un buen momento para trabajar con nuestras familias, amigos y colegas para decidir qué herramientas de comunicación satisfacen nuestras necesidades y, a la vez, respetan nuestra privacidad. Trata de elegir aplicaciones de mensajería y de videochat de marcas respetadas.
Para mí, son Signal y FaceTime para mensajería y videoconferencias con mis amigos y familiares, y Slack y Google Hangouts para la colaboración con colegas. Algunas de estas aplicaciones toman medidas de seguridad adicionales para cifrar nuestras comunicaciones, mientras que otras tienen historiales sólidos de protección de datos contra hackers.
Entretenimiento
Son tantas las personas que están usando servicios de emisión en continuo en la pandemia que en Europa, Netflix y YouTube se vieron obligados a emitir videos en formatos de baja calidad temporalmente para evitar que colapsara el internet. Las consolas de videojuegos Switch de Nintendo también son prácticamente imposibles de encontrar, porque el juego Animal Crossing: New Horizons, una exclusiva de Nintendo, nos ha ofrecido un dulce escape de la realidad.
Obviamente, a todos nos importa el entretenimiento: gastamos cientos de dólares al año en suscripciones digitales, incluyendo servicios de emisión de música y video.
La lección: esta es una buena excusa para consentirnos. Compra un dispositivo que ofrezca buen entretenimiento, como una televisión de 350 a 1000 dólares de TCL o Sony, o una bocina Bluetooth de 92 dólares de Ultimate Ears.
Una computadora o un celular para trabajar
Este artículo es el último de la lista porque es el más evidente. La pandemia ha enfatizado la importancia de los dispositivos que usamos para trabajar: nuestros celulares y computadoras.
La lección: debido a que estas son herramientas que nos vuelven productivos, debemos invertir en dispositivos de alta calidad. La buena noticia es que hay una selección de celulares y computadoras tan grande que podemos comprar dispositivos geniales sin gastar cantidades extraordinarias de dinero. Aproximadamente con 400 dólares puedes comprar un buen celular Android o un iPhone, y una computadora decente puede costar 500 dólares.
Me encantan el celular Pixel 3A de Google, con un costo de 400 dólares, y el iPad más básico de Apple, de 330 dólares, que puede volverse una excelente laptop de bajo presupuesto si se le agrega un teclado.
Innovaciones que podemos ignorar
Esta lista de necesidades tecnológicas básicas también sirve de guía para las innovaciones que en realidad no necesitamos.
¿Ese altavoz inteligente de Amazon o Google? Claro que sirve muy bien para apagar las luces de la habitación. ¿Ese celular con pantalla plegable? Se ve genial. Pero si no te ayudan a trabajar, permanecer conectado y sentirte entretenido, quizá encuentres otras maneras de gastar tu dinero.
Sin importar la disposición tecnológica que elijas, mantenla en un mínimo. Cuanta más tecnología tengas, más dispositivos tendrás que arreglar cuando haya problemas.
Y ten en mente que la tecnología que elijas puede ser sencilla. Esta pandemia ha hecho que resurja la humilde llamada telefónica, que sigue siendo una herramienta de comunicación muy buena.
(c) The New York Times 2020