La halitosis es una condición en la que el aliento tiene un mal olor particularmente notable que emana no sólo de la boca, sino también de la cavidad nasal. En la literatura científica, las definiciones incluyen “una condición de salud oral caracterizada por olores desagradables que emanan consistentemente de la cavidad oral” y “término general para describir cualquier olor desagradable de la respiración, independientemente de su origen”.
Y -paradójicamente- al igual que entre sus causas se encuentran algunos alimentos, enfermedades y hábitos de higiene, también en lo que las personas comen puede estar la solución. Así lo sugiere un metanálisis de estudios recién publicado en British Medical Journal (BMJ).
La investigación encontró que las bacterias probióticas en alimentos fermentados como el yogur, el pan de masa fermentada y la sopa de miso, un típico plato japonés, pueden eliminar la placa responsable del mal aliento de los dientes y la lengua.
Los compuestos sulfúricos volátiles son la causa principal del mal aliento persistente y ocurren cuando las bacterias que viven en la superficie de la lengua descomponen las proteínas demasiado rápido y crean un excedente del químico maloliente.
Los probióticos son bacterias buenas que viven en el cuerpo, descomponen y absorben los nutrientes de los alimentos y protegen de las bacterias dañinas. Otros alimentos y bebidas ricos en probióticos incluyen pepinillos y el té de moda kombucha.
Según el análisis de datos agrupados de la evidencia disponible, “las bacterias probióticas que generalmente se encuentran en los alimentos fermentados, como el yogur, el pan de masa fermentada y la sopa de miso, podrían ayudar a disipar la vergüenza del mal aliento persistente”.
Lactobacillus salivarius, Lactobacillus reuteri, Streptococcus salivarius, Weissella cibaria, tomados en forma de suplementos en este estudio, pueden ayudar a refrescar el aliento, pero se necesita más investigación de buena calidad, dicen los investigadores.
En la actualidad, las opciones utilizadas para abordar el problema incluyen enjuagues bucales, gomas de mascar o chicle, raspado de dientes y raspado de lengua. La nueva evidencia emergente sugiere que las bacterias probióticas podrían ofrecer una alternativa más simple.
Para comprobarlo, los investigadores rastrearon las bases de datos de investigación de ensayos clínicos sobre el tema publicados hasta febrero de 2021. Así, encontraron para el análisis de datos siete ensayos con un total de 278 personas.
La gravedad del mal aliento se definió por los niveles de compuestos sulfúricos volátiles detectados en la boca o la puntuación OLP, que mide el olor del aliento a varias distancias de la boca.
Las puntuaciones del revestimiento de la lengua (tres estudios) y el índice de placa (tres estudios) también se incluyeron en el análisis porque una lengua sucia y la acumulación de sarro entre los dientes a menudo se consideran las principales causas del mal aliento. El análisis de datos agrupados mostró que las puntuaciones OLP cayeron significativamente en los que recibieron probióticos en comparación con los que recibieron un placebo.
Según observaron los investigadores, “los probióticos pueden inhibir la descomposición de aminoácidos y proteínas por parte de las bacterias anaeróbicas en la boca, lo que reduce la producción de subproductos malolientes’'.
Sin embargo, los autores del trabajo se mostraron cautos al asegurar que los tamaños de muestra de los estudios incluidos fueron pequeños y algunos de los datos estaban incompletos. Estos y otros factores, aseguran, debilitan los hallazgos.
“Esta revisión sistemática y metanálisis indica que los probióticos pueden aliviar la halitosis al reducir los niveles de concentración (del compuesto sulfúrico volátil) a corto plazo, pero no hay un efecto significativo sobre las principales causas de la halitosis, como la placa y la saburra de la lengua”, escribieron en sus conclusiones.
“Se requieren más ensayos clínicos aleatorios de alta calidad en el futuro para verificar los resultados y proporcionar evidencia de la eficacia de los probióticos en el manejo de la halitosis”, aseguraron.
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