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Durante décadas, investigadores y médicos solían pensar en los embarazos como planeados y no planeados. Sin embargo, nueva información revela que para un grupo significativo de mujeres, sus sentimientos no encajan a la perfección en una categoría o la otra. Hasta una quinta parte de las mujeres que se embarazan no están seguras sobre tener un bebé.
Este hecho podría reconfigurar el modo en que los doctores y los legisladores piensan sobre la planeación familiar. Para las mujeres que no están seguras, no parece ser suficiente que los médicos las aconsejen sobre prevención del embarazo o cuidados prenatales.
"En el pasado pensábamos en ello como binario, quieres estar embarazada o no, así que necesitas anticonceptivos o vitaminas prenatales", dijo Maria Isabel Rodriguez, una ginecobstetra en Oregon Health and Science University cuya investigación se centra en la planeación familiar y la política de anticonceptivos. "Pero es más un espectro".
Los nuevos datos provienen de un cambio reciente en la encuesta de madres recientes de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), la cual ahora les permite responder una pregunta sobre sus deseos de embarazarse con "No estoy segura". Demuestra que algunas mujeres quieren evitar tomar una decisión sobre embarazarse o tienen sentimientos intensos pero encontrados sobre ello. Un nuevo análisis de los resultados de 2014 del Instituto Guttmacher combinó estos resultados con datos de servicios que ofrecen abortos. Descubrió que en un estimado de entre el 9 y el 19 por ciento de los embarazos, la mujer "no estaba segura" sobre lo que quería en ese momento.
Otra investigación preguntó a las personas si querían tener hijos o tener más hijos. Un análisis de 33 estudios de intenciones de fertilidad en los países desarrollados encontró que alrededor de entre una quinta y una tercera parte de las mujeres dijo que no estaba segura. En una encuesta de mujeres y hombres cuyas edades oscilaban entre los 20 y los 45 años en Estados Unidos, hecha por The New York Times y Morning Consult, el 16 por ciento de las personas que no eran padres dijeron que no estaban seguros sobre si deseaban serlo.
Las mujeres ambivalentes sobre el embarazo tienden a ser más jóvenes y a batallar con planes de vida y problemas financieros, o a ser de mayor edad y estar cerca del final de sus años fértiles. Es más probable que sean negras que blancas. Es más probable que ya tengan por lo menos dos hijos, dijo Isaac Maddow-Zimmet, investigador asociado sénior en Guttmacher, al describir un análisis que todavía no ha sido publicado.
La investigación confirma que muchos embarazos no planeados pueden, sin embargo, convertirse en deseados conforme los sentimientos sobre el embarazo evolucionan.
A Kristin Jennings le dijeron que tal vez era infértil, y había decidido que no tendría hijos. Sin embargo, hace un año, ella y su esposo se sintieron financieramente seguros y decidieron ver que pasaría si dejaran de tomar anticonceptivos. Para su sorpresa, una prueba de embarazo resultó positiva en tan solo unas semanas.
"Fue uno de esos raros momentos en los que supe que si realmente lo hubiéramos estado intentando y si era algo que realmente queríamos y sobre lo que teníamos esperanza, estaría muy emocionada", dijo. "Pero cuando bajé la mirada, pensé: 'Oh, esto es inesperado'".
Unas semanas después, a Jennings, de 33 años, le ofrecieron un gran ascenso en su trabajo en una compañía industrial en un suburbio de Cleveland. "Si no hubiera quedado embarazada ese mes en específico, probablemente le habría dicho a mi marido: 'No puedo hacer esto. Necesito concentrarme en mi trabajo'".
Los sentimientos encontrados de Jennings se han convertido en entusiasmo con el paso del tiempo. Ama a su hija de 11 meses, Jade, y prospera en su nuevo empleo. Pero dice que se sintió sola en su ambivalencia en ese entonces. "Estoy rodeada de mujeres que tienen muchos deseos de ser madres", dijo. "No conozco a nadie que esté en mi situación".
Los sociólogos han aprendido a través de décadas de trabajo de campo que las actitudes de las mujeres hacia el embarazo y la maternidad pueden ser confusas. Las mujeres, así como los hombres trans, pueden ser influenciados por las normas sociales sobre las circunstancias ideales para la maternidad; las ideas románticas sobre las conexiones entre el sexo y el embarazo; o los conflictos entre las demandas rivales de brindar cuidado y trabajar.
Las mujeres enfrentan actualmente incluso más desventajas debido a que tienen más alternativas, incluida la educación superior y una carrera, y la gente joven posterga el matrimonio y tener hijos. Muchos están tan ansiosos sobre la manutención de los hijos en parte debido a los altos costos de vivienda, una deuda récord de préstamos estudiantiles y los costos cada vez más altos del cuidado infantil. Y los anticonceptivos se han vuelto más accesibles, asequibles y efectivos.
"Veo a mujeres que provienen de muchos entornos diferentes que desean mucho tener hijos, pero que no sienten que están en la etapa ideal de sus vidas en la que puedan permitirse querer uno", dijo Rodriguez.
Carly Tuggle, de 19 años, habló sobre lo que pensó cuando descubrió que estaba embarazada. "Estaba realmente sorprendida y no sabía cómo sentirme al respecto", dijo. Ya había terminado la relación con el padre del bebé y no tenía casa, dormía en los sillones de sus amigos.
"No quería no tenerla", dijo. "Simplemente no quería no poder darle todo lo que necesitara".
Conocer el sexo del bebé lo hizo parecer más imaginable, dijo. También contribuyó el haber encontrado un programa, Mountain Home Montana, en su ciudad, Missoula, Montana, que le brinda vivienda, atención médica, artículos de bebé y otros servicios. Trabaja en GoodWill y pronto obtendrá su certificado de bachillerato.
"Ahora estoy muy agradecida", dijo sobre su hija de seis meses, Emerson. "Amo a mi hija y no podría imaginar mi vida de cualquier otra manera".
En los últimos años, se ha alentado a algunos doctores a preguntar a todas las pacientes sobre su deseo de embarazarse. Si la mujer dice que no están planeando un embarazo, los médicos pueden ofrecer anticonceptivos a largo plazo que son más efectivos que las píldoras anticonceptivas o los condones y solo toman una visita al médico para retirarlos. Las mujeres que no están seguras tienden a usar anticonceptivos con menor consistencia, y podrían necesitar opciones diferentes.
La mejor atención para una mujer ambivalente, además de la asesoría sobre salud prenatal, podría ser una forma de anticoncepción que sea reversible con mayor facilidad. Cuando las mujeres dicen que no están seguras, Rodriguez habla con ellas sobre cosas como tomar ácido fólico para la salud del feto, en caso de embarazo, y sobre opciones de anticoncepción de emergencia o para abortar. También hace preguntas que podrían develar asuntos estresantes relacionados con la planeación familiar, como problemas con su relación o incertidumbre sobre edad y fertilidad.
La nueva evidencia, dijo, muestra la importancia de brindar atención médica continua a mujeres en edad reproductiva, no solamente cuando están embarazadas.