La escena se repite una y otra vez: la madre o el padre tienen al bebé profundamente dormido en sus brazos, y al apoyarlo en su catre o cuna, se despierta llorando como si lo hubieran lanzado en una cama de clavos.
Otra vez a los brazos -o a ponerlo en el pecho- para que la situación se perpetúe in eternum hasta que el propio cansancio hace que uno de los intentos sea el definitivo y el pequeño caiga finalmente rendido, al menos por un rato. Incluso, no faltará quien critique o haga mención acerca de que dormir al pequeño en brazos sólo hará que se “malcríe”.
Revital Algor es instructora de desarrollo del bebé y consultora del sueño y explicó en una entrevista con The Jerusalem Post que hay varias razones para sostener siempre a un niño en brazos.
Para empezar, los bebés con un aumento del tono, por ejemplo, realmente necesitan tiempo práctico para relajarse. “Tales bebés tienen una alta tensión muscular -detalló la especialista-. Son nerviosos, turbulentos e inquietos. Pueden tener problemas digestivos, por lo que es mejor cuando están relajados, se sienten reconfortados y saben que están seguros cuando los sostienen”.
Otros bebés pueden tener una necesidad real de experimentar más el ambiente uterino. “En el útero estaban en constante movimiento, ya sea moviéndose en el útero o si la madre se movía. La estática de acostarse sobre una superficie plana les resulta difícil y piden más del entorno uterino familiar”, destacó.
Además, la experta recordó que hay teorías que afirman que un bebé durante otros nueve meses después de haber nacido se siente parte inseparable de su madre, y el hecho de que llore cada vez que ella lo baja de sus brazos, lo expresa con precisión.
Las ventajas de cargar a los bebés en brazos
Incluso, para aquellas madres que están cansadas de cargar constantemente a su bebé en brazos, Algor apuntó que eso tiene ventajas.
“El transporte en brazos permite que el bebé se sienta seguro y se haga amigo del mundo más fácilmente -explicó-. También fortalece la conciencia del cuerpo ya que los bebés vienen al mundo y no saben dónde comienzan y dónde terminan, ya que no son conscientes de las partes de su cuerpo y cómo funcionan”.
En ese sentido, “el contacto profundo mantiene y crea una conciencia de las diferentes partes del cuerpo y, de hecho, afina su movilidad”, destacó la experta, quien agregó: “Además, el órgano del equilibrio está en el oído medio, por lo que el sistema del equilibrio está aprendiendo y desarrollándose. El movimiento en sus múltiples matices (incluido el levantamiento con las manos) tiene una gran importancia para el desarrollo del bebé”.
Al respecto, en un artículo reciente publicado en la revista Current Biology, investigadores japoneses aseguraron que “sostener a los bebés durante cinco minutos y caminar con ellos es el método más efectivo para calmarlos”.
Kumi Kuroda del Centro Riken para la Ciencia del Cerebro en Japón es la autora del trabajo y reconoció que “muchos padres sufren el llanto nocturno de los bebés”. “Ese es un problema tan grande, especialmente para los inexpertos, que puede conducir al estrés de los padres e incluso al maltrato infantil en un pequeño número de casos”, aseguró la investigadora.
La experta y sus colegas investigaron la respuesta de transporte, un reflejo innato exhibido en muchos mamíferos altriciales, incluidos ratones, perros, monos y humanos, cuyas crías son inmaduras e incapaces de cuidar de sí mismas. Descubrieron que cuando estos animales levantan a sus recién nacidos y comienzan a caminar, los cuerpos de sus crías se vuelven dóciles y su frecuencia cardíaca disminuye.
Seguir leyendo