Nuestro perro escapó del auto. ¿Cómo pudo llegar a casa al día siguiente si estaba a casi 5 kilómetros?
¿Por qué se tardó tanto? Los perros son bien conocidos por su capacidad de rastrear su amada casa o a su humano. La mayoría de los expertos en conducta animal atribuyen esa capacidad de navegación a su sentido hipersensible del olfato.
En comparación con algunos de los recorridos épicos que a veces han emprendido algunos perros para regresar a casa, 5 kilómetros no es una gran distancia; además, un radio de esas dimensiones está lleno de referencias olorosas.
Según la teoría, los perros crean mapas de sitios odoríferos, como una tienda de alimentos o un jardín fertilizado, e incluso a partir de percibir tan solo un poco del aroma de su dueño en el suelo o el aire.
Los perros son especialmente capaces de percibir el olor de los humanos que forman parte de su vida. Un estudio utilizó imágenes por resonancia magnética para estudiar la actividad del núcleo caudado de los caninos, una zona cerebral asociada con la expectativa de una recompensa.
Perros de distintas razas fueron expuestos a su propio olor, así como al de un perro conocido, al de un perro extraño, al de un humano desconocido y al de un humano conocido. El olor de una persona conocida provocó la activación más fuerte de todas.
Otra pista para ubicarse podría ser la supuesta sensibilidad que tienen para detectar las diferencias en la orientación magnética. Un estudio de decenas de perros halló que generalmente preferían defecar con el cuerpo orientado de norte a sur, una preferencia que desaparecía cuando se alteraba el campo magnético.
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