La pandemia revolucionó para siempre la forma del trabajo en todo el mundo, extendiendo los vínculos digitales y remotos a su máxima expresión. Sin embargo, parece que los viejos hábitos aún persisten y la presión por fingir productividad detrás de la pantalla está agotando a muchos trabajadores.
El 54% de los trabajadores se sienten presionados para mostrar que están en línea en ciertos momentos del día, y los pasan 67 minutos adicionales conectados diariamente para mostrar a sus colegas y jefes que todavía están presentes y “trabajando”, según un amplio informe de las consultoras Qatalog y GitLab entre 1.000 empleados estadounidenses y 1.000 británicos.
“Los dramáticos cambios en el lugar de trabajo de la pandemia nos dieron una oportunidad única para remodelar la forma en que trabajamos para siempre. Podríamos haber reestructurado el trabajo para que fuera asincrónico, permitiéndonos construir el trabajo alrededor nuestras vidas, pero fallamos”, señaló Tariq Rauf, director ejecutivo de Qatalog en la presentación del estudio.
Frente a ese escenario de oportunidades, el especialista advirtió: “Nuestra investigación muestra que estamos cayendo de nuevo en los viejos hábitos, que deberíamos haber dejado de lado cuando tuvimos la oportunidad”.
Según esta investigación, más flexibilidad y tareas asincrónicas será la forma que tomará el trabajo en el futuro, algo que se alinea con las expectativas de los empleados. Pero no es fácil de implementar y, aun con las mejores intenciones, las empresas todavía encuentran barreras para el trabajo asincrónico. Las barreras principales son el presentismo digital y el fracaso de la tecnología.
Las normas informales y los desafíos tecnológicos significan que muchos trabajadores se sienten obligados a demostrar que están ocupados y en línea durante las horas de trabajo tradicionales. Son remotos pero no asincrónicos, lo que anula muchas de las ventajas de una configuración remota.
“Más de la mitad de los trabajadores (54 %) dijo que sus colegas están atrapados en viejos hábitos y casi dos tercios de las personas (63 %) cree que los jefes dentro de su organización prefieren una cultura tradicional con empleados en la oficina. Y cuando los empleados no pueden estar en la oficina, es probable que presentarse como ‘en línea’ sea la siguiente mejor opción”, señaló el informe.
El presentismo digital es omnipresente, con empleados que trabajan un hora extra cada día para mostrar que todavía están en línea y contribuyendo, debido al temor de que los colegas y jefes piensen no están trabajando lo suficientemente duro.
El trabajo asincrónico ocurre cuando los miembros del mismo el equipo completan su trabajo durante diferentes momentos de la día en su propio horario, y sin la expectativa de responder inmediatamente a otros, como podrías hacer durante reuniones virtuales o presenciales, o aplicaciones de mensajería instantánea.
Según detallaron los trabajadores que participaron del informe, el trabajador del conocimiento promedio recibe notificaciones de seis aplicaciones, y el 73% de los empleados responde a estas notificaciones fuera de su horario laboral, lo que dificulta desconectarse.
Por otro lado, el 81% de los trabajadores creen que son más productivos y crean resultados de mayor calidad cuando tienen más flexibilidad sobre cuándo trabajar, y el 65% de los que trabajan de forma asincrónica con regularidad dijeron que esto tuvo un impacto positivo en su bienestar.
La valoración del tiempo personal para uno mismo, la familia, la pareja y amigos, es una huella profunda que dejó la pandemia. Y así lo reflejan los números: el 66% de los trabajadores dijeron que renunciarían a un trabajo si su flexibilidad para elegir sus horas fuera limitada, y el 43% consideraría un puesto peor pagado si les diera una mayor flexibilidad sobre cuándo trabajar.
Para concluir, el informe indicó que “los trabajadores de hoy ya están exigiendo una mayor flexibilidad. Para las generaciones futuras será innegociable. La vieja forma de trabajo está muerta, pero el futuro del trabajo que todos queremos no es algo que simplemente nos sucederá, es algo que debemos construir activa e intencionalmente”.
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