SÃO PAULO, Brasil — La policía brasileña arrestó a ocho empleados, incluidos dos directores ejecutivos, del gigante minero Vale el 15 de febrero como parte de una investigación criminal por el colapso de una represa que causó la muerte de más de 160 personas.
La represa, llena de desechos mineros y lodo, reventó hace tres semanas y lanzó una ola gigantesca de lodo que se estrelló contra la cafetería de la compañía en un complejo minero en Brumadinho en el sureste de Brasil. El torrente continuó colina abajo, impactó hogares y contaminó los ríos. Hasta el momento 166 personas han muerto y 147 siguen desaparecidas.
Las ocho personas arrestadas estuvieron "directamente involucradas en la seguridad y la estabilidad" de la represa que colapsó, de acuerdo con los fiscales públicos. Permanecerán detenidos hasta por treinta días mientras la investigación continúa.
La policía también llevó a cabo catorce órdenes de revisión e incautación en las oficinas de Vale y en las oficinas de cuatro empleados de la subsidiaria brasileña de TÜV Süd, una compañía alemana de pruebas industriales, la cual inspeccionó la represa de Brumadinho dos veces el año pasado, la más reciente de esas ocasiones fue en septiembre.
Vale dijo en un comunicado emitido el 15 de febrero que estaba cooperando completamente con las autoridades y que "continuaría apoyando las investigaciones para determinar los hechos", así como para ofrecer apoyo incondicional a las familias afectadas.
Las llamadas telefónicas y los correos electrónicos de las oficinas brasileñas de TÜV Süd no recibieron una respuesta inmediata.
Tan solo unos días después del colapso de la represa, los fiscales ordenaron el arresto de tres empleados de Vale y dos ingenieros de TÜV Süd. Al final, fueron liberados. De acuerdo con reportes noticiosos brasileños, uno de los ingenieros testificó ante los investigadores que había sentido presión de parte de Vale para certificar la estabilidad de la represa.
En Brasil, auditores independientes verifican la seguridad de las represas mediante inspecciones regulares y análisis de registros escritos. Sin embargo, de acuerdo con expertos, el proceso de certificación presenta fallas porque las compañías mineras seleccionan y pagan al auditor —lo que crea un posible conflicto de interés— y brindan toda la documentación en que los inspectores basan sus análisis.
En las semanas posteriores a esta tragedia, una serie de documentos ha salido a la luz que muestran que Vale ignoró señales de alerta en la represa, la cual fue construida mediante el inherentemente riesgoso método de "río arriba" y cabildeó exitosamente para aprobar de manera exprés un plan de expansión en el complejo minero.
Cuando la represa reventó, no sonaron alarmas ni sirenas para advertir a los trabajadores y a las comunidades río abajo. Vale dijo que el colapso ocurrió demasiado rápido y por eso no activó el sistema de alarma.
Desde entonces, Vale ha anunciado que cerrará las diez represas río arriba restantes y suspenderá la producción en los complejos mineros donde se ubican hasta que las represas estén fuera de servicio.
Los fiscales dijeron que los arrestos hechos y los documentos decomisados el 15 de febrero contribuirían a la investigación en curso sobre responsabilidad criminal.
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