El número de casos nuevos de sarampión en Estados Unidos volvió a aumentar este mes, según información divulgada el 15 de abril por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC); ahora, el número total se ubica en 555 casos en lo que va de 2019. El brote de este año podría ser el peor que se ha visto desde que se erradicó el sarampión como una enfermedad endémica en el país en el año 2000.
Las autoridades sanitarias informaron que al 11 de abril se reportaron 90 casos adicionales, con brotes registrados en Nueva York, Washington, California, Nueva Jersey y Míchigan, que se suman a los 78 identificados hasta la semana anterior. Esos casos se relacionan en su mayoría con viajeros que regresaron de países en los que también hay brotes como Israel, Ucrania y Filipinas.
Después, la enfermedad se extendió en poblaciones en las que un gran número de personas no se habían vacunado, señalaron los CDC.
Más de la mitad de los casos de este año se han registrado en la ciudad de Nueva York, donde el número total más reciente era de 285. En el condado de Rockland, al norte de la ciudad, las autoridades de salud actualizaron su conteo a 186 casos.
Estos brotes en Estados Unidos ocurren justo cuando la incidencia del sarampión por todo el mundo va en aumento, según cifras preliminares de la Organización Mundial de la Salud (OMS). A nivel global, los casos reportados se triplicaron durante los tres primeros meses de 2019 en comparación con el año anterior, según informó el lunes la OMS, una agencia de las Naciones Unidas.
La organización señaló que todas las regiones del mundo experimentan brotes epidémicos en este momento, tanto países pobres con tasas bajas de vacunación (como la República Democrática del Congo) como países más ricos (como Estados Unidos e Israel), donde según esta agencia la enfermedad se ha extendido en las comunidades que no se habían vacunado.
"Esta enfermedad no perdona a nadie", indicó Saad Omer, investigador del Centro de Vacunas Emory, en Atlanta, que estudia la cobertura de inmunización y la incidencia de la enfermedad. Este padecimiento mató a cerca de 110.000 personas en todo el mundo en 2017, según datos de la OMS.
El aumento global del sarampión constituye un revés para un logro de salud pública que fue muy celebrado. Gracias a medidas coordinadas en todo el mundo se logró reducir los casos de sarampión casi en un 80 por ciento entre 2000 y 2016.
Algunos expertos identifican varias causas para los nuevos brotes epidémicos. Vivir en pobreza limita el acceso a la vacuna en países con sistemas de salud pública poco eficientes. La situación se agrava por la circulación de rumores de que las vacunas son dañinas, que hacen que los padres de familia se rehúsen a vacunar a sus hijos.
"Es raro que se deba a una sola causa", indicó Omer.
La OMS advirtió que "el sarampión es una de las enfermedades más contagiosas del mundo, y puede ser muy grave".
"Es posible prevenir por completo la enfermedad con solo dos dosis de una vacuna segura y efectiva", agregó en la declaración.
Algunos epidemiólogos afirman que se necesita un nivel de vacunación del 95 por ciento para evitar las epidemias, pero la cobertura global de la primera dosis se mantiene en el 85 por ciento, aseveró la OMS.
En Estados Unidos, las autoridades anunciaron en el año 2000 que se había erradicado el sarampión endémico y que los casos registrados desde entonces se originaron debido a visitantes provenientes de países en los que había una epidemia.
Las dimensiones y el alcance del contagio de la epidemia de este año no son una sorpresa, según Omer, pues en Estados Unidos ha aumentado la tasa de personas que se niegan a vacunarse.
En un estudio publicado por Omer y sus colegas en 2016, los investigadores advirtieron que el riesgo de una epidemia iría en aumento conforme creciera el número total de niños sin vacunar.
Omer comparó el aumento con lo que sucede cuando llenamos una cubeta con agua. "La cubeta es un contenedor pequeño", explicó. "Si le seguimos echando agua, a veces salpica".
La población se encuentra cerca del umbral de vacunación debajo del cual es posible que haya un brote epidémico.
"¿Qué comenzamos a ver después de que eso sucede? Comienzan a aparecer epidemias más frecuentes y de mayor alcance", dijo.
Cuando estalló la última epidemia importante en Estados Unidos en 2014, se registraron 667 casos en todo el año.
Omer comentó que existía la posibilidad de que volvieran a presentarse casos endémicos de sarampión en Estados Unidos, "pero no es inevitable".
Subrayó que las órdenes aplicadas en las escuelas son muy efectivas en Estados Unidos, y que los CDC, en cooperación con las autoridades sanitarias locales, pueden acabar con la epidemia.
Sin embargo, advirtió que "esa capacidad también tiene un límite".
* Copyright: 2019 The New York Times News Service