Desde su fundación en 2016, TikTok se ha convertido en una de las plataformas de redes sociales más populares del mundo. No solo es enorme en Occidente. Lanzada inicialmente por Bytedance en China, está disponible en más de 150 países y cuenta con más de mil millones de usuarios. Y parte de su innovación fue captar con su lógica inmediata basada en videos y el absoluto predominio de la imagen, a las generaciones no solo más jóvenes que se sumaban a las redes sociales - a partir de los 8 o 9 años- sino a las nuevas, las más inexpertas. Aquellas que accedían por primera vez a un smartphone en la mano. Pasados siete años, los retos virales en Tiktok y otras plataformas se están convirtiendo en un problema cada vez más grave.
La peligrosidad o no de la aplicación depende del uso que se haga de ella, evidentemente. Pero uno de los principales riesgos que puede suponer es la aceptación de retos que ponen directamente en riesgo la salud y la vida de las personas -en este caso niños- que las realizan. Los retos virales son la realización de una prueba filmada -en fomato video- que pueden poner en riesgo la vida o la integridad física y/o psicológica de las personas, y/o en donde además su intimidad puede verse expuesta públicamente y/o vulnerada.
Ejemplo de estas hazañas trágicas es el llamado “blackout challenge”, que consiste en aguantar la respiración durante el máximo tiempo posible. El principal -y extremadamente peligroso- objetivo tiene que ver con perder el conocimiento a raíz de la falta de aire, por eso el término “blackout”, o “apagón” en inglés. El desmayo es la consecuencia de ese “apagón” físico y mental que sufre la persona. Luego, quien lo realizó debe contar su experiencia en un video y postearlo al resto de la audiencia pública.
Las cifras recientes corroboran el horror: según datos recopilados por Bloomberg Businessweek, este reto viral -el blackout challenge- se ha relacionado con la muerte de, al menos, 20 niños en los últimos 18 meses: 15 de ellos tenían 12 años o menos y 5 de las víctimas tenían entre 13 y 14 años.
Hoy, en la Argentina, se conoció la noticia de que una menor de 12 años oriunda de Capitán Bermúdez, provincia de Santa Fe, murió en el dormitorio de su casa de la zona de Barrio Celulosa luego de realizar el reto viral blackout challenge. La propia familia de la víctima aseguró que la muerte fue producto de realizar el reto viral de la red social de origen chino. La autopsia al cuerpo determinó que la niña falleció como consecuencia de una asfixia mecánica producida por un ahorcamiento y no se detectaron signos de abuso, maltrato ni participación de terceros.
Los retos (sanos y que no ponen en riesgo la salud de nadie) son una parte esencial de la experiencia TikTok, hasta el punto de que la competencia ha empezado a intentar integrarlos a sus plataformas para atraer a los usuarios de dicha red social. Algunos retos consisten simplemente en hacer un movimiento de baile, mientras que otros son más peligrosos. La sobreexposición a este tipo de vídeos puede hacer que los menores se insensibilicen, normalicen o incluso repitan conductas y actitudes que no son adecuadas.
“Es impresionante como las redes sociales han pasado de ser un sistema de comunicación más a ser el único en determinadas circunstancias. En los adolescentes, esto tiene particular relevancia ya que ni se distingue con quiénes se comunican en muchas ocasiones. Esto que ha ocurrido insta a pensar acerca del aislamiento y la falta de comunicación en muchas situaciones que generan confusiones acerca de los contactos en las redes sociales”, explicó en diálogo con Infobae la psicoanalista especialista en niños y adolescentes, Nora Koremblit de Vinacur, ex secretaria del Departamento de Niños de la Asociación Psicoanalítica Argentina y coautora del libro Parentalidades.
El desafío del apagón es una encarnación moderna de los desafíos de asfixia que se han hecho accesibles a los niños a través de las plataformas de las redes sociales. El “juego de la asfixia” mató a 82 menores cuando apareció por primera vez en 2008, según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés).
Pero, ¿por qué participan? La sencilla razón es la búsqueda de atención y popularidad en el entorno social. Las tendencias de TikTok se basan en etiquetas y algoritmos que popularizan ciertos contenidos. Participar en un reto inofensivo de TikTok crea un tipo de contenido que la aplicación reconoce como popular. Eso significa que es más probable que llegue a los feeds de otros usuarios y que llame la atención.
Los retos peligrosos de TikTok crean contenidos más llamativos, lo que conduce a un mayor compromiso. Un estudio reciente demostró que los usuarios son más receptivos a la influencia en la plataforma de videos que en otras aplicaciones de redes sociales. Bajo este razonamiento, crear contenidos que llamen la atención es la mejor manera de hacerlo.
La presión de grupo juega un papel importante, tanto dentro de la aplicación como entre los grupos de amigos de la vida real que participan en ella. En este contexto, la especialista Koremblit de Vinacur puntualizó: “A qué mandatos responden o qué quieren demostrar habla de una fragilidad emocional importante que no les permite tomar verdadera conciencia del grave peligro al que se someten. Esta etapa está mucho más expuesta debido a las necesidades de aceptación de su grupo de pares que, en muchas ocasiones, no pueden cobrar real atención a tremenda exposición”.
Por eso, según Koremblit de Vinacur, “es necesario inculcarles hasta el hartazgo que hay límites que no se pueden traspasar. Puede sonar pasado de moda, pero los adultos tienen que estar al tanto de lo que un chico de 12 años comparte en las redes y si no lo hacen, deben por lo menos advertirles sobre estos peligros a los que permanentemente están expuestos”.
4 signos de que alguien podría estar intentando el “blackout challenge”, según los CDC
Los CDC publicaron una lista de signos que podrían indicar que alguien está intentando el reto mortal, entre los que se incluyen:
- Ojos inyectados en sangre
- Marcas en el cuello
- Fuertes dolores de cabeza
- Sentirse desorientado después de pasar tiempo solo
“Esperamos aumentar la concienciación sobre el juego de la asfixia entre los padres, los proveedores de atención sanitaria y los educadores, para que puedan reconocer las señales de advertencia de esta actividad”, alertó Robin L. Toblin, psicólogo clínico en Washington D.C., según los CDC. “Esto es especialmente importante porque los propios niños pueden no apreciar los peligros de esta actividad”, completó.
Cuatro consejos de expertos para dialogar con los chicos sobre los retos virales y mortales
Ante esta situación, la Academia Americana de Pediatría (AAP, por sus siglas en inglés), brindó cuatro ideas rectoras para que los padres puedan alimentar el pensamiento crítico ante estos retos mortales y mantener una comunicación fluida con los menores:
1. Una forma de iniciar la conversación es preguntándoles a los chicos sobre los retos más grandes de los que se hablan en su círculo de amigos”. Incluso, puede animarlo a que lo sorprenda y consúltele (calmadamente y sin juzgarlos) qué opina sobre ese reto. Esto ayuda a fomentar la habilidad de calcular el riesgo de lo que le puede pasar a alguien que asume el reto. Usted también puede continuar ejercitando el control que tiene como padre, limitando el contacto que tiene con ciertos chicos o restringiendo ciertas actividades, destacaron los expertos de la AAP.
2. Si los menores han mencionado que tienen interés en participar en un reto, hágales preguntas generales que los hagan pensar detenidamente en cada paso del reto. Pregúnteles qué consideran sería lo peor que pudiera pasar, por qué lo harían y si vale la pena el riesgo. Ayude a que ellos mismos lo razonen.
3. Sea “amigo” de sus chicos en redes sociales. Ser parte de sus plataformas preferidas puede servir para mantenerlo informado sobre lo que pasa en sus vidas cotidianas. Mire las historias que publican para tener una idea sobre lo que está pasando en la escuela y con sus amigos.
4. A veces los niños están más dispuestos a hablar sobre sus compañeros que de sí mismos. Hacer preguntas sobre las tendencias de la escuela, amigos y nuevas modas, puede producir más respuestas que preguntas sobre sus propias actividades.
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