Pocas prendas pero con una larga vida útil. Ese parece ser el lema de las elecciones del rey Carlos III de Inglaterra en cuanto a vestuario. Nada de tirar ni de renovar cuando aún se le puede dar uso. Ahora le llamaríamos sustentabilidad pero en su caso es puro sentido común sumado a la austeridad y practicidad de la realeza inglesa.
Este sábado, en el Palacio de San Jaime de Londres, el hombre que la mayoría de nosotros conocimos toda la vida como el Príncipe Carlos fue proclamado oficialmente rey tras la muerte de su madre, la reina Isabel II. El hecho de que es el hombre más grande de la historia en acceder al trono ha sido muy comentado; el hecho de que también será el más elegante, no tanto.
Lo que la gente tiende a olvidar de Carlos es que fue un ícono de estilo. Pero es algo que volverá a nuestra conciencia colectiva a medida que las muestras de dolor y los homenajes de todo el mundo vayan dejando paso a la mirada sobre el futuro de la monarquía que Carlos lidera ahora tras la espera más larga de la historia real.
“¿Cuál es nuestro momento de estilo favorito del rey Carlos III? La vez que hizo gala de su considerable riqueza con no poca desenvoltura, combinando un buzo amarillo de Hermès (con el logotipo de “Happy Hermès” en forma de caricatura) con una camisa de jean celeste y un par de jeans blancos ajustados para un partido de polo en el Guards Polo Club de Windsor”, reza un artículo que publicó la revista British GQ.
Para Marta D. Riezu, experta en moda de la revista Elle, “no es sólo que su estilo sea elegante sino que además, puede resultar hasta cool. ¿Cómo puede alguien tan clásico tener tanto estilo? Quizás sea porque sus elecciones atemporales vuelven a estar de moda o tal vez porque ser tan clásico resulta lo más moderno hoy en día. En cualquiera de los casos, el nuevo rey de Inglaterra después de que haya fallecido Isabel II es pura inspiración”.
Por ejemplo, está la camisa verde bosque y rojo cereza que llevó para jugar un partido de polo benéfico a finales de los años setenta. También el traje de safari de color topo, inspirado en Yves Saint Laurent, que llevó en una visita de Estado a Australia en 1985. Ambos looks ejemplifican la aguda comprensión de Carlos del poder de suavidad que demuestra un corte excelente. El rey a menudo optó -y sigue optando- por tonos apagados en lugar de otros más llamativos y tiende a elegir prendas que se centran en la función sobre la forma.
Esta atención al detalle es algo que los que estudian al rey han comentado a menudo. El hombre que lo interpretó en The Crown, Josh O’Connor, dijo: “Cada vez que sale de un auto comprueba su gemelo, su bolsillo y luego saluda. Es el mismo movimiento cada vez”. Es este sentido de la coherencia el que define el singular estilo personal de Charles.
“En todas las fotos que ves, tiene un gran estilo. Las combinaciones de camisa, corbata y pañuelo de bolsillo están muy bien logradas, con un gran ojo para los detalles”, sostuvo en diálogo con GQ Steven Quin, director de ventas de Turnbull & Asser. “No tiene miedo al color y está claro que viste con lo que se siente cómodo y no sigue las tendencias. Recuerdo haber leído una cita suya en la que afirmaba que su estilo ‘se pone de moda cada 25 años’. Eso sigue siendo cierto. Su elegancia es intemporal”, agregó.
Otro aspecto importante de la forma de vestir de Charles es que es fiel a las marcas que le gustan y, quizás lo más importante, invierte en calidad. Manda hacer sus camisas a la mencionada camisería de Jermyn Street, Turnbull & Asser, lleva zapatos hechos a mano del zapatero de Northampton, Crockett & Jones, obtiene su equipo de ceremonia de Ede & Ravenscroft y alterna la confección de sus trajes en Gieves & Hawkes y Anderson & Sheppard. Es una lista de lealtad con la que probablemente se identifiquen muchos británicos.
“Carlos es una inspiración total. Su gusto es impecable, casi siempre con trajes cruzados, luciendo resplandeciente pero totalmente a gusto con una corbata y un pañuelo de bolsillo”, detalló John Harrison, director creativo de Gieves & Hawkes. “También ha hecho más que nadie en la opinión pública para promover la idea de que las prendas a medida y los zapatos hechos a mano son inversiones, que duran para siempre con el cuidado adecuado y alguna reparación o parche. Hace que todos queramos vestir como un hombre mejor”.
En última instancia, sin embargo, es la confianza que el rey Carlos muestra en sus decisiones de vestuario -una cierta indiferencia- lo que hace que su estilo sea tan codiciado. Aunque hoy en día es más conocido por llevar el tradicional traje cruzado mejor que cualquier otro hombre en la tierra, en algún momento los cuellos se sus camisas se arrugaban, vestía sweatshirts estampados y collares cowboy.
Tales detalles están ahora fuera de su alcance, y no sólo porque sea un hombre de 73 años. Después de la proclamación oficial el rey Carlos II se vestirá según la tradición en todo momento, con trajes de forma y corte impecables. Y a medida que avance en el papel que ha esperado toda una vida para desempeñar, algo del carácter fastidioso pero juguetón del rey volverá a aparecer en lo que lleva y en cómo lo lleva. Será parte de su legado, nos lleve donde nos lleve.
“De un corte impecable y más que clásico, usa elementos que parecen pasados de moda pero a los que él sigue siendo fiel. Es lo que tiene tener tu sello propio, que no te hace falta estar sumarte a ninguna moda pasajera”, concluyó Riezu.
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