Tekashi 69: ¿Puede desaparecer tras testificar en contra de los Bloods?

Por Ali Watkins

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El rapero Tekashi. (Jefferson Siegel/The
El rapero Tekashi. (Jefferson Siegel/The New York Times)

NUEVA YORK — Durante tres días breves en septiembre, el rapero Tekashi 6ix9ine estaba dedicándose otra vez a lo que mejor sabe hacer: ocasionar una conmoción en internet. Dejando de lado su personalidad distintiva como agitador profesional, la celebridad de Instagram se convirtió en testigo estelar del gobierno federal, y testificó en detalle acerca de colegas raperos y su expandilla, los Nine Trey Gangsta Bloods.

Pero cuando 6ix9ine —cuyo nombre de pila es Daniel Hernández— bajó del banquillo de testigos el jueves, comenzó un futuro incierto.

La debacle prácticamente ha destrozado la credibilidad de Hernández en el rap, ambiente en el cual otros artistas lo han tachado de “soplón”. Su seguridad es igual de incierta; históricamente, la pandilla de los Nine Trey no ha recibido de buena gana las traiciones, y ya ha amenazado con asesinarlo.

“Sabía que me convertiría en un blanco”, dijo en el tribunal. “Sé que iban a intentar lastimarme”.

El rapero ayudó a las
El rapero ayudó a las autoridades de Manhattan (Foto: AP)

Hernández estaba en el tribunal para declarar en contra de sus antiguos amigos íntimos, Anthony Ellison, de 31 años, y Aljermiah Mack, de 33, en un extenso caso relacionado con el crimen organizado y las armas de fuego que los fiscales presentaron en contra de la pandilla el año pasado. Durante horas la semana pasada, Hernández narró al jurado el funcionamiento interno de Nine Trey, una pandilla de convictos que se formó en Rikers Island en la década de 1990.

Al hacerlo, el rapero quizá haya acabado con cualquier buena voluntad restante que sintieran por él en la industria del rap, pues se ha convertido en un chiste y un paria, el objeto de insultos intensos en línea por parte de sus antiguos colegas, que expresaron sorpresa por la cantidad de información que Hernández ha proporcionado.

Artistas como Snoop Dogg, Future y Lil Durk compartieron memes o palabras mordaces con los que calificaron a 6ix9ine de soplón; Meek Mill escribió, por ejemplo: “El mensaje del día es que no seas un pandillero del internet… ¡sé tú mismo!”.

Minya Oh, mejor conocida como Miss Info, la fundadora del sitio web de noticias del hip-hop MissInfo.tv y exconductora de la estación de radio dedicada al rap Hot 97 en Nueva York, dijo que la historia de 6ix9ine era una “tragicomedia griega mezclada con una telenovela”, y predijo que enfrentaría un dilema complejo tras ser liberado: habría más curiosidad que nunca pero, dentro de la comunidad del hip-hop, también se percibiría una gran animadversión.

(Jefferson Siegel/The New York Times)
(Jefferson Siegel/The New York Times)

“En la economía de la atención, tan solo saber que 6ix9ine quizá abra la boca en algún lugar es como alcanzar una certificación platino de ventas”, comentó. “Pero nadie que se valore lo apoyará. Por eso deberá existir en un vacío y no podrá salir de su casa. Todo eso son cosas que un artista puede permitirse en 2019 y más allá”.

Las disqueras estarían renuentes a permitir que los artistas trabajen con él, agregó Oh, “pero todas creen que, cuando salga de la cárcel, será una gran atracción”.

Hernández se declaró culpable en enero de delitos relacionados con el crimen organizado y ocho cargos más. Enfrenta un mínimo de 47 años en prisión. Si su cooperación tiene éxito, los fiscales acordaron a principios de este año que promoverían una sentencia menos severa.

Su utilidad como informante tiene una fecha de expiración inevitable. Se espera que el juicio de Ellison y Mack concluya en cuestión de días, y no está claro si Hernández testificaría en cualquier otro posible juicio que derive del caso del gobierno en contra de Nine Trey.

El rapero no dudó en
El rapero no dudó en revelar todo lo que sabe acerca del círculo de la pandilla (Foto: Twitter)

Los fiscales han señalado que podría formar parte del programa de protección de testigos.

Una decisión como esa no sería inaudita. El gobierno ha reubicado y protegido con éxito a testigos de alto perfil en el pasado; los mafiosos han comenzado una nueva vida como propietarios de panaderías y asesinos reformados han encontrado nuevas carreras como vendedores de muñecas, dijeron dos exagentes federales de la policía.

“A pesar de lo conectados que estamos, y el apetito por el contenido en las redes sociales de este país, hay lugares en los que, si este chico se corta el cabello y usa ropa normal, nadie sabría ni le importaría quién es”, dijo Jay Kramer, exfuncionario del FBI que trabajaba en casos relacionados con el crimen organizado.

Casi no hay nada en los antecedentes de Hernández que sugiera su capacidad de ser discreto, y es poco probable que el Servicio de Alguaciles de Estados Unidos, que dirige el programa de protección de testigos, pague el tratamiento láser para eliminar los tatuajes distintivos del rostro de Hernández.

El rapero, cuyo cabello teñido con los colores del arcoíris ahora ha recuperado su tono negro natural, se transformó en un narrador consciente y esmerado en el tribunal. Hizo pausas con frecuencia para traducirle la jerga callejera al jurado, y durante algunos momentos se mostró encantadoramente ingenuo, pues les pedía a los abogados que explicaran palabras complicadas y que le aclararan preguntas.

Qué Hernández haya terminado en prisión debido a su afiliación con Nine Trey es menos sorprendente que su reinvención como informante.

El rapero enfrentó su tercer
El rapero enfrentó su tercer día de testimonios (Foto: Twitter)

El nativo de Bushwick se relacionó con la pandilla en 2017, dijo, después de su primera gira internacional, en Europa del este. En ese entonces, su extraña mezcla de metal pesado y hip-hop era confusa —y atractiva— en el mundo del rap.

Sin embargo, su estilo cambió considerablemente ese año, cuando regresó a Brooklyn y se asoció con la pandilla Nine Trey. Su primer sencillo exitoso “GUMMO”, acreedor de un reconocimiento multiplatino, contaba con la participación de varios supuestos miembros de Nine Trey en el video musical, que se volvió viral.

“Eso fue lo que le gustó a la gente”, dijo sobre la afiliación con la pandilla. “Solo era una fórmula, una receta que funcionó”.

Hernández, que había amasado un número gigantesco de seguidores en internet, se convirtió en una suerte de gallina de los huevos de oro para los líderes de Nine Trey, dijo, incluyendo a Ellison y Kifano (Shotti) Jordan. Ambos recaudaron decenas de miles de dólares mediante las actuaciones de Hernández, comentó.

Jordan se declaró culpable por cargos federales de portación de armas de fuego este año en relación con el caso, y fue sentenciado a quince años en prisión.

La rentabilidad de Hernández lo convirtió en un elemento codiciado de la jerarquía de Nine Trey, dijeron los fiscales. Ellison y Jordan comenzaron a reñir respecto del control de la carrera del rapero, situación que culminó en el supuesto secuestro y robo de Hernández por parte de Ellison el verano pasado.

“Le rogué”, dijo Hernández sobre el incidente. “Le dije: ‘Oye, estoy asustado. Tengo una hija. Mi hija tiene 3 años y me espera en casa’”.

El supuesto secuestro, que recibió una gran cobertura noticiosa en ese momento, sería el detonador que reveló el caso de Hernández. Para noviembre, se había deslindado públicamente de Nine Trey.

“Estaba cansado de las extorsiones”, comentó.

Su repudio fue tan relevante que la pandilla comenzó a hablar de cómo castigar a Hernández por su falta de lealtad, de acuerdo con información obtenida a partir de grabaciones telefónicas. Las amenazas se consideraron creíbles, y los funcionarios del FBI visitaron a Hernández para ofrecerle protección, que él rechazó.

Días más tarde, Hernández y otros once presuntos miembros de Nine Trey fueron arrestados y acusados en el extenso caso de crimen organizado y portación de armas de fuego.

Veinticuatro horas más tarde, Hernández aceptó la oferta del FBI. Acordó declarar en contra de su antigua pandilla.

*Copyright: c. 2019 The New York Times Company

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