Dos de los programas del canal estadounidense de televisión CW más queridos y aclamados por la crítica llegarán a su fin. Jane the Virgin comenzó su quinta y última temporada la semana pasada, y el 5 de abril Crazy Ex-Girlfriend transmitirá su episodio final (seguido de un concierto especial) después de cuatro temporadas.
Eso significa que los espectadores se están preparando para despedirse de dos personajes que han sido un parteaguas: Rogelio de la Vega (Jaime Camil), la estrella extravagante de las telenovelas con tendencias narcisistas, y Darryl (Pete Gardner), el socio afablemente necio del despacho de abogados. Ambos tienen muchas cosas en común; sobre todo, una ola de elogios por la manera en que han desafiado y han puesto a prueba los estereotipos sobre la masculinidad en la cultura pop.
El descubrimiento de la bisexualidad de Darryl en el número musical "Getting Bi" de la primera temporada sigue siendo uno de los momentos favoritos de los fanáticos (al igual que la manera libre de prejuicios en que su exploración de este descubrimiento se ha desarrollado a lo largo del programa). "La gente se me acerca y me dice que han usado esa canción para salir del clóset ante sus padres", comentó Gardner.
Además, Rogelio, quien le ha demostrado una devoción inquebrantable a Jane, la hija que por mucho tiempo no conoció, representa la caracterización de un latino heterosexual que difiere de la manera en que el cine y la televisión suelen representarlos. "Me encanta el hecho de que presentan a Rogelio como metrosexual", comentó Camil. "Rompe en llanto cuando Jane lo llama 'Papá' por primera vez. Está muy en contacto con sus sentimientos".
En una conversación telefónica reciente, los actores ofrecieron una retrospectiva de sus personajes y su impacto en la cultura pop. A continuación, los fragmentos editados de la conversación.
¿Cómo les vendieron estos personajes?
PETE GARDNER: Solo me dijeron que era un jefe simplón. Después los escritores se reunieron, y cuando yo los conocí, [la creadora y productora] Aline [Brosh McKenna] dijo: "Aquí está. ¡Mostrémosle la gran pizarra! ¡Aquí está el quinto episodio, en el que tendrás tu primera canción!".
Y después me dijo: "¡Ah, mira! ¡En el episodio once tu personaje sale del clóset como hombre bisexual!".
Le dije: "¿Qué? ¿De verdad? ¡Ay Dios mío! ¡Eso es fantástico!", porque me di cuenta de que mi personaje sería algo más que un jefe bonachón. Que tendría una historia de verdad.
JAIME CAMIL: En el piloto, mi personaje aparece como un sueño y tiene uno o dos diálogos. De verdad quería saber si sería como un sueño todo el tiempo o algo así. Y después [la creadora y productora] Jennie [Snyder Urman] me dijo adónde se dirigía el personaje, y me encantó.
En los primeros días de las series, ¿sabían cuán únicos serían sus personajes en contraste con otros que hemos visto en la cultura pop?
GARDNER: Definitivamente estaba consciente porque [los escritores] hicieron que Darryl se enamorara de White Josh [David Hull] muy gradualmente. En general, esas cosas pasan rápido y dicen: "Ah, ahora soy bi porque puedo obtener algo de esa persona". Es un estereotipo muy negativo y que no son del todo auténticos para las personas bisexuales. Así que cuando vi que habría un proceso real y muy lento de estas dos personas enamorándose, pensé: "Caray". Aline Brosh McKenna y Rachel Bloom se dieron más tiempo para contar bien la historia.
Claro. Con frecuencia presentan la sexualidad de los hombres bisexuales en términos de cuánto poder tienen, sobre sí mismos o los demás. Para Darryl más bien se trata de que descubra y explore quién es.
GARDNER: Sí, también sentí que se trataba de ser auténtico. Sin importar cómo suceda, eso es lo que está buscando. Además, esperaba muchas represalias de sus amigos, pero a ellos no les importó. Eso es algo hermoso respecto de la manera en que lo escribieron. Fue buenísimo.
CAMIL: Ser su verdadero yo; creo que también hacemos eso en Jane the Virgin. Creo que vivimos en un universo extraordinario y los personajes creen en este mundo firmemente. Creo que, en series como esta, la única forma de lograrlo, como dijo Pete, es acercarte al personaje de manera auténtica y sincera.
Cuando Xiomara enfrenta el cáncer, él está ahí; es un esposo devoto. No es necesario que los latinos sean machos. Incluso hay un diálogo en el que Rogelio dice: "No tuve la oportunidad de cambiarle los pañales". Ese tipo de cosas hacen la diferencia.
GARDNER: Ya que es un género humorístico, un punto importante es que nunca lo usan como chiste. A veces esas cosas pasan muy rápidamente: "Quizá soy gay", pero es un chiste. "Solo estaba bromeando". Eso ha pasado en muchas comedias; creo que esa sinceridad es un punto muy importante.
Jaime, de niño, ¿cómo te presentaban generalmente la masculinidad? ¿Recuerdas cuando aprendiste por primera vez que había otras maneras de ser más allá de la "norma"?
CAMIL: Estaba en un país latinoamericano donde había misoginia; la manera en que los hombres ven a las mujeres es horrible. Esa generación de la que formé parte ni siquiera sabía cómo funcionan los pañales. Llegan a casa después del trabajo y dicen: "Hola, cariño. Trae al niño porque quiero presumirlo con los amigos y la sociedad". Y ella dice: "No, no, no. Está tomando una siesta. No puedo despertarlo". "Ay, ya. No digas tonterías. ¡Trae a mi chamaco! Despiértalo. Eso le dará carácter. Eso lo convertirá en hombre".
Crecí con esa generación de padres y creo que aprendemos de nuestras experiencias. Puedes ir a un lugar oscuro para copiar esas costumbres completamente o tener un cambio radical y decir: "No, esto no está bien. Seré padre y mi esposa y yo vamos a ser padres de verdad".
Es muy interesante que cada uno de sus personajes ha tenido líneas argumentales en las que quieren tener hijos. En el cine y la televisión ese deseo generalmente lo expresan exclusivamente las mujeres.
GARDNER: Creo que Darryl quería sentir lo que es tener una familia y pertenecer a algo, ser parte de un núcleo de personas cercanas; siempre anhelaba la amistad. Siempre dije que Darryl era la única buena persona de la serie. Porque todos los demás siempre eran muy malos entre sí. Sin embargo, Darryl los amaba a todos, así que creo que siempre estuvo buscando una zona segura; quería tener su propia familia y una relación especial. Tendría una familia con quien fuera, con quien se enamorara.
CAMIL En nuestra línea argumental, Xiomara era la que no quería tener hijos. Sin embargo, me encanta la manera en la que reaccionó mi personaje cuando supo que tenía una hija, Jane; cómo se sentía triste porque se perdió la infancia de Jane.
Ahora que se despiden de esos personajes, ¿han pensado en sus legados?
CAMIL: El hecho de que al público le gusten nuestros personajes es asombroso, una bendición. Creo que dejamos atrás un legado de una serie hermosa, bien escrita y bien creada que traerá alegría a muchas generaciones si podemos seguir en Netflix durante muchos muchos años.
GARDNER: Si aprendí algo de Darryl Whitefeather —y no quiero ser cursi— sería esto: no se ama demasiado. No se ama con demasiada fuerza. No nos cuesta nada: simplemente puedes amar a la gente, apoyarla y enviarle energía positiva. Eso mejora su vida y también la tuya.
Darryl jamás dejó de intentarlo. Fracasó cada vez, pero siempre lo intentaba con todo su ser. Creo que ese es su legado.
* Copyright: 2019 The New York Times News Service