Como si se tratara de un misterio digno de Narnia, corría 1963 cuando un hombre en su casa, con el afán de ampliar el espacio de su sótano, decidió tumbar una pared. Allí, de modo inimaginable, apareció una ciudad de más de 3000 años de antigüedad que había permanecido oculta hasta entonces.
La antigua ciudad de Elengubu, conocida hoy como Derinkuyu, de 18 pisos de profundidad, se encuentra debajo de la superficie desmoronada de Capadocia. Se trata de una de las ciudades subterráneas más grandes del mundo, entre las más de dos centenas que se encuentran esculpidas en la piedra volcánica en el país.
Una de las aristas más sorprendentes de Derinkuyu es que cuenta con una red de conexión bajo tierra que la vincula con algunos de los otros poblados subterráneos. Una serie túneles con varios kilómetros de largo y 75 metros de profundidad se tejieron en esta locación surgida gracias a sucesivas erupciones volcánicas antiguas. Se calcula que hace millones de años numerosas capas superpuestas de ceniza se apelmazaron hasta dar forma a una roca sólida, aunque capaz de ser esculpida. Un largo tiempo después de producidas las erupciones volcánicas, los habitantes de la zona se dieron cuenta de que era posible construir sus hogares cavando en la piedra, para guarecerse bajo tierra.
Se sabe que la ciudad, antes llamada Elengubu fue un centro portuario del mercado de la sal, hasta que quedó inundada y escondida por años. Aparentemente la construcción de la ciudad fue obra de los frigios, un pueblo indoeuropeo que habitó la región entre el siglo VIII y el VII a.C. Los frigios fueron convertidos al cristianismo en épocas del Imperio Romano. Fue en ese momento cuando los pobladores iniciaron la construcción de capillas bajo tierra. Por la época se supone que los habitantes utilizaban la ciudad subterránea como refugio, para escapar de la persecución romana.
Pero a la tradicional Elengubu le llegó su época de esplendor. Durante el Imperio Bizantino, entre el año 780 y el 1180, la localidad fue usada como refugio por los árabes musulmanes. En esta época fue cuando se construyeron los túneles. Más allá de estos relatos, una historia previa indica que la ciudad fue construida por los hititas de Anatolia mucho tiempo antes, alrededor del siglo XV a.C, y que la utilizaron para escapar de los pueblos invasores. Las piedras rodantes que se usaron para cerrar la ciudad desde adentro son prueba de ello.
Arquitectura antigua
En el momento en que los pobladores decidían refugiarse en su ciudad subterránea, se aislaban del mundo de arriba. La ciudad permanecía ventilada por un total de más de 15.000 pozos, la mayoría de unos 10 cm de ancho y que llegaban hasta el primer y segundo nivel de la ciudad. Esto aseguró suficiente ventilación hasta el octavo nivel. Los superiores, en tanto, se usaron como alojamiento y dormitorio, ya que eran los mejor ventilados. Los niveles inferiores se utilizaron principalmente para almacenamiento, pero también contenían una mazmorra.
En niveles medios había espacios destinados a todo tipo de usos: un lagar para pisar uva, prensar aceitunas o machacar las manzanas para obtener el mosto, el aceite o la sidra, espacio para animales domésticos, un convento y pequeñas iglesias. La más famosa es el templo cruciforme del séptimo nivel. Algunos pozos fueron mucho más profundos duplicaron el tamaño promedio. Incluso cuando la ciudad subterránea yacía sin descubrir, la población turca local de Derinkuyu los usó para obtener agua, sin conocer el mundo oculto por el que pasaban sus cubos. De hecho, la etimología del nombre dado a la ciudad, “derin kuyu”, significa en turco “pozo profundo”.
Una teoría afirma que la ciudad subterránea sirvió como un refugio de temperaturas constante para las estaciones extremas de la región. Los inviernos de Capadocia pueden ser muy fríos y los veranos extremadamente calurosos. Bajo tierra, el clima del ambiente es constante y moderado. Como beneficio adicional, es más fácil almacenar y mantener los rendimientos de la cosecha lejos de la humedad y los ladrones.
Cualquiera que sea la relevancia de sus otras funciones, la ciudad subterránea fue muy utilizada como refugio para la población local durante las guerras entre bizantinos y árabes, que duraron desde finales del siglo VIII hasta finales del siglo XII; durante las incursiones de los mongoles en el siglo XIV; y después de que la región fuera conquistada por los turcos otomanos.
Resulta curioso observar que este pueblo, contando con los elementos más rudimentarios para construir ese lugar, no se olvidase de los espacios dedicados al ocio, como bares; o salas de culto en las que podían encomendarse a sus divinidades. La hitita era conocida como “la religión de los mil dioses”.
Los atractivos Ocho niveles de esta sorprendente ciudad subterránea de Derinkuyu están abiertos a los visitantes, habiéndose convertido en uno de los puntos turísticos de mayor afluencia de la región de la Capadocia. Pero, además, una serie de atractivos se suman para completar el recorrido.
El castillo de Uçhisar es una gran formación rocosa que se eleva por encima del terreno como un hormiguero gigante lleno de pequeños agujeros oscuros. Atrae a los visitantes con su intrigante historia y su impresionante panorama que incluye el paisaje circundante y el Monte Erciyes en la distancia. Se recomienda buscar agujeros negros que indiquen las entradas a moradas, túneles y palomares excavados en la roca hace muchos siglos.
Alrededor de 1 millón de visitantes por año llegan a conocer el tributo de la naturaleza a la fertilidad masculina en Love Valley. Sus chimeneas de hadas se diferencian de otros ejemplos de la región porque tienen una base ancha, un pilar estrecho y un pico en forma de cono. Millones de años de erosión por el viento y la lluvia junto con erupciones volcánicas dieron vida a las formaciones rocosas, que se consideran cómicas y hermosas. Un vuelo en globo aerostático sobre el extraordinario paisaje es una experiencia inolvidable.
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